La verdadera lista de los superricos
Hasta ahora, la riqueza se valoraba dinero y sin embargo, el poder real se mide en funci¨®n de la fortaleza econ¨®mica
Jeff Bezos es el hombre m¨¢s rico del mundo. A finales de semana, la fortuna del fundador de Amazon super¨® la barrera de los 100.000 millones de d¨®lares, y en los ¨²ltimos a?os su cibercompa?¨ªa no ha dejado de ampliar el negocio. Desde hace tiempo, amazonizaci¨®n es para muchas empresas un t¨¦rmino que infunde terror, y el poder de Bezos aumenta a medida que aumenta su riqueza. Sin embargo, hace mucho que la verdadera fortuna del empresario ha dejado de ser tan astron¨®micamente grande como hace suponer el sonido de la cifra.
Y es que el poder del dinero no se mide seg¨²n la cantidad de riqueza disponible en el conjunto de la econom¨ªa. Estados Unidos, el pa¨ªs en el que Bezos ha amasado su patrimonio, es una econom¨ªa gigantesca. A la vista de su tama?o, hasta los miles de millones del fundador de Amazon parecen poca cosa. Toda la hacienda de este emprendedor de 53 a?os no representa m¨¢s que el 0,5% de la suma de los bienes y servicios que se producen en Estados Unidos en un a?o.
Lo mismo pasa con Bill Gates, fundador de Microsoft, y sus 89.000 millones de d¨®lares, y el legendario inversor Warren Buffet y sus 79.000 millones, que sumados equivalen solamente a una peque?a parte de lo que se produce en Estados Unidos. El hecho no cambia ni siquiera cuando se les a?aden los que ocupan el cuarto y el quinto puesto de la lista de ricos del pa¨ªs: Mark Zuckerberg, director de Facebook (75.000 millones), y Larry Ellison, fundador de Oracle (54.000 millones). Los cinco hombres m¨¢s acaudalados de Estados Unidos alcanzan en conjunto la considerable fortuna de 394.000 millones de d¨®lares, pero incluso esta cifra no supone m¨¢s que el 2,1% del PIB nacional. En Estados Unidos, por tanto, no se puede hablar de una acumulaci¨®n nociva de riqueza. En otras econom¨ªas las cosas son muy diferentes.
Hay pa¨ªses en los que las cinco personas m¨¢s ricas tienen tanto dinero que con ¨¦l podr¨ªan comprar una cuarta parte, o incluso un tercio, de los bienes y servicios que se producen en ellos en un a?o. All¨ª, los multimillonarios son mucho m¨¢s influyentes que en Estados Unidos. Sus fortunas se traducen en poder econ¨®mico, y a menudo tambi¨¦n pol¨ªtico. La verdadera lista de los ricos revela esta influencia; en ella, las grandes fortunas se definen en relaci¨®n con el producto de la actividad econ¨®mica. Welt am Sonntag la ha elaborado bas¨¢ndose en datos del servicio financiero de Bloomberg, el cual no solo proporciona informaci¨®n sobre los patrimonios relativos, sino que permite sacar conclusiones sobre las sociedades de las que proceden los ricos y sobre las cuales estos ejercen luego su influencia. Las respectivas concentraciones de riqueza muestran hasta qu¨¦ punto las econom¨ªas est¨¢n dominadas por los ¡°oligarcas¡±. Incluso es posible determinar el grado de oligarquizaci¨®n de cada pa¨ªs. Cuanta m¨¢s riqueza concentran en sus manos las cinco personas m¨¢s ricas, mayor es el riesgo de que estas puedan influir m¨¢s de la cuenta en el Estado y la sociedad. Precisamente as¨ª se define el t¨¦rmino ¡°oligarqu¨ªa¡± (¡°gobierno de unos pocos¡±): un grupo reducido de personas mueve los hilos, y por regla general, se sirve de ello para amasar grandes fortunas para sus integrantes.
Normalmente, en los pa¨ªses peque?os, el grado de oligarquizaci¨®n es mayor que en los grandes. El valor m¨¢s alto resulta en dos antiguas colonias de la corona brit¨¢nica: Hong Kong y Chipre. En la ciudad-Estado china, las haciendas de las cinco personas m¨¢s ricas representan el 33% de la econom¨ªa. Li Ka-shing, su ciudadano m¨¢s adinerado, posee 34.000 millones de d¨®lares, equivalentes al 10,5% del PIB. Conocido como Superman en los medios de comunicaci¨®n hongkoneses, el empresario de 89 a?os gobierna Hutchinson, su grupo de empresas, como un imperio. Para no llegar nunca tarde, lleva su reloj 20 minutos adelantado.
?nicamente en Chipre se da una concentraci¨®n de riqueza m¨¢s extrema. All¨ª una sola persona, John Fredriksen, posee el equivalente a m¨¢s del 52% del PIB. La fortuna de este noruego hecho a s¨ª mismo, que en 2006 adopt¨® la nacionalidad chipriota por motivos fiscales, est¨¢ valorada en m¨¢s de 10.000 millones de d¨®lares. Adem¨¢s de en la industria naviera, el empresario tiene participaciones en el negocio petrolero. Frederiksen no es el ¨²nico multimillonario de la isla mediterr¨¢nea. Los siguientes cuatro chipriotas con grandes fortunas suman el 28% del PIB.
En los pa¨ªses n¨®rdicos, que precisamente defienden el equilibrio social, la concentraci¨®n de riqueza es sorprendente. Dinamarca arroja un factor de oligarquizaci¨®n del 11%, y Suecia, incluso de 19%. Esto no tiene que ver solo con el hecho de que, a sus 81 a?os, Ingvar Kamprad sea una de las personas m¨¢s ricas de Europa, cuya fortuna se calcula en 48.000 millones de d¨®lares, casi el 10% del PIB sueco. Otros compatriotas tambi¨¦n han acumulado riquezas enormes. Por ejemplo, Stefan Persson, propietario de gran parte de las acciones de H&M, que adem¨¢s de muchas otras propiedades posee 8.700 hect¨¢reas de terreno en Inglaterra.
A pesar de esta concentraci¨®n de riqueza, los pa¨ªses escandinavos no tienen fama de ser plutocracias gobernadas por el dinero. Puede que esto tenga que ver con su larga tradici¨®n de sociedades burguesas con una econom¨ªa de mercado. La situaci¨®n es diferente en los pa¨ªses que han introducido el capitalismo hace poco, y sobre todo en los del antiguo bloque del Este.
Por ejemplo, en la Rep¨²blica Checa el factor de oligarquizaci¨®n es nada menos que del 12%. Andrej Babi?, uno de los multimillonarios del pa¨ªs, acaba de lograr la mayor¨ªa parlamentaria con el movimiento populista fundado por ¨¦l. En realidad, su fortuna asciende ¡°solamente¡± a 4.100 millones de d¨®lares, pero la suma equivale a m¨¢s del 2,1% de la econom¨ªa checa. En comparaci¨®n, la influencia econ¨®mica del presidente estadounidense Donald Trump parece extremadamente modesta. Con su fortuna de 2.900 millones de d¨®lares, seg¨²n cuantificaci¨®n de Bloomberg, The Donald representa un ¨ªnfimo 0,016% de la econom¨ªa de su pa¨ªs.
Babi? ni siquiera es el ciudadano m¨¢s rico de la Rep¨²blica Checa. Por delante de ¨¦l en la lista de acaudalados se encuentra el inversor financiero Petr Kellner. Su fortuna de 12.300 millones de d¨®lares equivale al 6,3% de la producci¨®n de su pa¨ªs en un a?o. Al igual que algunos rusos, los oligarcas checos tambi¨¦n se beneficiaron de la ca¨ªda del Muro. Gracias a sus contactos con el mundo de la pol¨ªtica, durante las privatizaciones lograron hacerse con una buena tajada de la econom¨ªa nacional. Babi? es un ejemplo de c¨®,o la prosperidad econ¨®mica se puede convertir en poder pol¨ªtico. En 2011 fund¨® el movimiento Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO), una especie de recept¨¢culo para los checos indignados.
En Rusia, madre patria de la oligarqu¨ªa, la concentraci¨®n de riqueza es importante. Los cinco rusos m¨¢s ricos poseen casi el 7% del conjunto de la producci¨®n del pa¨ªs. A primera vista puede parecer poco, pero en una econom¨ªa tan grande supone un valor asombrosamente alto. Hasta 1990, tambi¨¦n en Rusia la riqueza estaba repartida de manera m¨¢s o menos igualitaria. La acumulaci¨®n se produjo en los a?os inmediatamente posteriores. Hoy en d¨ªa, tanto Rusia como la Rep¨²blica Checa presentan los inconvenientes de la concentraci¨®n extrema de riqueza, si bien de diferentes maneras. Una caracter¨ªstica es la tendencia al denominado capitalismo clientelista, en el cual un grupo reducido de adinerados se aprovecha con complicidad de su poder para defender sus privilegios. A los reci¨¦n llegados al mundo empresarial se los relega o se los desanima desde el primer momento, lo cual perjudica al dinamismo y la capacidad de innovaci¨®n de la econom¨ªa. Por algo la Rep¨²blica Checa, tras la separaci¨®n, ha quedado rezagada con respecto a Eslovaquia, cuyo factor de oligarquizaci¨®n es de tan solo el 1,3%.
A Rusia, con su sistema de multimillonarios, tampoco le ha ido especialmente bien. El pa¨ªs lleva 30 a?os de relativo declive. En particular, el Kremlin no sale muy bien parado de la comparaci¨®n con China. Aunque oficialmente comunista, la Rep¨²blica Popular tambi¨¦n tiene muchos millonarios y multimillonarios. Sin embargo, con sus 48.000 millones de d¨®lares, Jack Ma, su ciudadano m¨¢s rico, apenas alcanza un factor de oligarquizaci¨®n del 0,4%. En cambio, Alexej Mordaschow, el ruso m¨¢s rico, representa el 1,5%.
En el extremo opuesto de la tierra, llaman la atenci¨®n sobre todo el estado petrolero de Colombia, con un 12,5%, y M¨¦xico, con un 10%. El multimillonario Carlos Slim ? bar¨®n de Telekom en M¨¦xico y ex n¨²mero uno de la clasificaci¨®n de personas m¨¢s ricas del mundo? representa ¨¦l solo el 6,1% del conjunto de la econom¨ªa de su pa¨ªs. El a?o que viene habr¨¢ elecciones en M¨¦xico, y tambi¨¦n podr¨ªa llegar al poder un populista.
En Europa rara vez se da una concentraci¨®n de riqueza tan extrema como en Latinoam¨¦rica. Entre las grandes econom¨ªas occidentales, destaca Francia. All¨ª el nivel de concentraci¨®n de riqueza es del 6,7%, igual que en Rusia. En la segunda econom¨ªa de la zona euro, las familias fundadoras de grandes marcas de lujo como L¡¯Or¨¦al han amasado fabulosas fortunas por encima de todas las guerras y los vuelcos pol¨ªticos. En no pocos casos, los cimientos que lo han permitido se pusieron ya en ¨¦poca napole¨®nica.
En cambio, Alemania apenas est¨¢ oligarquizada. Es cierto que en este pa¨ªs tambi¨¦n hay enormes fortunas familiares, por ejemplo la de Dieter Schwarz, que se calcula en 22.900 millones de d¨®lares, pero incluso el patrimonio del propietario de Lidl y Kaufland solamente alcanza un factor del 0,66%. Aun as¨ª, Schwarz es un ¡°oligarca¡± mayor que Jeff Bezos en Estados Unidos. En t¨¦rminos puramente porcentuales.
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