Los espa?oles, con Macron y con... Merkel

Las cr¨®nicas recogen que Alemania recela de los planes europe¨ªstas del Pr¨¦sident Emanuel Macron: presupuesto para la eurozona, eurobonos, ministro com¨²n de una Hacienda com¨²n.

Revelan solo parte de la realidad, la aflorada: en ¨¦poca preleectoral bajo la guada?a populista, se impone p¨²blicamente la prudencia. Cr¨¦anlo: solo p¨²blicamente. Privadamente, la canciller Angela Merkel confiesa, en reuniones selectas, otros prop¨®sitos: ¡°Har¨¦ grandes cosas con Macron, le apoyar¨¦ y nos apoyaremos¡±.

Eso no es opini¨®n, sino dato recopilado por testigos. El punto diab¨®lico para los alemanes, la mutualizaci¨®n europea de las deudas nacionales, acabar¨¢ resolvi¨¦ndose cara al futuro (una parte de la deuda a emitir) m¨¢s que sobre el pasado (la ya emitida). Y ser¨¢ a¨²n m¨¢s as¨ª si se impone ¡ªo codecide con Merkel¡ª, el socialista Martin Schultz.

El europe¨ªsmo aliviado se infla con raz¨®n porque pas¨® la prueba de las urnas de un programa refundador (mejor, culminador) del euro. Y en un pa¨ªs clave, la France, tan eur¨®filo como eurotemeroso. Y comparte (por ahora en la intimidad) el programa de m¨¢ximos para una completa uni¨®n econ¨®mica y monetaria (UEM).

Macron no innova, proyecta. Pero es valiente, lo hace en voz alta: someti¨® su proyecto europe¨ªsta a electores desanimados, desafectos o desconcertados.

Casi todo lo que sostiene expl¨ªcitamente estaba ya impl¨ªcitamente fraguado. Incluso con m¨¢s detalle, en el informe de los cuatro presidentes (Hacia una aut¨¦ntica uni¨®n econ¨®mica y monetaria, 26/6/2012, Euco 120/129) y en el de los cinco (Realizar la uni¨®n econ¨®mica y monetaria europea, 22/6/2015, web de la UE). Y Espa?a recoge ahora ese legado.

Pero si es un legado ya bastante trazado, ?d¨®nde radica el valor de la contribuci¨®n espa?ola?

En que confirma y actualiza ¡ª en un momento s¨²per oportuno¡ª la voluntad europe¨ªsta que ya verti¨® en el excelente documento Spanish contribution to discussion about governance of the European monetary union (27/5/2015) (vean la web de La Moncloa); recuerden, en estas p¨¢ginas, Un excelente plan espa?ol para la UE, 27/5/2015).

En que supone un fuerte impulso pol¨ªtico a la mayor integraci¨®n europea al trazar una r¨¢pida y ambiciosa s¨ªntesis de toda la literatura oficial sobre la necesidad, la urgencia de completar la UEM.

En que reclama una uni¨®n fiscal (presupuestaria) m¨¢s activa ¡ªen sinton¨ªa con la permanente reivindicaci¨®n del BCE de Mario Draghi¡ª como complemento de la pol¨ªtica monetaria com¨²n expansiva (?podemos manejar juntos la moneda y no el presupuesto?); y ello, justo en la amplia v¨ªspera de que esta deje de serlo, al menos en parte, y arroje a los endeudados sure?os (tambi¨¦n nosotros) a tipos al alza que encarezcan la factura de la deuda, del cr¨¦dito y de... la respiraci¨®n.

Y en que la lista concreta de elementos para esa uni¨®n presupuestaria es adecuada. Adem¨¢s de los puntos b¨¢sicos relanzados por Macron, repasemos: la capacidad fiscal, con un fondo de riego cotidiano y un seguro de desempleo complementario europeo; la mayor armonizaci¨®n de la legislaci¨®n bancaria, de los cr¨¦ditos dudosos y de las normas de insolvencia; un objetivo fiscal para la eurozona de car¨¢cter ¡°agregado¡± y no solo nacional (algo muy innovador); la coordinaci¨®n efectiva de las reformas estructurales.

Pero el documento espa?ol es cojo en el ¨¦nfasis sobre la necesidad de institucionalizar el Eurogrupo ¡ªhoy, un ovni descontrolado¡ª y su rendici¨®n de cuentas democr¨¢tica ante el Parlamento.

Y en el desarrollo concreto de un nuevo c¨®digo de convergencia real: un Maastricht-2 armonizando los impuestos sobre sociedades, aproximando los mercados laborales e incrementando la inversi¨®n, sobre todo de I+D. Como propone el Parlamento Europeo (informe A8-0038/2017, de 13 de febrero). Ah¨ª est¨¢ todo.