¡°La tolerancia del supervisor con un banco que empeora es suicida¡±
Seg¨²n Arist¨®bulo de Juan, exdirector del Banco de Espa?a, y autor de "De buenos banqueros a malos banqueros"
Arist¨®bulo de Juan (Madrid, 1931), lo ha sido todo en los 50 a?os que lleva trabajando en el mundo financiero, desde supervisor (fue nueve a?os director general del Banco de Espa?a) a banquero comercial y asesor de bancos centrales de todo el mundo. Ahora presenta, en plena crisis del Popular, su ¨²ltimo libro, De buenos banqueros a malos banqueros (Marcial Pons, 2017), donde demuestra que la ra¨ªz de los problemas de la banca apenas ha cambiado en medio siglo y que se parecen mucho en los diferentes pa¨ªses del mundo.
Pregunta. El t¨ªtulo de su libro De buenos banqueros a malos banqueros, ?es una referencia a la historia del Popular?
Respuesta. El libro no se refiere a entidades concretas. Y lo hago adrede. Por otra parte, el t¨ªtulo procede de un documento redactado en 1986, cuando estaba yo en el Banco Mundial, o sea, hace treinta a?os. No se refer¨ªa a ning¨²n banco en particular sino a conceptos de aplicaci¨®n general en pa¨ªses muy distintos.
P. ?C¨®mo ve las posibles soluciones para el Banco Popular?
R. Me remitir¨ªa a las declaraciones de su c¨²pula: van a retasar 40.000 activos inmobiliarios para tocar fondo en la realidad del banco. Solo entonces adoptar¨¢n una decisi¨®n.
P. ?Qu¨¦ le recomendar¨ªa al posible comprador del Popular?
R. Que evite caer en los riesgos de las fusiones. En el libro las cito. A veces estas uniones no producen grandes sinergias Tambi¨¦n el gran tama?o de la nueva entidad puede hacerla demasiado grande para caer, pudiendo condicionar o inhibir a los supervisores a la hora de adoptar medidas correctivas. Por ¨²ltimo, el posible comprador debe evitar la tentaci¨®n de diluir la transparencia de las cuentas.
P. ?Tiene sentido que Bankia compre el Popular?
R. Vaya por delante que no me gusta la banca p¨²blica. Por bien gestionada que est¨¦, como es el caso de Bankia. Tampoco soy partidario de que un banco con ayudas p¨²blicas y en periodo de recuperaci¨®n se complique la vida y compre entidades. Y menos si son privadas. En ¨²ltima instancia, qui¨¦n sabe si podr¨ªa ser un mal menor.
P. ?C¨®mo influye el factor humano en la gesti¨®n bancaria?
R. De una manera definitiva. Si el mal banquero no aborda los problemas cuando estos comienzan a manifestarse, sino que los maquilla, puede propiciar la crisis y encarecer su soluci¨®n. El factor humano puede evitar la transparencia por ¡°conservar el sill¨®n¡±, por los medios econ¨®micos que proporciona, por la influencia social y por la presencia p¨²blica en el pa¨ªs. La provisi¨®n es el enemigo del dividendo y de los bonus y el mal banquero evita las provisiones. Sin embargo, la experiencia nos demuestra que podr¨ªa frenar a tiempo los problemas cuando todav¨ªa tiene beneficios y a¨²n llega a tiempo de evitar males mayores.
P. ?Existe una lucha de los supervisores contra el poder de la banca?
R. La supervisi¨®n necesita tener una buena regulaci¨®n y contar con normas adecuadas. Es un sector muy especial. La relaci¨®n entre supervisor y banca suele llevar a fuertes tensiones, en las que a veces ganan unos y otras veces otros.
"El supervisor responde ante la sociedad"
P. ?Qu¨¦ necesita la supervisi¨®n para ganar?
R. Primero, que tenga la necesaria experiencia y exista voluntad pol¨ªtica de tener un sistema financiero sano. Despu¨¦s, que cuente con mecanismos de regulaci¨®n y supervisi¨®n que identifiquen a tiempo los problemas. Si no se atajan las dificultades hasta que ya est¨¢n avanzadas, el supervisor pierde fuerza y puede ser esclavo de omisiones anteriores. El responsable de la buena marcha de un banco es el gestor, pero el supervisor responde tambi¨¦n de la salud del sistema ante la sociedad.
P. A la vista de los acontecimientos, ?cree que el Popular deber¨ªa haber recibido ayudas p¨²blicas en 2012 como algunas cajas?
R. La mayor¨ªa de las cajas de ahorros entraron en una muy grave crisis de solvencia a principios de los 2000, que bien mereci¨® calificarse como ¡°la crisis de las cajas¡±. A veces surgi¨® incluso el fraude. La situaci¨®n mereci¨® un tratamiento muy especial, fusiones incluidas. Algunos bancos tambi¨¦n sufrieron problemas, pero de profundidad muy diferente. De tal manera que el supervisor, con raz¨®n o sin ella, consider¨® que podr¨ªa ser resueltos por los propios bancos. El tiempo dir¨¢.
P. ?Es justo decir que las cajas estaban llenas de malos banqueros?
R. En buena parte de ellas s¨ª, pero no dir¨ªa que todas estaban llenas de malos banqueros.
P. ?C¨®mo definir¨ªa al buen banquero y al malo, como titula en su libro?
R. Los buenos banqueros son profesionales ¨ªntegros, capaces de rodearse de gente competente y sucesores potenciales, buenos administradores de los recursos, son de los dem¨¢s, capaces de implantar una buena pol¨ªtica de cr¨¦ditos, tener cuentas transparentes y resolver sus problemas tempranamente.
El mal banquero carece de estas cualidades: maquilla las cuentas e incluso puede entrar en una espiral letal, ocultar la insolvencia e incurrir en el fraude. As¨ª lo describo en mi libro.
P. ?Puede mejorar la banca su mala reputaci¨®n social?
R. S¨ª claro, debe hacerlo, pero ser¨¢ un proceso lento, pues partimos de una cultura determinada, a la cual la desregulaci¨®n incorpor¨® serios deterioros en las conductas y en la reputaci¨®n. Pero la tendencia es positiva. En todo caso, la falta de transparencia y las remuneraciones desproporcionadas dificultan la buena reputaci¨®n.
"Mis criterios est¨¢n basados en experiencias"
P. Algunos le critican porque consideran que sus soluciones a la banca son muy tajantes y, en ocasiones, dif¨ªciles de aplicar cuando se act¨²a como supervisor. Dicen que usted es demasiado te¨®rico¡
R. Tiene gracia. Precisamente mis criterios est¨¢n todos fundamentados en experiencias de ¨¦xito propias, no en teor¨ªa ni en libros. Primero, los nueve a?os resolviendo esos problemas desde el Banco de Espa?a, donde se atajaron temas extremadamente dif¨ªciles, t¨¦cnica y pol¨ªticamente. Recordemos las crisis bancarias de Rumasa, Banca Catalana o la entrada de bancos extranjeros. No son teor¨ªas, sino una doctrina experimentada que se aplic¨® en una ¨¦poca llena de graves dificultades. A estos a?os siguieron otro 30 de trabajo en las trincheras de otros pa¨ªses.
Sostengo que cuando una situaci¨®n problem¨¢tica va mejorando claramente, la tolerancia puede ser sabia, pero si empeora, es un suicidio. Aunque solo sea porque los activos improductivos no generan ingresos, como su nombre indica, pero el pasivo que los sustenta s¨ª que genera gastos. Se pierde dinero y liquidez d¨ªa a d¨ªa. No se deben hacer arreglos contables contra la insolvencia, sino inyectar capital real.
P. La expansi¨®n monetaria del BCE ?nos puede volver a meter en una burbuja de sobrevaloraci¨®n de activos?
R. La pol¨ªtica de los principales bancos centrales del mundo ha podido resolver problemas a corto plazo. Pero su perpetuaci¨®n, unida al debilitamiento internacional de la supervisi¨®n puede esconder problemas de solvencia bajo la abundante liquidez. Adem¨¢s, existe el riesgo de fomentar una actitud de riesgo moral en algunos banqueros: ¡°no tomo medidas dr¨¢sticas porque la liquidez abunda y la supervisi¨®n no me acucia.¡± En un art¨ªculo de marzo de 2007 advert¨ª de los riesgos que ten¨ªa el exceso de liquidez. Y dec¨ªa que el exceso de liquidez es ¡°opio del banquero¡±, porque emborrona el sentido del riesgo, incita a un crecimiento desmesurado y suele generar insolvencia. Por supuesto que distorsiona adem¨¢s los sistemas financieros y, s¨ª, puede crear burbujas.
P. Usted dice ser un hombre libre, sin ataduras, pero en libro no menciona a nadie directamente como responsable de la crisis¡
R. L¨®gicamente. Se trata de un libro de conceptos y ser¨ªa una imprudencia. Yo creo que precisamente el no caer en lo epis¨®dico le da al libro m¨¢s fuerza y una validez internacional.
P. ?Qu¨¦ parte de culpa tienen los auditores de esta crisis?
R. Algunas auditoras hacen un buen trabajo y merecen ser felicitadas. Pero estas actuaciones no abundan en ning¨²n pa¨ªs. Cuando los supervisores son permisivos, algunos auditores se alinean con ellos y emiten informes poco significativos o ambiguos. Incluso cuando el supervisor es riguroso, algunos auditores pueden ser sensibles a las presiones.
P. ?Cree que se ha hecho justicia con todos los malos banqueros?
R. Solo en parte.
P. ?Lo peor de una crisis bancaria es el gran coste que tienen para el contribuyente?
R. Ese es un grave mal, pero tambi¨¦n son muy graves los problemas que provocan en la econom¨ªa y en el desempleo. Por eso, la nueva regulaci¨®n internacional trata de evitar este coste, haciendo sufragar el saneamiento a inversores e incluso a determinado nivel de depositantes. Lo malo es que si la insolvencia se identifica y se trata tard¨ªamente, las p¨¦rdidas ser¨¢n m¨¢s fuertes y el contribuyente se ver¨¢ tambi¨¦n afectado.
P. ?Habr¨¢ banqueros y supervisores que se sientan aludidos en su libro?
R. Sin duda. En contra y a favor. El objetivo del libro es preventivo. Trata de influir para mejorar el sistema. Y si los mensajes no son o¨ªdos, al menos pretende crear una conciencia que sirva de referente. En definitiva, que la siguiente crisis llegue m¨¢s tarde y sea menos profunda.
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