Las peores horas de Travis Kalanick, consejero delegado de Uber

Hace apenas dos semanas que Travis Kalanick, cofundador de Uber, perdi¨® a su madre en un accidente en un barco recreativo. Su padre todav¨ªa se recupera de las heridas. ?l, todav¨ªa consejero delegado de la aplicaci¨®n de transporte de viajeros, intenta mantener el tipo y su posici¨®n con demasiados frentes abiertos: una fuga de altos directivos a la que se suman las batallas legales y hasta los despidos por acoso y discriminaci¨®n en el seno de la empresa. Su posici¨®n la frente de Uber podr¨ªa pender de un hilo.?

El consejo de Uber se re¨²ne este martes con la intenci¨®n de poner al l¨ªder de la aplicaci¨®n en la nevera durante un tiempo. Hasta que las aguas vuelvan a su cauce. Uber, valorado en m¨¢s de 68.000 millones de d¨®lares, mantiene un gran paquete de acciones en manos de su m¨¢ximos dirigente. Como hicieron en su momento Mark Zuckerberg en Facebook o Drew Houston en Dropbox, el porcentaje de la startup que sigue en manos de Kalanick complica su derribo.

La pasada semana sali¨® a la luz un email de 2013, cuando se estrenaron en Miami. El directivo daba instrucciones sobre c¨®mo comportarse en la fiesta, detallando en qu¨¦ condiciones era apropiado mantener relaciones sexuales entre compa?eros. Este correo se ha desempolvado durante la investigaci¨®n sobre discriminaci¨®n en el puesto de trabajo que dirige el exfiscal general Eric Holder bajo la supervisi¨®n de Arianna Huffington. El martes pasado despidieron a una veintena de empleados tras comprobarse que los casos de acoso sexual y laboral ten¨ªan fundamento. Otros 30 han sido apercibidos y tendr¨¢n que seguir una formaci¨®n especial para mantener su empleo.

Desde hace m¨¢s de dos a?os Uber coquetea con la posibilidad de comenzar a cotizar en Bolsa. La cantidad de conflictos abiertos en todo el mundo desaconsejan dar el paso. El despilfarro financiero de los dos ¨²ltimos semestres invita a recortar gastos. En Am¨¦rica Latina ya ha cerrado algunas oficinas, como las de Colombia, donde solo siguen en Bogot¨¢ con espacio propio, aunque ofrecen servicio en m¨¢s ciudades.

Las quejas por el descenso de calidad de su soporte son constantes en Twitter en toda Am¨¦rica Latina mientras Cabify conquista ese espacio. Despu¨¦s de cinco a?os de crecimiento acelerado, Uber se ha estancado en 12.000 empleados y m¨¢s de un mill¨®n y medio de conductor que trabajan por cuenta propia.

A esto se suman los litigios con autoridades locales. Uber, en muchas ocasiones, prefiere gastar en abogados a estudiar y respetar el marco legal. Prefiere forzar los cambios y llegar a los tribunales que crear f¨®rmulas que se ajusten a la norma. En el caso de Espa?a, por ejemplo, entraron sin licencias en Barcelona. Se adaptaron para ser repartidores de comida, un experimento que fue el germen del actual Uber Eats. En su segunda etapa, despu¨¦s de que Cabify allanase el terreno con las licencias VTC (veh¨ªculos turismo con conductor), han vuelto sin cruzar la l¨ªnea de la legalidad vigente.

En sus inicios Uber cont¨® con Google como padrino, el gran se?or de Silicon Valley. Su fondo de capital riesgo les hizo entrega de 200 millones de d¨®lares para arrancar, en su ronda de capital semilla, cuando solo eran una idea prometedora. El verano pasado comenz¨® la traici¨®n de Uber, que ha llevado a ambas empresas a los tribunales de San Francisco.

Anthony Levandowski, ingeniero de Waymo, la filial del buscador para el coche aut¨®nomo, dej¨® la firma para crear Otto, dedicada a lo camiones sin conductor. Con solo dos meses de actividad, Uber la termin¨® por comprar en lo que popularmente se conoce como un acqui-hire, cuando se compra una empresa para fichar sus patentes y empleados de una sola vez. En diciembre Google recibi¨® algunos avisos de proveedores, Uber estaba usando planos y dise?os de su propiedad que Levandowski se hab¨ªa llevado consigo, un robo que le ha costado la salida de Uber.

Otro de los problemas reside en la falta de perfiles preparados para asumir el cargo dentro de la empresa. Hace unos meses Uber buscada n¨²mero dos, ahora est¨¢ sin director de operaciones, sin un financiero al frente. Emil Michael, director de negocio, tambi¨¦n ha dicho adi¨®s al m¨¢ximo competidor del taxi.

Los cuarteles generales de Uber est¨¢n?a solo un bloque de los de Twitter. Los inversores temen tomar una decisi¨®n y terminar estancados, como lo est¨¢ Twitter. Jack Dorsey, cofundador del p¨¢jaro azul, fue consejero delegado de la empresa, tras una salida forzada, cre¨® el sistema de pagos Square, que tambi¨¦n cotiza en bolsa y se sit¨²an pocas plantas debajo de la sede de Uber. Tras volver a Twitter hace casi dos a?os compagina su labor como consejero delegado en ambas. La acci¨®n de Twitter no remonta, y Dorsey se aferra al puesto tras su primera salida. El consejo estudia las opciones para evitar un retorno que convierta a Uber en una empresa zombi.

El martes el consejo dar¨¢ su veredicto. A Travis Kalanick le espera una larga noche antes de conocer su destino.