?Brexit es Brexit?
La UE es la que ha llevado y va a llevar el tim¨®n en el divorcio con Reino Unido
Fue el 11 de julio de 2016 cuando Theresa May dijo aquello de ¡°Brexit significa Brexit¡±. La frase ha perseguido a la primera ministra brit¨¢nica hasta volverse en su contra. Me recuerda al tambi¨¦n tautol¨®gico Black is Black de Los Bravos que grabaron en Londres. Solo pudo participar en el estudio el cantante Mike Kennedy porque el convenio laboral brit¨¢nico solo permit¨ªa grabar en ingl¨¦s a nativos. T¨ªpica controversia anglosajona que no impidi¨® el primer ¨¦xito internacional del pop espa?ol.
La intenci¨®n inicial de la expresi¨®n de Theresa May permanece, porque Gran Breta?a dejar¨¢ la UE, pero el significado es distinto ya. Por mucho que parte de la prensa brit¨¢nica ¡ªno exenta de un comprensible orgullo patrio¡ª quiera establecer que el Gobierno conservador ha conseguido fijar los primeros t¨¦rminos del divorcio, lo cierto es que la UE es la que ha llevado y va a llevar el tim¨®n. As¨ª ser¨¢ en la segunda ronda de negociaciones, con las gu¨ªas que la UE va a fijar para posibles acuerdos comerciales.
Las consecuencias de cada anuncio son malas para Gran Breta?a. Bastante menos negativas para la UE. Y esa es la din¨¢mica. La misma que ha generado un t¨¦trico espejo en el que Londres y Barcelona se miran. Los inversores y empresas se van. Y no vuelven f¨¢cilmente. A distintos ritmos pero sin remisi¨®n. Cualquier intento de levantar la cabeza desde Reino Unido genera indiferencia desde Bruselas. Y al m¨ªnimo episodio de inestabilidad financiera, el Gobierno de las islas recular¨¢ y confirmar¨¢ por en¨¦sima vez que no lleva la mano en esta partida. Se estima que si no hay un acuerdo de base entre las partes sobre temas comerciales para marzo del pr¨®ximo a?o, la angustia crecer¨¢ en Whitehall. Lo m¨¢s pat¨¦tico para los intereses comerciales brit¨¢nicos es que Reino Unido no tiene a¨²n un plan porque el Parlamento no se ha puesto de acuerdo. Comenzar¨¢ a debatirlo el d¨ªa 19.
Tambi¨¦n resulta revelador que aunque Gran Breta?a ha pedido a la UE que fije sus gu¨ªas de negociaci¨®n cuanto antes, ha solicitado que no sean demasiado elaboradas, no sea que se les atraganten de partida. Theresa May puede haber aprendido a estas alturas que habr¨¢ un Brexit blando con m¨¢s costes para su pa¨ªs que para la UE o no habr¨¢ acuerdo, lo que le dejar¨¢ en una posici¨®n a¨²n m¨¢s desesperada. Cada paso atr¨¢s ser¨¢ una nueva oleada de huidas corporativas por el Canal de la Mancha.
Los defensores un Brexit duro en el partido conservador siguen pensando que en la parte comercial llega su turno de palabra. Hasta la fecha han cedido y ahora reclaman acci¨®n. Ser¨¢ complicado. La UE, entre tanto, a lo suyo, cerrando grandes acuerdos comerciales con Canad¨¢ y Jap¨®n. Theresa May tambi¨¦n intent¨® estas alianzas pero volvi¨® con las manos vac¨ªas. Eso es lo que significa el Brexit hoy: la UE es la favorita y la dominante. Pasito a pasito (hacia atr¨¢s) el Reino Unido ir¨¢ caminando hasta el inevitable retorno al acceso al Mercado ?nico.
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