Bruselas propone cuatro meses adicionales de permiso retribuido para cuidar a los hijos

Bruselas desentierra las iniciativas sociales, que han dormido el sue?o de los justos durante toda la Gran Recesi¨®n; incluso desde antes. La Comisi¨®n desvelar¨¢ hoy los planes de su nueva agenda social, tras a?os de cr¨ªticas por parte de los sindicatos, la izquierda y algunos Estados miembros, que achacan a la UE un perfil muy liberal, poco combativo con la desigualdad, la pobreza y los asuntos sociales. A pesar de las fricciones entre los socios, que han impedido activar esa agenda durante a?os (con Reino Unido, ahora de salida, siempre listo para vetar), las nuevas propuestas incluyen reforzar el denominado ¡°pilar social¡± para aumentar la convergencia en la UE, clarificar la normativa del tiempo de trabajo y poner en marcha una directiva de conciliaci¨®n de la vida laboral y familiar. El Brexit, seg¨²n las fuentes consultadas, facilitar¨¢ la nueva aproximaci¨®n de Bruselas, que persigue dar una p¨¢tina social a la incipiente recuperaci¨®n tras casi una d¨¦cada de vacas flacas.

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Bruselas ya intent¨® potenciar la conciliaci¨®n hace unos a?os, con una ambiciosa propuesta para ampliar a 20 semanas de permiso de maternidad ¡ªproyecto que despu¨¦s redujo a 18¡ª que nunca consigui¨® ver la luz. La comisaria Marianne Thyssen vuelve ahora a la carga con un paquete que incluye cuatro meses de permiso retribuido ¡ªcomo si se estuviese de baja por enfermedad, es decir, una excedencia pero retribuida¡ª para cada progenitor y no transferible que se podr¨¢ coger hasta los 12 a?os del ni?o. Adem¨¢s, fija un m¨ªnimo de 10 d¨ªas de permiso de paternidad (en el caso de Espa?a ya es de un mes, pero hay pa¨ªses donde no est¨¢ garantizado), y cinco d¨ªas para cuidar a los hijos en caso de enfermedad.

Sobre todo las madres

Si el plan de la Comisi¨®n sale adelante, supondr¨¢ un gran salto para aquellos pa¨ªses que no dan ninguna prestaci¨®n econ¨®mica al progenitor que haya tomado uno de esos permisos parentales ¡ªen Espa?a suelen ser excedencia por cuidado de hijo¡ª. Es el caso de Espa?a, Chipre, Grecia, Irlanda, Holanda o Malta. Otros, como Austria o Luxemburgo ofrecen una cantidad fija que var¨ªa entre los 139 de Polonia y los 1.778 de Luxemburgo. Permisos paternales que, no obstante, se toman mayoritariamente las mujeres, que suelen sumarlos a los permisos de maternidad. Algo que, seg¨²n las expertos que reclaman permisos de maternidad y paternidad iguales e intransferibles, no contribuye a reducir la brecha de g¨¦nero y la desigualdad. De hecho, s¨®lo un 10%, de media, de los permisos parentales los disfrutan los padres, seg¨²n datos del Parlamento Europeo de 2015.

Bruselas espera que los costes de estas medidas para las empresas sean ¡°limitados¡±, y puedan ser compensados por los Estados. ¡°Las brechas de g¨¦nero¡± en el mercado laboral europeo ¡°son m¨¢s acusadas en los casos de padres con responsabilidades familiares¡±, asegura el texto; las mujeres suelen acceder a trabajos a tiempo parcial para cuidar ni?os y mayores y eso redunda en tasas de empleo inferiores y en sueldos y pensiones mucho m¨¢s bajos que los de los hombres. Para reducir distancias, Bruselas propone normas m¨¢s flexibles y fijar en toda Europa permisos de paternidad, que ni siquiera existen en algunos Estados miembros. Es el caso de Chipre o Eslovaquia, cuyas legislaciones no obligan a los empleadores a dar un permiso de paternidad. Tambi¨¦n cambiar¨¢ las cosas en Italia, donde ese permiso es apenas de un d¨ªa. Irlanda lo introdujo en 2016. Espa?a, ampli¨® ese permiso para el segundo progenitor a cuatro semanas en enero.

M¨¢s all¨¢ de la directiva de conciliaci¨®n, muchas de las medidas que se anuncian hoy ¡ªlas relativas a la dimensi¨®n social de la libre circulaci¨®n de personas, por ejemplo¡ª podr¨ªan tener impacto en la negociaci¨®n sobre el Brexit: Bruselas ha subrayado que Reino Unido deber¨¢ cumplir con toda la legislaci¨®n social si quiere un acuerdo comercial despu¨¦s del divorcio. ¡°Algunos pa¨ªses argumentan que la legislaci¨®n europea en asuntos sociales lastra el crecimiento, que los costes de la burocracia son elevados, en articular para las pymes, y que los est¨¢ndares sociales europeos, desde la protecci¨®n al consumidor hasta las normas medioambientales, provocan que las empresas europeas est¨¦n en desventaja¡±, asegura el documento sobre el pilar social que desarrolla el Libro Blanco presentado hace unas semanas. Ese documento vuelve a presentar cinco escenarios: seguir igual, dejar la UE en el mercado ¨²nico, permitir las m¨²ltiples velocidades, hacer menos pero mejor, y finalmente dar un salto federal. Si los 27 eligen las diversas velocidades, los derechos de los ciudadanos ¡°variar¨¢n dependiendo de si un pa¨ªs elige hacer m¨¢s o no¡±.