Pescadores, industria y consumidores andaluces temen la veda de la sardina
Unas 3.000 familias dependen de una actividad que la UE estudia limitar al m¨¢ximo para regenerar el caladero
Un a?o sin pescar sardinas para dejar que se reproduzcan. Es uno de los escenarios previstos por el International Council for the Exploration of the Sea (ICES), el comit¨¦ cient¨ªfico que asesora a la Comisi¨®n Europea. De acuerdo a este y otros escenarios previstos, as¨ª como en funci¨®n del impacto socioecon¨®mico, el Consejo de Ministros de la UE de diciembre tomar¨¢ una decisi¨®n sobre las capturas de este pez, del que dependen en Andaluc¨ªa 85 barcos, 850 tripulantes y dos millares de empleados de empresas auxiliares.
El ICES plantea desde la captura cero a la aplicaci¨®n de m¨¢s restricciones a la regla de explotaci¨®n para reducir las capturas de sardinas a 4.000 o 16.000 toneladas. Cualquiera de estas medidas afectar¨¢ a la flota andaluza, que ya ha dispuesto de 1,3 millones de ayudas de la Junta de Andaluc¨ªa y Europa para la parada biol¨®gica habitual de diciembre y que se podr¨ªan ampliar si la Comisi¨®n obliga a dejar de pescar sardinas.
¡°No quiero ayudas, quiero faenar¡±, afirma Emilio Gonz¨¢lez, patr¨®n de uno de los barcos de cerco que operan en el golfo de C¨¢diz. Es el resumen de la opini¨®n de los armadores, que han mandado al desguace una docena de los pesqueros que hab¨ªa en 2003 para este tipo de capturas, un 21% de la flota.
Pero la situaci¨®n es muy dif¨ªcil. La sardina ib¨¦rica est¨¢ por debajo de los niveles de biomasa l¨ªmite, que supone que no hay suficiente poblaci¨®n reproductora. Y no se puede hacer otra cosa que dejar que se recupere, ya que la acuicultura no es hoy una alternativa y no se pueden forzar los procesos naturales en el mar.
A esta coyuntura se ha llegado despu¨¦s de que los pescadores hayan agotado antes de tiempo las cuotas de captura que ten¨ªan para este a?o (3.000 toneladas divididas en dos periodos). El mercado ha tirado de demanda, especialmente en verano, y los barcos no han sabido regular la pesca. Los pescadores atribuyen la situaci¨®n a la contaminaci¨®n del mar.
Y eso que la flota ya estaba ajustada al potencial de los caladeros. Pero hasta ahora se ha permitido lo que se llama ¡°pesca ol¨ªmpica¡±, que permite que cada armador se lleve sin l¨ªmite la carga que consiga. Los propios pescadores han demandado que las cuotas se repartan por embarcaci¨®n, una regulaci¨®n que ya est¨¢ en marcha.
Margarita P¨¦rez, directora general de Pesca de la Junta de Andaluc¨ªa, destaca que la situaci¨®n no es solo achacable al sector pesquero. Seg¨²n sus palabras, Andaluc¨ªa cuenta con magn¨ªficos pescadores que consiguen una producci¨®n de ¡°excepcional calidad¡±. ¡°Pero cualquier factor afecta¡±, afirma para hacer ver que todos los integrantes de la cadena, desde el marinero al consumidor, pasando por los supermercados o restaurantes, influyen en la explotaci¨®n del mar.
La responsable andaluza de Pesca no quiere cuota cero. Entiende que el impacto socioecon¨®mico en el sector, que quedar¨ªa limitada su actividad a la captura de boquer¨®n, caballa y jurel, es tan importante que deber¨ªa optarse por una reducci¨®n de cuota para permitir la recuperaci¨®n de los caladeros de este pel¨¢gico de vida corta. Es lo que van a pedir al Ministerio de Pesca que defienda en la comisi¨®n de diciembre. Si no, habr¨¢ que estudiar la ampliaci¨®n de las ayudas. Ahora, la media por marinero es de unos 45 euros por d¨ªa, una cantidad que ser¨ªa dif¨ªcil de mantener si la parada se extiende m¨¢s all¨¢ de los dos meses al a?o actuales.
¡°Con lo que me dan, puedo tirar cuando paramos. Pero lo que quiero es trabajar¡±, lamenta Manuel S¨¢nchez, un pescador de cerco de Punta Umbr¨ªa (Huelva), uno de los puertos m¨¢s afectados. El patr¨®n mayor de la Cofrad¨ªa de Pescadores de Barbate (C¨¢diz), Alfonso Reyes, a?ade que las otras especies que pueden pescar no hacen rentable salir a faenar.
Para el consumidor y la industria transformadora, la alternativa es recurrir a peces de otros pa¨ªses, como ya pas¨® con la anchoa durante cuatro a?os en el Pa¨ªs Vasco. Pero la calidad del producto andaluz es excepcional. ¡°Yo no puedo hacer espetos con la sardina de Ecuador o de otros pa¨ªses. El cliente lo nota y no la pide si no tiene el tama?o y el sabor al que est¨¢ acostumbrado¡±, afirma Francisco Barquero, cocinero de un local de la Costa del Sol que tiene en la ca?a con sardinas a la barbacoa entre sus principales atractivos.
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