D¨ªaz de Le¨®n se estrena al frente del Banco de M¨¦xico con otra subida de tasas para contener la inflaci¨®n
La aceleraci¨®n de los precios, que cerrar¨¢n el a?o con un crecimiento superior al 6%, y la depreciaci¨®n del peso llevan al instituto emisor a endurecer a¨²n m¨¢s la pol¨ªtica monetaria
M¨¦xico bien puede recordar como lejanos aquellos d¨ªas en los que la inflaci¨®n se disparaba, sin remedio, hasta cifras de doble o incluso triple d¨ªgito. Sin embargo, la escalada de los precios ha vuelto a convertirse en una preocupaci¨®n de primera l¨ªnea en la segunda mayor econom¨ªa de Am¨¦rica Latina: la inflaci¨®n cerrar¨¢ el a?o con un aumento superior al 6% y se cebar¨¢ especialmente con los trabajadores de menores recursos. Ante el incremento de los precios, el nuevo gobernador del Banco de M¨¦xico, Alejandro D¨ªaz de Le¨®n, se ha estrenado este jueves en el cargo con la sexta subida de tipos de inter¨¦s en el ¨²ltimo a?o. El precio del dinero queda en el 7,25%, un cuarto de punto m¨¢s. Hace un a?o, estaba en el 5,25%.
En su decisi¨®n ¨Ccomunicada solo un d¨ªa despu¨¦s de que la Reserva Federal de Estados Unidos hiciese lo propio¨C, el banco central mexicano reconoce un panorama ¡°m¨¢s complejo¡± en torno a la inflaci¨®n y sobre una de las variables que m¨¢s pesa sobre ella: la depreciaci¨®n del peso, que encarece las importaciones. ¡°En particular, desde el tercer trimestre de este a?o se registraron presiones sobre la cotizaci¨®n de la moneda nacional, asociadas a diversos factores, especialmente la renegociaci¨®n del TLC [Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte] y la normalizaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria en EE UU¡±, agrega el instituto emisor al tiempo que reconoce que la inflaci¨®n se ha visto afectada ¡°recientemente por choques adicionales no previstos¡±, que la han llevado a niveles mayores a los anticipados. ¡°Dada la simultaneidad y magnitud de los choques que han venido afectando a la inflaci¨®n, y los altos niveles que esta ha registrado recientemente, el principal reto que enfrenta la junta de Gobierno es el de mantener ancladas las expectativas de inflaci¨®n de mediano y largo plazo y reforzar la tendencia descendente de la inflaci¨®n general hacia su meta¡±.
Con la subida de tasas, D¨ªaz de Le¨®n demuestra estar m¨¢s preocupado por el control de la inflaci¨®n que por el efecto nocivo que la pol¨ªtica monetaria restrictiva pueda tener sobre el crecimiento. En parte, est¨¢ en lo cierto: el escaso peso del sector financiero sobre el conjunto de la econom¨ªa ¨Cinferior a otros pa¨ªses el entorno¨C y la absorci¨®n por parte de los bancos de buena parte del incremento de intereses, sin repercutirlo a sus clientes, han suavizado el impacto sobre el crecimiento. Sin embargo, la reciente desaceleraci¨®n econ¨®mica ¨Ccon unas exportaciones manufactureras que empiezan a dar signos de agotamiento y un consumo privado que parece haber tocado techo¨C hace menos deseable que nunca un freno adicional por la v¨ªa monetaria.
Las principales casas de an¨¢lisis hab¨ªan mostrado en los ¨²ltimos d¨ªas sus discrepancias sobre la decisi¨®n que deber¨ªa tomar el Banco de M¨¦xico: se divid¨ªan entre quienes esperaban un incremento de tasas que ayudase al control de la inflaci¨®n ¨Ctras la sorpresa negativa de noviembre¨C y sostuviesen el tipo de cambio del peso frente al d¨®lar, y quienes esperan que, por el puro efecto de comparaci¨®n frente a un 2017 marcado por la inflaci¨®n, los precios inicien el a?o con un aumento notablemente menor. Con su decisi¨®n, el guardi¨¢n de la pol¨ªtica monetaria mexicana se posiciona con los primeros y gana margen de maniobra para futuras bajadas de tipos, que el mercado espera para tan pronto como la segunda mitad del a?o que viene. Para entonces, la cuesti¨®n que m¨¢s pesa en el ¨¢nimo econ¨®mico mexicano ¨Cla renegociaci¨®n del TLC¨C deber¨ªa estar resulta, para bien o para mal. Tambi¨¦n la ecuaci¨®n pol¨ªtica ¨Ccon las elecciones presidenciales en julio de 2018¨C, que mantiene en vilo a muchos inversores.
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