El consumo se ralentiza tras el fuerte repunte que vivi¨® con la salida de la crisis
El Banco de Espa?a avisa de una desaceleraci¨®n al agotarse las compras de bienes duraderos que se hab¨ªan retrasado durante la recesi¨®n
El Banco de Espa?a?advierte de las primeras se?ales de ralentizaci¨®n del consumo en la econom¨ªa espa?ola. En un an¨¢lisis publicado este martes, el organismo apunta que la robusta bonanza que han experimentado las compras de bienes no esenciales puede estar perdiendo fuelle. Estas adquisiciones se pospusieron por la crisis y tiraron con vigor de la demanda nada m¨¢s iniciarse la mejora. Ahora este viento de cola podr¨ªa dejar de impulsar con tanta fuerza la actividad, se?ala. En parte, esta cierta ralentizaci¨®n justifica que el crecimiento esperado para el a?o que viene por la entidad sea del 2,4%, frente al 3,1% previsto para 2017.
¡°La informaci¨®n coyuntural m¨¢s reciente muestra un cierto agotamiento del fuerte crecimiento del consumo de bienes duraderos¡±, afirma el servicio de estudios de la instituci¨®n. Y para demostrarlo el informe toma tres indicadores. Por una parte, los datos de comercio al por menor de bienes de equipamiento del hogar, cuya evoluci¨®n ha llegado a caer cerca de un 2% durante 2017 tras haber avanzado a tasas de casi el 6% en buena parte de 2014, 2015 e, incluso, 2016. Por otra parte, las pernoctaciones hoteleras de nacionales tambi¨¦n se resienten a finales de a?o y descienden ligeramente frente al incremento de los ¨²ltimos tres a?os.
Por ¨²ltimo, la brecha entre el stock de bienes duraderos que se desea y el que se ha adquirido ha vuelto a estar en negativo despu¨¦s de tres a?os en positivo. Es decir, seg¨²n los indicadores del Banco de Espa?a, los consumidores ya tienen colmadas sus necesidades de este tipo de productos.
Durante la crisis, muchos ciudadanos retrasaron sus decisiones de compra a la espera de una mejora de la econom¨ªa. Las compras que responden a bienes de primera necesidad aguantaron. Pero las adquisiciones de veh¨ªculos, electrodom¨¦sticos, muebles, reformas o viajes se pospusieron por miedo a perder el empleo. En consecuencia, el ahorro se dispar¨® por precauci¨®n. Una vez acabada la crisis, esta ¡°demanda embalsada¡± se desat¨® y propuls¨® la recuperaci¨®n, retroalimentada por una robusta creaci¨®n de empleo. ¡°Durante la etapa recesiva, el gasto en bienes de consumo duradero retrocedi¨® un 4,8%, 2,6 puntos m¨¢s que el conjunto del consumo, mientras que en la fase expansiva aument¨® un 6,2% en promedio anual, 3,7 puntos m¨¢s de lo que lo hizo el gasto total¡±, indica el documento. En cambio, ¡°el gasto en los de primera necesidad ha mostrado oscilaciones c¨ªclicas mucho menos marcadas, registrando tasas medias anuales del ¨C0,7% en las fases de ca¨ªda y del 1,3% en el auge¡±, concluye.
Aunque los salarios sean m¨¢s bajos, un parado que logra incorporarse al mercado de trabajo siempre supone un incremento del gasto mucho mayor que si esa renta se repartiese entre varios que ya trabajan. Combinado con la ca¨ªda de los tipos de inter¨¦s, el desplome del precio del petr¨®leo y una rebaja fiscal, esta espiral virtuosa hizo que la actividad creciese por encima de lo que esperaba cualquier analista. Entre 2014 y 2016, todos los organismos y casas de an¨¢lisis tuvieron que revisar al alza sus previsiones de crecimiento para Espa?a. Y lo hac¨ªan una vez tras otra. Sin embargo, ahora este ciclo podr¨ªa empezar a perder algo de fuerza.
¡°A finales de 2016, de acuerdo con el modelo estimado, se habr¨ªa cubierto la demanda embalsada a lo largo de la crisis, de manera que no cabr¨ªa esperar que este factor siga actuando de dinamizador del consumo agregado de las familias en el corto y medio plazo¡±, avisa el Banco de Espa?a.
Las proyecciones de la entidad publicadas la semana pasada ya anticiparon que habr¨¢ una "menor intensidad de la creaci¨®n de empleo" en 2018. Y por este motivo las familias tambi¨¦n moderar¨¢n su consumo. "La propensi¨®n marginal a consumir es menor cuando las rentas laborales tienen su origen en un aumento de salarios reales que cuando proceden de la generaci¨®n de puestos de trabajo, lo que tender¨¢ a atenuar el dinamismo del gasto de las familias", remachaba. Con la incertidumbre a?adida de Catalu?a, esta conjunci¨®n de factores har¨¢ que, en opini¨®n del Banco, la econom¨ªa crezca el a?o que viene un 2,4% frente al 3,1% que ha pronosticado para 2017.
La otra cara del fuerte aumento de la demanda dom¨¦stica ha sido, por una parte,?la proliferaci¨®n del cr¨¦dito al consumo,?que se ha elevado un 5,1% durante los ¨²ltimos doce meses frente a la ca¨ªda del 2,8% en el saldo hipotecario concedido por la banca. Y por otra,?la disminuci¨®n del ahorro, que se sit¨²a a la mitad del pico registrado durante la crisis y cerca de sus m¨ªnimos hist¨®ricos. Estas dos r¨²bricas demuestran que el consumo hab¨ªa estado creciendo incluso por encima de las rentas generadas. Es decir, ponen en duda que este motor pueda sostener tanto dinamismo durante mucho m¨¢s tiempo.
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