Alitalia se asoma al abismo tras el ¡°no¡± de la plantilla a la reestructuraci¨®n
Los sindicatos hab¨ªan firmado la propuesta de la empresa, pero los empleados han decidido rechazarla y echar un pulso al Estado a riesgo de llegar a la quiebra
La aerol¨ªnea que durante 70 a?os fue compa?¨ªa de bandera de el pa¨ªs transalplino, se asoma de nuevo al abismo y camina directa un proceso de administraci¨®n controlada (una suerte de administraci¨®n p¨²blica concursal). Tras ese periodo, Alitalia podr¨ªa ser vendida en versi¨®n hiperredudica o liquidada a pedazos. As¨ª lo ha dejado entrever su consejo de administraci¨®n despu¨¦s de que los trabajadores optasen la noche del lunes por rechazar el plan de reestructuraci¨®n que la compa?¨ªa hab¨ªa consensuado con el Gobierno para hacer frente a la situaci¨®n l¨ªmite. Hay dinero para funcionar hasta mediados de mayo, a partir de ah¨ª, aseguran fuentes sindicales, se prev¨¦n congelaciones de pagos a provedores y dem¨¢s medidas que permitan cumplir con sus obligaciones con los pasajeros. Alitalia, asegura, garantiza la operatividad. Pero, a las puertas del verano, no dice hasta cu¨¢ndo.
Los sindicatos hab¨ªan firmado en las ¨²tlimas semanas la propuesta de reestructuraci¨®n de la empresa, que supon¨ªa el despido de unos 1.000 trajabadores de una plantilla de 12.000, bajadas de sueldos (hasta un 20% y una media del 8%) y la profunda reformulaci¨®n del negocio, que encamina a Alitalia a un modelo cercano a una low cost. Todo ello inclu¨ªa una nueva inyecci¨®n de unos 2.000 millones repartida entre sus propietarios (los bancos Unicredit y Intesa Sanpaolo y Etihad) y un porcentaje menor del Estado. Pero la votaci¨®n de los trabajadores rechaz¨® esa v¨ªa con un "no" mayoritario (65,7% con gran participaci¨®n) y aboc¨® a la empresa al abismo de su tercera quiebra en 20 a?os.
Alitalia asegura que no habr¨¢ alteraciones en los vuelos
El consejo de administraci¨®n de Alitalia se reuni¨® ayer al mediod¨ªa y decidi¨® optar, a la espera del pronunciamiento en la asmablea de socios, por un proceso de administraci¨®n controlada. Es decir, un proceso de gesti¨®n llevado a cabo por un comisario nombrado por el Estado con plenos poderes para hacer lo que considere oportuno. Pese a lo dram¨¢tico de la situaci¨®n, ha asegurado que no habr¨¢ alteraciones en los vuelos programados y que los billetes comprados, en principio, no corren riesgo.
En 2008 ya se vivi¨® una situaci¨®n similar cuando Alitalia se someti¨® a una administraci¨®n controlada. Aquella vez nadie se qued¨® en tierra. Pero ahora el escenario es algo m¨¢s complicado, porque se puede pasar muy r¨¢pido de la administraci¨®n controlada a la quiebra, en funci¨®n del papel que quiera jugar el Estado.
El adminstrador ser¨¢ tambi¨¦n qui¨¦n decida qu¨¦ obligaciones se respetan. ¡°Todav¨ªa est¨¢n abiertas todas las opciones. Encontr¨¢ndose la compa?¨ªa cercana a la quiebra, es l¨®gico que los billetes futuros se encuentren tambi¨¦n en riesgo¡±, se?ala el profesor Andrea Giuricin. Sin embargo, la alerta generada con el striptease al que se ha sometido la compa?¨ªa en las ¨²ltimas horas, agravar¨¢ seguro su situaci¨®n econ¨®mica con una ca¨ªda en la venta de billetes.
Como sucede ¨²ltimamente en este tipo de plebiscitos, a nadie se le ocurri¨® que pod¨ªa ganar la opci¨®n contraria a la que invocaba la estabilidad. Los trabajadores optaron por un voto de protesta contra lo que consideraron un chantaje basado en la tajante premisa de "o recortes o quiebra". As¨ª que a medida que avanzaba la tarde del lunes y los n¨²meros se empe?aban en llevarle la contraria a la empresa y a los sindicatos, el Gobierno se reuni¨® de urgencia para estudiar este nuevo escenario. La decisi¨®n est¨¢ tomada: Alitalia no se nacionalizar¨¢. "Hemos hecho todo lo que pod¨ªamos hacer", se?al¨® el ministro de Econom¨ªa italiano, Pier Carlo Padoan.
La asamblea de socios se reunir¨¢ el pr¨®ximo 2 de mayo para tomar la decisi¨®n definitiva. Si opta por el concurso de acreedores Etihad y los bancos perder¨ªan el control definitivo de la compa?¨ªa y un administrador del Estado la gestionar¨ªa. En ese caso podr¨ªa reducir el tama?o de la compa?¨ªa y terminar vendi¨¦ndola a un operador como Lufthansa -con experiencia ya en este tipo de operaciones-,? o liquidarla a pedazos. La ¨²ltima baza ser¨ªa optar por una tercera v¨ªa in extremis, algo bastante improbable ahora, y econtrar una nueva fuente de recapitalizaci¨®n. De momento, la compa?¨ªa seguir¨¢ funcionando hasta que se le acabe la liquidez, algo que los expertos apuntan que no ser¨¢ m¨¢s all¨¢ de mayo. "Lo importante es saber que la operatividad est¨¢ garantizada", aseguran fuentes de Alitalia a EL PA?S. Pero la cuesti¨®n es, ?hasta cu¨¢ndo? "Eso hay que verlo en la asamblea de socios", responden.
La aerol¨ªnea italiana tiene problemas financieros, pero tambi¨¦n estructurales. Alitalia es hoy una empresa demasiado grande (tiene 121 aviones y transporta a 22,6 millones de viajeros) para competir con las low cost, pero anticuada para el negocio de largo recorrido. Mientras sus competidores han renovado y ampliado la flota de largo recorrido, la italiana solo ha adquirido dos nuevos aviones. La compa?¨ªa es propiedad en un 51% de socios italianos ajenos al sector: principalmente los bancos Unicredit (11%) e Intesa Sanpaolo (20,5%), y necesita unos 220 millones mensuales para funcionar que no es capaz de generar. Ambos socios hubiera solo inyectado m¨¢s dinero si se llevaba a cabo el plan de reestructuraci¨®n rechazado por los trabajadors, ya que en los ¨²ltimos tres a?os han perdido m¨¢s de 1.000 millones de euros y con el modelo actual no hab¨ªa s¨ªntomas de recuperaci¨®n.
El "no" mayoritario en la votaci¨®n ha querido ser tambi¨¦n una medida de presi¨®n para que el Gobierno y la direcci¨®n de la aerol¨ªnea hagan un esfuerzo y rebajen sus pretensiones en cuanto a bajada de sueldos y despidos. Hay una tendencia a pensar que el Estado no dejar¨¢ caer una empresa que comparte su nombre con el del pa¨ªs y contiene la bandera nacional en su logo. Pero la realidad es que este escenario no estaba previsto y que el riesgo de quiebra es absoluto. ¡°De momento no hay un plan B y no creo que buscar, de nuevo, una inversi¨®n p¨²blica en la compa?¨ªa sea una buena idea¡±, se?ala Andrea Giuricin, profesor de Econom¨ªa del Transporte de la Universidad Bicocca de Mil¨¢n.
De hecho, los vaivenes en el modelo de negocio y las fusiones fallidas costaron a los italianos desde 1998 a 2008 unos 4.000 millones de euros. Un dinero que no sirvi¨® par renovar la compa?¨ªa, sino para pagar las n¨®minas de sus entonces 20.000 trabajadores. De modo que la empresa termin¨® quebrando en 2008. En este caso, si la empresa se refunda y sanea, podr¨ªa aparecer un comprador que se haga con una compa?¨ªa con un modelo de negocio distinto. El encogimiento, se?alan fuentes del sector, transformar¨ªa una empresa de 22 millones de pasajeros al a?o en una de 12 millones.
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