Espa?a se niega a descolgar el ¡®denim¡¯
La industria espa?ola de tela vaquera es, junto a la italiana, una de las dos de la Uni¨®n Europea que ha logrado mantener la producci¨®n del popular tejido frente a la competencia turca o marroqu¨ª
Dicen que quien tuvo, retuvo, y Espa?a, que tuvo una de las mayores industrias de tejido vaquero (tambi¨¦n llamado denim) de Europa, ha logrado lo imposible ante la fiera competencia: conservar parte de esa estructura industrial como segundo fabricante europeo tras Italia. ¡°Todo un milagro, en vista de la gran sobreoferta y la gran competencia de Asia¡±, reconoce Ram¨®n R¨ªos, director del ¨¢rea de Moda de Textil Santanderina, que factura 103 millones, y tiene 360 empleados y cuatro plantas en Espa?a.
A Textil Santanderina, de Cabez¨®n de la Sal (Cantabria), le acompa?an en el milagro de producir tela de vaqueros otras dos empresas: la valenciana Tejidos Royos y la barcelonesa Unitin. Entre las tres facturan casi 200 millones de euros y exportan la mayor parte de su producci¨®n, que va a parar a las grandes marcas. Estas magnitudes hubieran podido ser a¨²n mayores si por el camino no hubieran desaparecido empresas como S¨¢enz Merino, que ces¨® sus actividades hace a?os, o Tavex, que tras el intento de crear un gigantesco grupo internacional cerr¨® sus plantas espa?olas para irse a Marruecos. ¡°Hemos quedado las tres capaces de hacer un producto original y con un mix calidad-precio lo bastante competitivo para aguantar la competencia¡± explica Javier Morera Llovera, director general de Unitin.
En Espa?a desarrollan la mayor parte del proceso de elaboraci¨®n del denim, desde el hilado a la tejedur¨ªa, el tintado y el acabado: algo que no ha sido f¨¢cil. Los precios de la tela y de los vaqueros m¨¢s b¨¢sicos no han parado de caer por la producci¨®n del medio millar de f¨¢bricas del mundo. Han tenido que especializarse en producto premium. ¡°Ser¨ªa una quimera que fabricando en Cantabria, con los costes europeos, ¨ªbamos a poder competir en precio con China, Pakist¨¢n, India o Turqu¨ªa¡±, razona R¨ªos Quintana.
¡°El coste de un trabajador en esta industria puede rondar aqu¨ª los 30.000 o 35.000 euros¡±, asegura Morera. Hay pa¨ªses en que no exceden los 100 o 200 d¨®lares al mes. Estos diferenciales mantienen a los directivos de la industria en un perpetuo movimiento de adaptaci¨®n, ya que cada nueva versi¨®n del denim es r¨¢pidamente replicada por los asi¨¢ticos. ¡°No podemos quedarnos quietos¡±, dice R¨ªos. ¡°Dejamos la zona de confort todos los a?os para poder seguir al mercado¡±.
Todo este ajetreo se inici¨® en 2005 con el Acuerdo Multifibras, que baj¨® los aranceles y provoc¨® la desaparici¨®n de decenas de plantas en Europa, sobre todo en Italia, frente a Turqu¨ªa o Marruecos, ahora en primera l¨ªnea. En Unitin explican que la producci¨®n de la empresa, que creci¨® siempre hasta el 2007, empez¨® a descender entre ese a?o y el 2011. ¡°Ah¨ª, con los cambios que hicimos, volvimos a crecer¡± apunta Morera. En Tejidos Royo, la segunda en importancia, con cuatro plantas y 350 empleados, su director general, C¨¦sar Royo, a?ade que su empresa, ¡°produc¨ªa antes del desarme arancelario de 18 a 20 millones de metros. Con la entrada de competidores las ventas cayeron hasta nueve millones¡±. Ahora est¨¢ sobre los 15. Los tres han tenido que transformar procesos industriales, sistemas de gesti¨®n y log¨ªstica. Y mantenerse cerca de los clientes.
¡°Nos centramos¡±, dice R¨ªos Quintana, ¡°en todo aquello que haga que la agilidad en el servicio y el producto vanguardista relegue el precio a un segundo lugar¡±. Lo m¨¢s asombroso es que los tres han tenido que redise?ar todas sus operaciones y embarcarse en inversiones millonarias, justo cuando los ingresos y beneficios bajaban. ¡°Decidimos invertir en maquinaria de ¨²ltima tecnolog¨ªa, muy productiva, y llevar a cabo un importante ajuste de plantilla, lo que fue muy doloroso, pues aqu¨ª tenemos empleados cuyos abuelos ya trabajaban con nosotros¡±, comenta Royo, de Tejidos Royo, una empresa con 115 a?os, que produce denim desde 1974 y factura en torno a los 65 millones de euros.
¡°Tuvimos que dise?ar y desarrollar m¨¢quinas espec¨ªficas para nuestras necesidades, que nos permitieran fabricar hilos de denim especiales¡±, apunta Morera, de Unitin, empresa fundada en 1924 y que tiene una sola planta en Barcelona. El que se hayan mantenido en Espa?a no significa que lleven a cabo el 100% del proceso aqu¨ª: ¡°Importamos parte del hilado. El tinte, tejedur¨ªa y acabado lo hacemos en Espa?a¡±.
Moda sofisticada
Al sector espa?ol del denim le ha beneficiado que la moda vaquera se ha sofisticado y que el jean est¨¢ cada vez m¨¢s presente en los desfiles, con nuevos tipos de presentaciones, usos y mezclas de tejidos. Para estar a tono con la demanda m¨¢s exigente, las tres firmas llevan a cabo una labor de investigaci¨®n continua para lanzar nuevas mezclas y versiones del tejido. Morera apunta que ¡°el cambio m¨¢s significativo ha venido con los tejidos confort (semiel¨¢sticos y el¨¢sticos)¡±.
Otro aspecto importante es que los tejidos han perdido peso para hacerse m¨¢s confortables. El Tencel, una nueva fibra extra¨ªda del eucalipto con una notable capacidad de absorci¨®n, ha creado nuevas e inusitadas posibilidades de mezclas. A estas empresas les beneficia la renovaci¨®n permanente que hacen las tiendas. Claro que esto tambi¨¦n genera problemas. Hay que hacer series m¨¢s cortas, lo que encarece el producto.
De momento, las tres empresas est¨¢n resistiendo, aunque no saben qu¨¦ ocurrir¨¢ en el futuro. Sus facturaciones crecen y exportan cada vez m¨¢s. Textil Santanderina vende sus tejidos denim a grandes marcas europeas, a India y China. ¡°En 2011, viendo que nuestras l¨ªneas especiales estaban teniendo mucho ¨¦xito a nivel nacional, nos dedicamos a exportar¡±, a?aden en Unitin, que exporta a 35 pa¨ªses hasta el 60% de su producci¨®n. En Textil Santanderina es el 70% y en Tejidos Royo, el 75%.
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