La independ¨¨ncia, per fer qu¨¨? Respuesta a Jordi Gal¨ª
Burlar la ley no es la alternativa para tener instituciones m¨¢s modernas, un bienestar m¨¢s s¨®lido y una mejor educaci¨®n
Querido Jordi,
El 14 de octubre de 2012 escribiste un art¨ªculo en La Vanguardia en el que analizabas el tipo de pol¨ªtica econ¨®mica que una Catalu?a independiente deber¨ªa llevar a cabo. Dec¨ªas (mi traducci¨®n): "La perspectiva de una Catalu?a-Estado no me genera una atracci¨®n incondicional. Para que me entiendan, y llevando el argumento al extremo, si la independencia tiene que convertir a Catalu?a en una nueva Cuba o una Corea del Norte en el Mediterr¨¢neo, pienso que m¨¢s vale que lo dejemos estar. Mi atracci¨®n por la opci¨®n soberanista est¨¢ vinculada a los conceptos de oportunidad y de posibilidades que aquella ofrece".
Defend¨ªas en particular seis objetivos clave para una futura pol¨ªtica econ¨®mica: "(1) Necesidad de un nuevo modelo de administraci¨®n p¨²blica basado en los principios de austeridad, eficiencia y servicio de calidad al ciudadano.... (2) Importancia capital de procedimientos administrativos y judiciales sencillos, r¨¢pidos y eficientes, que maximicen la seguridad jur¨ªdica de los particulares y garanticen plenamente sus derechos.... (3) Necesidad de un marco laboral flexible, con un contrato ¨²nico indefinido que ponga fin a la dualidad actual, y donde el papel de los tribunales no consista en "decidir por las empresas", sino que est¨¦ restringido a garantizar el respeto a los procedimientos establecidos y la no discriminaci¨®n. ... (4) Una fiscalidad sobre empresas y trabajadores que favorezca la inversi¨®n extranjera y la atracci¨®n de talento. ... (5) Adopci¨®n del ingl¨¦s como tercera lengua oficial, enfatizando su papel como lengua de relaci¨®n con el mundo, incluyendo la relaci¨®n entre empresas y profesionales extranjeros y administraci¨®n. Esto requerir¨ªa una campa?a intensa de alfabetizaci¨®n con la colaboraci¨®n de medios de comunicaci¨®n y escuelas.... (6) Un Estado del bienestar de calidad, que sea generoso con los desvalidos, pero con m¨ªnimas distorsiones y desincentivos, e implacable con el fraude". No te sorprender¨¢ saber que comparto plenamente estos objetivos, como lo hace la opci¨®n pol¨ªtica por la que trabajo, Ciudadanos. Luchamos, desde el Parlamento de Madrid, y desde los parlamentos auton¨®micos, por regenerar Espa?a y por modernizar su econom¨ªa en la l¨ªnea que planteas.
El motivo de mi carta es rogarte que reflexiones de nuevo, desde 2017, sobre si es razonable pensar que la independencia es el camino para lograr las pol¨ªticas econ¨®micas modernas que planteas. En ese sentido, me gustar¨ªa hacerte varias reflexiones. Te rogar¨ªa que, frente a la emoci¨®n irracional (propia del siglo XIX) que embarga a muchos de nuestros conciudadanos, pensaras en ellas como el economista ilustre que eres, de forma racional y desapasionada.
- El grado de autogobierno que tiene Catalu?a es muy elevado, mayor en muchos aspectos que el propio de un Estado Federal. Hay muchos ejemplos de este autogobierno que todos los ciudadanos perciben con claridad. Por ejemplo, mientras en EE UU un atentado como el de Las Ramblas hubiera sido responsabilidad principalmente del FBI, en Barcelona, como presumi¨® el Consejero de Interior, fue responsabilidad principal y casi ¨²nica de los Mossos. Tambi¨¦n perciben los ciudadanos que los s¨ªmbolos de Espa?a en Catalu?a son pr¨¢cticamente inexistentes. Hay muchas otras ¨¢reas en las que quiz¨¢s el ciudadano medio no aprecia el enorme grado de descentralizaci¨®n existente. Perm¨ªteme que te cuente, entre nosotros (y los lectores de EL PA?S) las dificultades que tenemos para llevar a cabo cambios en pol¨ªticas activas, en formaci¨®n, o en educaci¨®n, desde Madrid. En reuniones recientes con la ministra de Trabajo hemos llegado a acuerdos para introducir un "cheque de formaci¨®n" que permita a los trabajadores controlar el dinero para su propia formaci¨®n y decidir c¨®mo y d¨®nde usarlo. Pues bien, depende de las Comunidades Aut¨®nomas sumarse o no, no es posible hacer que se implemente desde Madrid. El TC ha dictaminado que todo el dinero de las pol¨ªticas de empleo debe ser controlado por los servicios de empleo auton¨®mico. En educaci¨®n, el presupuesto del Estado son 2.500 millones de euros, que se gastan casi ¨ªntegros en becas, frente a los 35.000 millones que controlan las autonom¨ªas. En sanidad el Estado controla 4.000 millones de gasto, frente a las comunidades que controlan 55.000 millones. Pues bien, a pesar de esas competencias, los sucesivos Gobiernos de Catalu?a no han tratado de poner en marcha las pol¨ªticas que t¨² sugieres. Al contrario, la misma corrupci¨®n, el mismo amiguismo que, desgraciadamente, ha imperado en muchos ¨¢mbitos en muchas regiones de Espa?a, ha imperado en Catalu?a. El pensar que, por ejemplo, un peque?o aumento de competencias educativas o de empleo llevar¨ªa a un giro copernicano de las pol¨ªticas educativas o de empleo que ya controla el Govern parece desafiar la l¨®gica.
- ?El Brexit nos muestra cada d¨ªa lo delicadas que son las instituciones responsables de la prosperidad de Europa occidental. Los destructores, los nacionalistas, los que buscan el particularismo, han vendido a un electorado brit¨¢nico emocional y harto de austeridad, un camino muy f¨¢cil hacia la "independencia" del Reino Unido. Desgraciadamente, este camino simplemente no existe. Como Theresa May descubre cada d¨ªa, es imposible para el Reino Unido conseguir la prosperidad a la que aspira a base de crear nuevas barreras. En vez de pol¨ªticas abiertas y modernas, el Reino Unido corre un riesgo cierto de encerrarse cada vez m¨¢s en el particularismo etnicista. No es dif¨ªcil de imaginar un camino similar hacia el aislamiento para Catalu?a, precisamente el opuesto al que t¨² deseas. Ese camino es imposible en la situaci¨®n actual.
- ?Lo crucial para la prosperidad, como muy bien dices en tu art¨ªculo, es el Estado de derecho, la seguridad jur¨ªdica, el que las normas se cumplan. Pues bien, este camino a la independencia trazado en confluencia con los sectores m¨¢s retr¨®gados de la sociedad catalana (la CUP, las fuerzas rurales nacionalistas m¨¢s regresivas) pasa por ignorar tanto la jerarqu¨ªa habitual de leyes como las mayor¨ªas reforzadas necesarias para cualquier cambio constitucional (recuerda que el propio Estatut requiere de dos tercios para su modificaci¨®n). ?Qu¨¦ te puede hacer pensar que una rep¨²blica nacida con semejantes bases se volver¨ªa repentinamente respetuosa con la ley y el Estado de derecho?
En definitiva, Catalu?a est¨¢ sumida, principalmente por la absurda huida hacia delante de los nacionalistas moderados, en una situaci¨®n preinsurreccional en la que la ¨²nica esperanza de muchos es una sobrerreacci¨®n de "Madrit" que lleve a unas enormes manifestaciones al estilo de la revoluci¨®n naranja. Pero la situaci¨®n de Catalu?a no es ni la de T¨²nez ni la de Ucrania.
Entiendo y comparto muchas de las frustraciones sobre Espa?a que refleja tu art¨ªculo. Podemos y debemos hacerlo mucho mejor de lo que lo hemos hecho. Las universidades, que tanto te preocupan, son un caso claro. Pero Espa?a no es un Estado fallido. Es un pa¨ªs vibrante y libre, donde la calidad de vida es muy elevada, el Estado del bienestar, particularmente las pensiones y la sanidad, son de las mejores del mundo. Romper este Estado, burlando el necesario respeto a la ley, supone incurrir en enormes riesgos para todos en un mundo incierto. La alternativa es trabajar con los muchos que en Espa?a, en la izquierda, en el centro y en la derecha, queremos cambiar el pa¨ªs para que tenga unas instituciones m¨¢s modernas, un Estado del bienestar m¨¢s s¨®lido, y un sistema educativo mucho mejor.
Un fuerte abrazo
Luis Garicano es profesor de Econom¨ªa y Estrategia en el IE Business School y responsable de Econom¨ªa y Empleo de Ciudadanos
Jordi Gal¨ª, a quien se refiere este art¨ªculo, es un economista espa?ol.
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