La cer¨¢mica Sargadelos resucita de la crisis y se lanza a vender bolsos, joyas y sillas
La firma que se convirti¨® en icono de Galicia se sacude las deudas, fabrica marroquiner¨ªa en Ubrique y contrata al nieto de su fundador para tallar muebles de dise?o
Hace tres a?os el japon¨¦s Yukio Konisi casi se queda sin repuesto para la vajilla en la que sirve buena parte de la carta de inspiraci¨®n espa?ola que ofrece en su restaurante El Poniente, en Osaka. En los tribunales y en las f¨¢bricas gallegas de Sargadelos se libraba lo m¨¢s crudo de una larga guerra con muchos fuegos cruzados, y en medio de una crisis que desembocaba en un concurso de acreedores y el despido de 70 trabajadores, accionistas y plantilla ve¨ªan planear sobre sus cabezas el fin del grupo empresarial. Sargadelos, nacida en el siglo XIX como hito de la revoluci¨®n industrial en el noroeste peninsular, muerta y resucitada en los a?os 60 del XX por el genio art¨ªstico de Isaac D¨ªaz Pardo y Lu¨ªs Seoane, lleg¨® a convertirse en todo un s¨ªmbolo de Galicia. Y cuando parec¨ªa abocada a su segunda defunci¨®n, atrapada tanto por la crisis econ¨®mica como por la p¨¦rdida de D¨ªaz Pardo (Santiago, 1920 - A Coru?a, 2012), que hab¨ªa sido apartado y hasta desalojado del inmueble del grupo en el que viv¨ªa hac¨ªa dos d¨¦cadas, la prestigiosa marca ha emprendido la remontada.
Con un accionista de siempre, el empresario de Ribadeo (Lugo) Segismundo Garc¨ªa, al tim¨®n, el grupo salda su deuda bancaria, recupera ventas, obtiene beneficios y vuelve a contratar. En el ¨²ltimo a?o y medio han entrado 39 trabajadores hasta conformar una plantilla de 162, la mitad en cada una de las factor¨ªas de la empresa cer¨¢mica. El consejero delegado anuncia que seguir¨¢ fiel "a sus ra¨ªces, a la calidad y al dise?o", y que se propone recobrar parte del universo cultural que giraba en torno a las tiendas-galer¨ªa y la marca. Pero explora nuevos sectores. Ha lanzado, y seg¨²n dice ya agotado, la remesa inicial de manteles (hechos en Portugal) de su primera producci¨®n textil; idea nuevas colecciones de joyas y bisuter¨ªa; y ha encargado una l¨ªnea de bolsos que se fabrican en Ubrique (C¨¢diz) y saldr¨¢n a la venta entre agosto y septiembre. Adem¨¢s, vende ya por Internet y ha cerrado acuerdos con Pepa Poch y ?gatha Ruiz de la Prada para dise?ar nuevas entregas cer¨¢micas en colores nunca vistos en Sargadelos.
En este empe?o diversificador, el grupo tambi¨¦n recupera una vieja iniciativa de ese Laboratorio de Formas de D¨ªaz Pardo y Seoane que era una Bauhaus galaica y galleguista: planea empezar a producir sillas y peque?os muebles artesanales en la carpinter¨ªa que todav¨ªa sigue instalada en la hist¨®rica f¨¢brica lucense, un conjunto declarado Bien de Inter¨¦s Cultural. Para ello, "a partir del mes que viene", adelanta Garc¨ªa (antes socio minoritario pero ahora propietario del 65% de las acciones y presidente), entrar¨¢ a trabajar el arquitecto Camilo D¨ªaz, v¨¢stago de Rosendo, uno de los tres hijos de Isaac D¨ªaz Pardo, hoy desvinculado de Sargadelos.
Para obtener liquidez, en medio de sus estertores el gran grupo cer¨¢mico que constru¨ªa piscinas en sus f¨¢bricas y ten¨ªa el don de convertir en emblem¨¢tico cada edificio que iba inaugurando puso a la venta tres inmuebles. Dos de ellos -el Laboratorio de Industria e Comunicaci¨®n (Licsa) en el municipio coru?¨¦s de Sada y el Instituto Galego de Informaci¨®n (IGI) a las afueras de Santiago- eran exponentes del sue?o cultural de D¨ªaz Pardo, que planeaba incluso fundar en uno de ellos un peri¨®dico, Galicia, que no lleg¨® a ver la luz. El tercero, en el centro hist¨®rico de Compostela, funcionaba como tienda y galer¨ªa de arte y es el ¨²nico que acaba de ser vendido. Estaba tasado en 3,4 millones pero desde la empresa se asegura que no se ha podido alcanzar esta cifra. Lo ha comprado la maderera Finsa, y "ha hecho un buen negocio", dice Garc¨ªa, que no quiere revelar el precio final aunque seg¨²n algunas informaciones ronda los 2,5 millones. La tienda de Sargadelos seguir¨¢ ocupando la planta baja como inquilina.
Esta operaci¨®n, adem¨¢s del dinero aportado por las f¨¢bricas, que "aumentan sus beneficios entre un 15% y un 20% al a?o", ha servido para zanjar la deuda de m¨¢s de tres millones con La Caixa, BBVA, Abanca y Santander. Tambi¨¦n la contra¨ªda con la Seguridad Social, 750.000 euros. Ahora sobre Sargadelos ya no pesa mucho m¨¢s que la deuda pendiente con el Fogasa (1,2 millones), para la que cuenta con un plazo de ocho a?os. "Si el negocio se mantiene al ritmo actual", asegura el accionista mayoritario, "no vamos a tener ning¨²n problema".
Con D¨ªaz Pardo al frente, Sargadelos era un orgullo para los gallegos. A finales del siglo pasado, en esta tierra parec¨ªa que uno no se hab¨ªa casado del todo si en su boda nadie le regalaba unos platos y una sopera salida de las factor¨ªas de Cervo (Lugo) o de O Castro (Sada, A Coru?a). La porcelana vanguardista y blanca decorada en azul cobalto, pero tambi¨¦n en marr¨®n y a veces en un rojo que encarec¨ªa el producto, calaba en el p¨²blico y llenaba vitrinas; era un arte de uso dom¨¦stico al alcance de la clase media. Y en torno a ella giraba todo un mundo cultural, coronado por una editorial (Edici¨®s do Castro) que public¨® muchos libros sin salida pero tambi¨¦n grandes ¨¦xitos como Memorias dun neno Labrego, de Xos¨¦ Neira Vilas, el t¨ªtulo m¨¢s vendido de la historia de la literatura gallega.
Sargadelos busca ahora a los hijos de toda esa gente que en el ¨²ltimo tercio del siglo XX reservaba el mejor rinc¨®n de sal¨®n para exhibir su mercanc¨ªa. "Hubo un momento en que esta empresa ic¨®nica de Galicia lleg¨® a sonar a rancio", admite el consejero delegado, que se define como "un burgu¨¦s austero al que sin embargo le gusta viajar", "con arrestos y cierto dinero para meterse en esta odisea", y larga experiencia en el mundo de la empresa a trav¨¦s de sus negocios hosteleros y tiendas de perfumer¨ªa con base en Ribadeo. "Las buenas noticias en prensa tambi¨¦n han ayudado a la recuperaci¨®n", reconoce. Las malas arreciaron antes, sobre todo desde el a?o 2010, con un primer ERE que fue despu¨¦s invalidado en los tribunales, el concurso y la suspensi¨®n de pagos, el traum¨¢tico despido de 70 trabajadores, la triste ca¨ªda del ancian¨ªsimo totem D¨ªaz Pardo y la guerra judicial con muchos frentes: entre bandos dentro del consejo de direcci¨®n, con los herederos del fundador y con los sindicatos.
Las tensiones fueron disip¨¢ndose, pero alg¨²n pleito sigue en pie y no todas las heridas han cicatrizado. "El 92% de las empresas que entran en concurso terminan en liquidaci¨®n", insiste muchas veces Segismundo Garc¨ªa para recalcar el logro de Sargadelos. "La culpa es de la situaci¨®n legislativa; de las minutas de los administradores concursales, que est¨¢n ah¨ª puestos para dificultar las cosas y empujar al abismo...", opina. A mediados de este mes, en el juzgado se celebrar¨¢ una vista por la demanda de una l¨ªder sindical contra el actual presidente; una de las trabajadoras m¨¢s veteranas de Sargadelos, que ha sido despedida tiempo despu¨¦s del ERE masivo. "Me pusieron palos en las ruedas", exclama ¨¦l sin apearse de la idea de que si no se hubiera hecho la regulaci¨®n de empleo, como aspiraban los sindicatos, que llegaron al Supremo, "el grupo Sargadelos estar¨ªa ahora cerrado".
En los a?os de gloria, Sargadelos lleg¨® a abrir una red de tiendas propias y franquicias en toda Galicia, varias ciudades espa?olas, Portugal y hasta Mil¨¢n. Con la crisis fue perdiendo su representaci¨®n m¨¢s all¨¢ de la comunidad. El ¨²ltimo episodio de su repliegue supuso este a?o el fin de su establecimiento en Ferrol, por no llegar a un acuerdo la empresa y los franquiciados despu¨¦s de que Sargadelos, tras la agon¨ªa, impusiese nuevas condiciones. Ahora, la compa?¨ªa se propone volver a Madrid y negocia nuevos mercados en Am¨¦rica. De momento, acaba de vender dos contenedores de cer¨¢mica a M¨¦xico, donde no deja de haber una gran colonia de emigrantes. Pero, seg¨²n el principal propietario (entre la media docena de accionistas que quedan), Jap¨®n, sin apenas gallegos, es otro pa¨ªs donde triunfan estas piezas: "A los japoneses les encantan nuestros juegos para hacer queimada".
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