La mitad de los pueblos ya no tiene banco
La crisis financiera ha causado el cierre de miles de sucursales, sobre todo en peque?as localidades cuyos habitantes tienen dificultades para conseguir efectivo
La Espa?a rural, mejor dicho, la despoblada, avanza sin que nadie ponga remedio. Es dif¨ªcil determinar si el ¨¦xodo crece porque no hay servicios o viceversa, pero est¨¢ claro que la falta de oficinas bancarias complica la vida en los pueblos. En Espa?a hay 8.117 municipios y el 48% no cuenta con ning¨²n tipo de sucursal. La crisis de las cajas de ahorros agudiz¨® el problema: 1,13 millones de ciudadanos no tienen acceso a una oficina en su lugar de residencia, cerca de un 20% m¨¢s que antes de la crisis. Son el 2,4% de la poblaci¨®n. Entre 2008 y 2015, donde m¨¢s gente se quedado sin este servicio ha sido en las provincias de Barcelona, Tarragona, Madrid y Valencia, seg¨²n un informe del economista Joaqu¨ªn Maudos. No obstante, la mayor exclusi¨®n financiera est¨¢ en Zamora, ?vila, Burgos, Le¨®n y Palencia.
Existe una regi¨®n en Espa?a, que ocupa 65.000 kil¨®metros cuadrados ¡ªel doble que B¨¦lgica¡ª, la denominada Serran¨ªa Celtib¨¦rica, que se conoce "como la Espa?a despoblada o la Laponia del sur: es un territorio monta?oso y fr¨ªo con 1.355 pueblos que se extiende por las provincias de Guadalajara, Teruel, La Rioja, Burgos, Valencia, Cuenca, Zaragoza, Soria, Segovia y Castell¨®n. En su interior viven menos de ocho habitantes por kil¨®metro cuadrado. No hay un lugar tan extremo y vac¨ªo en toda Europa", cuenta Paco Cerd¨¢, autor del libro Los ¨²ltimos. Voces de la Laponia espa?ola (Pepitas de Calabaza, 2017).
Cerd¨¢, que ha pisado el territorio del que habla, explica con pasi¨®n que esas gentes "viven en el apartheid financiero. Tienen falta de efectivo por la ausencia de bancos, pero en realidad viven en pueblos donde ya no hay d¨®nde gastarlo porque tambi¨¦n cerraron las tiendas y los bares". Otras veces se da la circunstancia de que van a un pueblo cercano o esperan al ofibus, el banco que viaja en autob¨²s, y sacan toda su pensi¨®n de golpe y acumulan gran cantidad de efectivo en casas donde viven ellos solos.
Desde un banco que trabaja con este problema recuerdan que estos pueblos est¨¢n abandonados por la Administraci¨®n ¡ªhan cerrado los centros m¨¦dicos y las escuelas¡ª, y ya no son negocio para nadie: ni bares, ni supermercados, ni la Iglesia, que ha cerrado muchos templos. "Antes que nosotros se fueron otros", subrayan.
Y la crisis financiera ha agudizado esta situaci¨®n porque han cerrado 17.000 oficinas bancarias entre 2008 y 2016, lo que supone el 37% de la red. "Ahora funcionan las mismas sucursales que en 1983, lo que supone retroceder casi 35 a?os", recuerda Joaqu¨ªn Maudos, catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Valencia y Director adjunto del Ivie.
Maudos, que public¨® el informe El acceso a los servicios bancarios en Espa?a, en el n¨²mero 29 de la colecci¨®n Mediterr¨¢neo Econ¨®mico de Cajamar, apunta que esta tendencia seguir¨¢ creciendo: "Menos oficinas implica menor accesibilidad, que puede ser un problema si se convierte en exclusi¨®n financiera", resume. Admite que existen otros canales para acceder a los servicios bancarios, como la tarjeta o la banca a distancia, pero recuerda que el entorno donde se cierran las oficinas es donde existen colectivos susceptibles de sufrir la brecha tecnol¨®gica "por tener menor cultura financiera o peor, o incluso nulo, acceso a las tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n". Adem¨¢s, son personas con un tradicional uso del dinero en efectivo.
El retrato robot del pueblo sin oficinas es una localidad de pocos habitantes (un n¨²mero inferior a 100), con una edad media superior a los 60 a?os, dificultades de acceso por carretera, en zonas rurales carentes de otros servicios b¨¢sicos y alejados de cualquier polo industrial.
Pero el abandono de la banca es desigual en Espa?a. En la situaci¨®n m¨¢s extrema est¨¢ Zamora, provincia donde el 25,5% de la poblaci¨®n no tiene acceso a un banco porque carecen de ¨¦l un 75% de sus pueblos. En Segovia es el 22,5% los que no pueder ir a una oficina porque el 79,4% de sus municipios no tiene banco; en ?vila el 20,7% de los habitantes y el 83,5% de los pueblos no tiene sucursal; le sigue Palencia, con un 17,4% de la poblaci¨®n y el 83% de las localidades... Y luego est¨¢n Salamanca, Le¨®n, Burgos, Soria, Teruel... Casi la misma lista de la Laponia espa?ola.
Al margen de los porcentajes, en cuanto al n¨²mero absoluto de ciudadanos sin banco, el foco geogr¨¢fico da un vuelco. Existen cinco provincias con m¨¢s de 50.000 personas en esta situaci¨®n, y la primera provincia es sorprendente: Barcelona, con 73.359 habitantes con este problema, seguida de Le¨®n, con 73.090; Tarragona, con 55.812; Girona, con 62.225, y Navarra, con 50.523 personas.
La raz¨®n que explica que de estas cinco provincias, tres sean catalanas es la quiebra de todas las cajas de ahorros de esta regi¨®n, excepto CaixaBank. Este problema llev¨® al consiguiente cierre de oficinas por parte de los nuevos bancos compradores.
Si se pone el foco en los lugares donde m¨¢s cierres ha habido desde 2008 hasta ahora, destacan Barcelona, Tarragona, Madrid y Valencia. De nuevo la quiebra de Caja Madrid, Bancaja y la CAM explican el fen¨®meno. En t¨¦rminos relativos, donde m¨¢s porcentaje de la poblaci¨®n se ha visto desprovista de servicios financieros directos desde 2008 ha sido Segovia, tambi¨¦n por la ca¨ªda de Caja Segovia, absorbida en Bankia. En el otro extremo tambi¨¦n hay datos asombrosos: la ¨²nica provincia donde todos los pueblos cuentan con oficinas es Ja¨¦n; en C¨¢diz, Murcia, Pontevedra y las Islas Baleares, solo hay un municipio en esta situaci¨®n.
M¨¢s cierres en el futuro
?Y qu¨¦ pasar¨¢ en el futuro? "La red de oficinas seguir¨¢ cayendo porque el sector busca rentabilidad, pero no creo que tenga un impacto significativo en la exclusi¨®n financiera, siempre y cuando siga avanzando a buen ritmo, como hasta ahora, el uso de la banca online", se?ala Maudos.
Este economista conf¨ªa en que "el uso de Internet siga creciendo en la poblaci¨®n de m¨¢s edad y, con ello, la banca a distancia, lo que mitigar¨¢ el problema". No obstante, Maudos pide "que la banca ayude a combatir la exclusi¨®n financiera con oficinas m¨®viles o la instalaci¨®n de cajeros autom¨¢ticos para pagar recibos, adem¨¢s de retirar e ingresar efectivo". Tambi¨¦n cree que la Administraci¨®n debe contribuir incorporando entre sus objetivos evitar la exclusi¨®n financiera.
Paco Cerd¨¢ recuerda lo dif¨ªcil que es para la gente mayor de estas regiones tener que desplazarse a un municipio cercano: "No conducen y hay pocos autobuses... ir al pueblo de al lado puede ser desplazarse 40 kil¨®metros. Est¨¢n marginados por la sociedad y lo saben, pero la mayor¨ªa de los que vi eran gente feliz".
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