Miedo al entierro de la sardina ib¨¦rica
Portugal y Espa?a negocian la restricci¨®n de capturas ante la alerta de los cient¨ªficos por la extinci¨®n de la especie
La pen¨ªnsula ib¨¦rica tiene en peligro de extinci¨®n a los dos animales que simbolizan sus pa¨ªses, el toro (Espa?a) y la sardina (Portugal). S¨ªmbolos de las fiestas populares, mientras el cuadr¨²pedo apenas afecta a la dieta alimenticia mediterr¨¢nea, el pez no falta en la mesa portuguesa. Portugal, el mayor consumidor de pescado de la Uni¨®n Europea, corre el riesgo de quedarse sin su manjar predilecto.?
Dona Ceucinha tiene los ojos achinados y no porque venga del m¨¢s all¨¢, sino por las d¨¦cadas cocinando entre el humo. Se encarga de las brasas en el restaurante lisboeta ?ltimo Porto; entre contenedores de la estiba al pie de r¨ªo, de su parrilla salen asadas las mejores sardinas de la ciudad. Como, de momento, las sardinas no se cr¨ªan en piscifactor¨ªa, Dona Ceucinha no lo sabe pero se puede quedar el pr¨®ximo a?o sin el pez que simboliza la ciudad.?
El Consejo Internacional para la Exploraci¨®n Del Mar (ICES) ha aconsejado a la Comisi¨®n Europea que se ponga fin a la captura de la sardina en aguas del Atl¨¢ntico y del Cant¨¢brico, es decir, la sardina ib¨¦rica. El organismo cient¨ªfico asegura que solo el par¨®n absoluto de la captura permitir¨¢ regenerar la especie; seg¨²n sus datos, los planes de reducci¨®n de capturas no han tenido ¨¦xito. Para Portugal ¡ªy en menor medida para Espa?a¡ª la noticia es dram¨¢tica.?
La restricci¨®n es un problema ib¨¦rico m¨¢s que europeo. En el volumen total de los caladeros continentales esta especie solo supone el 4% de las capturas; por tanto van a ser los dos pa¨ªses ib¨¦ricos quienes se autoimpongan sus propios l¨ªmites. Esta semana se reunir¨¢n autoridades de ambos pa¨ªses para consensuar medidas conjuntas.
La ministra portuguesa del Mar, Ana Paula Vitorino, ya ha garantizado a pescadores y consumidores que no seguir¨¢ los consejos del CIES, al menos no en la prohibici¨®n absoluta de la captura de la sardina y menos para 15 a?os. Pero s¨ª va a actuar: ¡°Por primera vez Portugal va a delimitar en sus aguas zonas de no captura de sardina. Probablemente se prohibir¨¢ la pesca en los caladeros de la zona centro del pa¨ªs y en la zona norte, las zonas m¨¢s importantes para la reproducci¨®n de la especie¡±, anunci¨® el mi¨¦rcoles en la Conferencia sobre El Valor de los Oc¨¦anos que se celebra en Lisboa, pero el viernes, tras reunirse con los pescadores, dio marcha atr¨¢s. Se pescar¨¢ por cualquier parte, aunque se reducir¨¢n los d¨ªas semanales de captura, sobre todo en marzo y abril.
Portugal es el primer consumidor de pescado de la UE y el tercero del mundo tras Islandia y Jap¨®n. El portugu¨¦s come 55 kilos anuales, frente a los 46,2 del segundo, el espa?ol, y m¨¢s del doble que la media de la UE (25,5 kilos), seg¨²n datos de Eurostat. De media, el portugu¨¦s se gasta al a?o 311 euros en pescado, tres veces la media europea; el espa?ol, 216 euros. Y la sardina es el pez preferido en Portugal y el segundo en Espa?a, despu¨¦s de la merluza, seg¨²n recoge el Observatorio Europeo de Productos de Pesca.
Aunque en el exterior se identifique a Portugal con el bacalao, la sardina es el primer pescado fresco y el s¨ªmbolo de su capital. Las verbenas de san Antonio, patr¨®n de Lisboa, van unidas a las parrilladas de sardinas en la calle. Se calcula que en ese mes de junio se consumen 13 sardinas por segundo y todas salvajes. La sardina no sale de piscifactor¨ªas ni llega de los mares del norte como el bacalao; se pesca en aguas propias, de ah¨ª tambi¨¦n la identificaci¨®n con el pa¨ªs.
El estudio del CIES no es vinculante para el Consejo de Europa, aunque se suelen seguir sus recomendaciones. Bruselas ha advertido que no prohibir¨¢ la captura, pero que los pa¨ªses ib¨¦ricos deben tomarse en serio la advertencia del ICES.
El Gobierno portugu¨¦s propone reducir la captura de la sardina a 14.000 toneladas; la Asociaci¨®n de pescadores de Cerco, que son los que se dedican a esta captura, le gustar¨ªa que fueran 24.650. El pasado a?o se pescaron 17.000 seg¨²n la ministra portuguesa, una minucia si se comparan con las 200.000 toneladas de hace 30 a?os.
¡°Debemos hallar un punto de equilibrio entre la sustentabilidad de los bancos y las comunidades pesqueras para aceptar las recomendaciones del Consejo Internacional de Exploraci¨®n del Mar¡±, explica Vitorino. ¡°En el caso de la sardina la virtud no est¨¢ en los extremos; ni en el fin total de las capturas ni en pescar millones de peces¡±.
L¨ªmites por calendario o zona
El gremio de pescadores prefiere que haya restricciones de calendario antes que geogr¨¢ficas. ¡°La virtud est¨¢ en el medio¡±, insiste la ministra, ¡°que quedar¨ªa lejos de lo que gustar¨ªa a los pescadores y un poco por encima de lo que dicen las organizaciones no gubernamentales¡±.
Humberto Jorge, presidente de la Organizaci¨®n de Productores y de Cerco, pide antes que nada reunirse con el sector espa?ol para adoptar una postura conjunta. ¡°No tiene sentido que Portugal apruebe medidas excepcionales sin una coordinaci¨®n con Espa?a. Ser¨¢ m¨¢s eficaz tomar medidas comunes y aplicadas a la vez que estar definiendo ¨¢reas y calendarios unilaterales de prohibici¨®n¡±. El representante de los pescadores es m¨¢s partidario de prohibiciones ¡°en tiempo real y durante el tiempo necesario cuando se detecten ¨¢reas de juveniles¡±.
Esta semana, autoridades de Portugal y Espa?a se sentar¨¢n para negociar medidas conjuntas con un denominador com¨²n, restricciones. Tras reunirse con el gremio, la ministra Vitorino plantear¨¢ una reducci¨®n de los d¨ªas semanales de pesca, congelaci¨®n de licencias y de permisos para aumentar el tama?o de los barcos, prohibir la sardina de menos de 13 cent¨ªmetros, limitar la captura diaria por barco a 0,5 toneladas (hoy puede llegar a 3,7 toneladas), prohibir la pesca a menos de 20 metros de profundidas y a menos de un cuarto de milla de la costa. Los acuerdos deben de ser entre las flotas de los dos pa¨ªses para que tengan alguna eficacia.
Aparte de la restricci¨®n o prohibici¨®n, organizaciones dedicadas a la sostenibilidad del mar ven parte de la soluci¨®n en la diversificaci¨®n del consumo, en un cambio de costumbres; que otras especies, como la caballa y el carapau, ocupen el lugar de la sardina en las verbenas. Al fin y al cabo, la popularidad hist¨®rica de la sardina se basaba en su bajo precio, pero ahora, cuando llega junio, la sardina portuguesa sale a precio de merluza espa?ola (bueno, de Namibia).
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