Canad¨¢ amenaza con dejar de hacer negocio con Boeing

Justin Trudeau alza las espadas en el litigio que la compa?¨ªa aeroespacial Bombardier libra con Boeing. El primer ministro canadiense contraataca por donde m¨¢s duele a la Administraci¨®n de Donald Trump: los lucrativos contratos de defensa. Ottawa anuncia as¨ª que va a cancelar la compra de cazabombarderos F/A-18 Super Hornet que ensambla el conglomerado estadounidense.

¡°No haremos negocios con una empresa que se dedica a presentar demandas contra nosotros y que trata de eliminar nuestros empleos en nuestro sector aeron¨¢utico¡±, afirm¨® el mandatario, utilizando un lenguaje proteccionista calcado a la ret¨®rica de su hom¨®logo estadounidense. A su lado ten¨ªa a Theresa May, que tambi¨¦n est¨¢ estudiando medidas contra la compa?¨ªa Boeing.

Si Trudeau consuma su amenaza, estar¨¢ en juego un contrato con el que Boeing podr¨ªa embolsarse m¨¢s de 5.200 millones de d¨®lares. Trump, por su parte, solicit¨® que se presente el presupuesto para el desarrollo de un Super Hornet avanzado como una alternativa para renovar la flota de la Navy, en lugar de utilizar el F-35 de Lockheed Martin, que est¨¢ disparando los costes del Pent¨¢gono.

El Departamento de Estado notific¨® justo la semana pasada al Congreso que hab¨ªa autorizado la venta de estos aviones de combate a Canad¨¢. El contrato incluye los aviones, los equipamientos necesarios para poder operarlos y el armamento. El F/A-18, que se fabrica en Missouri, es un avi¨®n que est¨¢ dise?ado para realizar operaciones de combate en vuelo y atacar objetivos t¨¢cticos.

El litigio comercial entre Boeing y Bombardier lleva abierto desde abril. La compa?¨ªa canadiense trata de competir en el segmento de los vuelos de corto recorrido con el nuevo CSeries. La multinacional de Chicago, sin embargo, pide que se investigue las ayudas que sostienen el desarrollo del nuevo avi¨®n, porque consideran que son il¨ªcitas, lo que podr¨ªa llevar a la aplicaci¨®n de sanciones.

A la espera del dictamen final

Boeing busca, en concreto, que se imponga un arancel de casi el 80% a las importaciones de aviones fabricados por Bombardier. El modelo CSeries, que compite con el bimotor de pasillo ¨²nico B737, tiene entre sus clientes m¨¢s potentes a la aerol¨ªnea Delta. Estas subvenciones permiten, seg¨²n el gigante aeroespacial estadounidense, adquirir los aviones a un precio artificialmente bajo.

La amenaza de Trudeau se produce en plena revisi¨®n del acuerdo comercial norteamericano. Bombardier tiene una de sus principales plantas de producci¨®n en Irlanda del Norte, donde fabrica las alas. Londres no precisa qu¨¦ medidas estar¨ªa dispuesta a adoptar. Se mantiene a la espera de conocer el dictamen de la Comisi¨®n de Comercio Internacional de EE UU, el 25 de septiembre.

El CSeries tiene capacidad para un centenar de pasajeros. Es un segmento que abandon¨® Boeing hace una d¨¦cada. Pero los bajos precios lo hacen atractivo para las aerol¨ªneas que buscar cubrir rutas regionales m¨¢s largas. El conglomerado estadounidense responde a Trudeau diciendo que es una dispuesta cl¨¢sica antidumping, por competencia desleal, no contra Canad¨¢.