Abengoa, otra vez en urgencias
El grupo andaluz, de nuevo al borde del colapso tras la sentencia a favor de varios bonistas que impugnaron el plan de salvaci¨®n
La sentencia del juez sevillano Pedro M¨¢rquez que obliga a Abengoa a pagar la deuda que le reclaman un grupo de acreedores-bonistas ¡ªque hab¨ªan impugnado el plan de salvamento de la compa?¨ªa¡ª ha devuelto a la firma a la sala de urgencias, un sitio del que quiz¨¢ nunca ha llegado a salir del todo. De repente, justo cuando estaba intentando dar la imagen de una mejor¨ªa con algunos contratos, se encuentra con que tiene que abonar 100 millones de euros (de los que la empresa reconoce 72) de forma inmediata. Y estos podr¨ªan aumentar a 216 millones si se ejecutan varios avales comprometidos con firmas multinacionales.
Mientras el grupo se acerca al precipicio, su auditor, Deloitte, que no quiere m¨¢s l¨ªos, ha advertido de la incertidumbre que se abre sobre su continuidad. La empresa no tiene caja y, seg¨²n resalta la firma auditora, su patrimonio es negativo al cierre del primer semestre.
Todo un torpedo en la l¨ªnea de flotaci¨®n de una nave que vuelve a ir a la deriva y que, si alguien no lo evita, se ver¨¢ abocada a recalar en el concurso de acreedores, esa figura tan espeluznante para las empresas y que Abengoa ha estado tratando de evitar desde que present¨® el preconcurso all¨¢ por noviembre de 2015. Y ha sido por una impugnaci¨®n contra el plan de reestructuraci¨®n financiero y societario ¡ªque firm¨® con el 94% de sus acreedores¡ª de un grupo de bonistas que no estaban conformes con el acuerdo, que hab¨ªa sido dirigido por los bancos implicados. Este supon¨ªa una quita del 97% y un aplazamiento de siete a?os en el pago.
Los responsables de la compa?¨ªa que preside Gonzalo Urquijo, adem¨¢s de pedir al juzgado una aclaraci¨®n, han tratado de negociar con los bonistas que impugnaron el acuerdo un aplazamiento del pago; pero sin ning¨²n ¨¦xito. A estos les asiste el derecho de restituci¨®n de sus inversiones y no parece que est¨¦n dispuestos a ceder. En ese grupo hay peque?os inversores representados por el despacho profesional Zamora De Claver ¡ªbonistas cuya deuda va de 300.000 a tres millones de euros¡ª y otros de m¨¢s poder¨ªo, como la aseguradora Zurich o la firma Portland General Electric, a las que defiende el bufete Garrigues.
En consecuencia, la sociedad est¨¢ pr¨¢cticamente colapsada y solo varios milagros podr¨ªan salvarla. Pero acostumbrada a vivir con el agua al cuello durante los ¨²ltimos a?os, no pierde la esperanza. Esta pasar¨ªa por desinvertir activos que ya tiene puestos en venta, pero de los que no consigue desprenderse. Entre ellos est¨¢ la denominada joya de la corona del grupo, Atl¨¢ntica (antes Abengoa Yield), sobre la que la empresa ha dicho que est¨¢ pendiente de "la concesi¨®n de algunas autorizaciones". Esta filial cotiza en la Bolsa de Nueva York y en la que tiene en torno al 41,50%. El precio de este paquete se hab¨ªa cifrado en 1.000 millones de euros, aunque ahora, quiz¨¢ porque a r¨ªo revuelto se ha devaluado, se sit¨²a entre 700 y 800. Una cantidad que ir¨ªa destinada al pago de la deuda asociada al proceso de reestructuraci¨®n; pero que, de ser as¨ª, le permitir¨ªa salvar el rev¨¦s judicial y el pago inmediato a los bonistas. Aunque a estas alturas y tras tantos devaneos cuesta cre¨¦rselo.
Tampoco ha podido colocar en el mercado la planta de cogeneraci¨®n que est¨¢ terminando en M¨¦xico (prevista para 2018) y cuyo precio se hab¨ªa evaluado en unos 500 millones, ni la de bioetanol (por 140 millones). La misma suerte han seguido las l¨ªneas de electricidad de Brasil y los activos que posee en Ghana y Argelia. Algunos competidores que las han examinado han destacado la dificultad que entra?a cerrar las operaciones y que luego se pueden encontrar con reclamaciones de los acreedores.
Esa es una de las claves de que no haya podido prosperar en ese frente. El otro milagro es que los mismos bancos que negociaron el plan (Santander, Bankia, Popular, Caixabank, HSBC y Cr¨¦dit Agricole) hagan un nuevo esfuerzo ("de perdidos al r¨ªo") en el que les acompa?en los fondos de inversi¨®n que entraron el capital de la empresa tras esa reestructuraci¨®n (Abrams Capital, The Baupost Group,Canyon Partnets, The D. E. Shaw Group, Elliot Management, Oaktree y V?rde). Sin embargo, puede darse el proceso contrario: que muchos acreedores tambi¨¦n quieran reclamar ahora, tras la sentencia del juez, y exijan su deuda.
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