La crisis en la que (casi) nadie fall¨®
En la comisi¨®n de investigaci¨®n del rescate bancario, pol¨ªticos y financieros se han escudado en que nadie anticip¨® el desastre, no hab¨ªa leyes o no era su responsabilidad
Tres vicepresidentes de Gobierno, tres gobernadores del Banco de Espa?a, tres presidentes de la CNMV y otros altos cargos, como el presidente de Asociaci¨®n Espa?ola de Banca, ya han pasado por la Comisi¨®n de investigaci¨®n sobre la crisis financiera. A lo largo de las 11 primeras sesiones celebradas ¡ªa¨²n le quedan meses de trabajo¡ªy con casi un centenar de horas de declaraciones, se han o¨ªdo todo tipo de razones para justificar y explicar la hecatombe que ha roto la estabilidad social al disparar la desigualdad y la pobreza, y que elevado la deuda p¨²blica hasta casi el 100% del PIB desde el 36% que estaba en 2004. La factura final directa est¨¢ por determinar, pero nadie espera que baje de los 50.000 millones.
La mayor parte de los altos cargos ha coincidido en que nadie anticip¨® la segunda recesi¨®n de 2011, fue una crisis de toda la zona euro, no ten¨ªan normas para actuar sobre las cajas de ahorros, el Gobierno no quiso inyectar m¨¢s dinero en la banca creyendo que as¨ª proteg¨ªa al contribuyente (aunque el remedio fue m¨¢s caro) o que cumplieron la ley (aunque no pudieran frenar el desastre). La autocr¨ªtica casi ha brillado por su ausencia, quiz¨¢ porque la crisis es demasiado grave y nadie quiere aceptar ni la m¨¢s m¨ªnima responsabilidad en este entierro.
Lo que s¨ª ha quedado claro, como han declarado varios portavoces, es que fallaron los supervisores (aunque los primeros responsables fueron los gestores de las entidades) y que un punto clave ser¨¢ reforzarlos, tanto al Banco de Espa?a como a la CNMV, con independencia pol¨ªtica, autonom¨ªa de gesti¨®n y una nueva arquitectura de competencias, si se quiere evitar otro desastre.
Dos asumen errores
Solo dos protagonistas han destacado por asumir errores: Pedro Solbes, exvicepresidente del Gobierno socialista entre abril de 2004 y abril de 2009, y Luis Linde, gobernador del Banco de Espa?a desde junio de 2012. La actitud de Solbes ha sido elogiada por todos los partidos. Explic¨® que con la informaci¨®n que ten¨ªa en aquel momento, y los condicionantes pol¨ªticos de estar en un Gobierno en minor¨ªa ¡ªen la segunda legislatura¡ª, actu¨® convencido de que era lo mejor. ¡°Asumo la culpa que tengo en la crisis; fui responsable de coger un tren que se aceleraba y se me aceler¨® m¨¢s, cre¨ªamos que ten¨ªamos m¨¢s tiempo para desacelerar, pero nos quedamos sin v¨ªa. No pudimos hacer un ajuste m¨¢s suave. S¨ª, he sido responsable y deb¨ª ser m¨¢s valiente en fomentar el super¨¢vit presupuestario¡±.
Admiti¨® que mantuvo discrepancias con el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y explic¨® que la gota que colm¨® el vaso y le convenci¨® de que ten¨ªa que dejar el Gobierno fue la negativa a una reforma laboral y otra de las pensiones. Al final, Europa forz¨® las dos. ¡°Debimos ser m¨¢s valientes y haber contenido el gasto p¨²blico¡±. Al dejar el cargo en 2009, Solbes fue criticado por marcharse en plena crisis para ocupar un puesto en el consejo de la italiana Enel y en el de Barclays. Ya no ocupa ning¨²n consejo.
El actual gobernador, Luis Linde, desde la libertad del que no estuvo a los mandos cuando se derrumb¨® el sistema, afirm¨® en julio pasado que no ¡°se tomaron las medidas adecuadas para frenar un crecimiento insostenible¡± de los cr¨¦ditos, sobre todo los inmobiliarios. Tambi¨¦n coment¨® que las fusiones fr¨ªas de las cajas, que no eran realmente fusiones, ¡°no resolvieron los problemas de solvencia y gobernanza¡±. A?adi¨® que no se previ¨® la dureza de la burbuja porque se pens¨® que la econom¨ªa crecer¨ªa en 2011.
A partir de aqu¨ª, el reconocimiento de errores decae. Jos¨¦ Vi?als, subgobernador entre 2006 y 2009 y que, al igual que Solbes, se march¨® en pleno incendio del sistema, en este caso para ocupar un puesto en el FMI, admiti¨® que ¡°pod¨ªan haberse hecho mejor algunas cosas en la supervisi¨®n¡±, y reconoci¨® que hubo ¡°errores de previsi¨®n¡±.
Caruana, con el que empez¨® todo
Las miradas estaban puestas en Jaime Caruana, gobernador entre 2000 y 2006, cuando se fragu¨® la crisis con un calentamiento del precio de la vivienda y, sobre todo, con un crecimiento desbocado del cr¨¦dito bancario apoyado en el nuevo euro de los inversores alemanes y franceses, a los que hubo que devolver su dinero al estallar la burbuja con cargo al Estado. Con un discurso contrario a Linde, Caruana sostuvo que el supervisor no ten¨ªa herramientas para atajar los excesos bancarios y que, entonces, cumpl¨ªan los niveles de capital y provisiones reforzadas por las normas anti crisis creadas en Espa?a. Sin embargo, el que despu¨¦s fuera alto cargo del FMI y luego del Banco Internacional de Pagos, mantuvo que lleg¨® ¡°una crisis global sin precedentes unida a otra del euro, imposibles de predecir¡± y que rebasaron las defensas.
Tambi¨¦n record¨® Caruana que los primeros responsables de la crisis de una entidad ¡°son sus gestores por delante de cualquier supervisor. El Banco de Espa?a no concede los cr¨¦ditos¡±.
Su sucesor, Miguel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, al mando en el Banco de Espa?a entre 2006 y 2012, periodo en el que se derrumbaron 30 de las 45 cajas de ahorros y Bankia estuvo a punto de quebrar, ech¨® balones fuera. Al Gobierno del PSOE, partido en el que Ord¨®?ez milit¨® hasta 2000, le acus¨® ¡°de utilizar la menor cantidad posible de recursos p¨²blicos para reestructurar la banca, lo que multiplic¨® los problemas y dilat¨® el proceso¡±. Sin citarlo, culp¨® al ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, de provocar problemas al generar desconfianza, y afirm¨® que existe ¡°un riesgo muy alto de que se repitan crisis¡±. ¡°Disiento de las opiniones que dicen que se actu¨® con tibieza¡±, despej¨® el que fuera n¨²mero dos de Ord¨®?ez, Javier Ariztegui, que achac¨® la crisis al modelo de crecimiento de Espa?a y defendi¨® que el organismo hizo un esfuerzo notable, aunque ¡°no fue suficiente¡±, admiti¨®
Por la Comisi¨®n han pasado tambi¨¦n los tres presidentes de la CNMV desde que se inici¨® la crisis: Julio Segura, Elvira Rodr¨ªguez y el actual, Sebasti¨¢n Albella. Segura, el que autoriz¨® la salida de Bankia, coment¨® que ¡°forz¨®¡± las leyes para proteger a los inversores bajando el precio de las acciones del banco. Rodr¨ªguez ratific¨® este criterio y los dos, junto con Albella, reclamaron una nueva arquitectura supervisora: un organismo que controle la solvencia de bancos, mercados y aseguradoras ¡ªel Banco de Espa?a¡ª, y otro, la CNMV, el comportamiento de estas entidades ante los usuarios. Segura record¨® que el FMI en 2017 dijo que ¡°la coordinaci¨®n entre los supervisores en Espa?a es deficiente¡±. Fernando Restoy, vicepresidente de la CNMV (2008-2012) y subgobernador (2012-2016), pidi¨® corregir la falta de independencia ¡°de algunos supervisores sectoriales¡±.
Elena Salgado, vicepresidenta entre 2009 y 2011, defendi¨® su gesti¨®n enfocada a ¡°salvar a Espa?a del rescate¡± y record¨® que no cont¨® con el apoyo del BCE para la compra de deuda. Entre los m¨¢s negacionistas destac¨® Rodrigo Rato, exvicepresidente y ministro de Econom¨ªa (1996-2004), director gerente del FMI (2004-2007), y presidente de Caja Madrid-Bankia (2010-2012). Pese a haber estado en primera l¨ªnea en 14 a?os clave, Rato no asumi¨® ninguna responsabilidad. Con tres procesos judiciales pendientes y condenado por apropiaci¨®n indebida, mantuvo un tono altivo y desafiante con los portavoces, y responsabiliz¨® al Ministro de Econom¨ªa de hundir Bankia (y la econom¨ªa) por las provisiones que exigi¨® al banco. Rato no habl¨® de los 37.000 millones brutos en cr¨¦ditos y activos t¨®xicos de Bankia que se traspasaron al banco malo en 2012, pese a lo cu¨¢l la entidad mantuvo un 11% de morosidad. Las provisiones que necesit¨® Bankia, por su morosidad, hicieron visible a los ojos de todos lo mal que estaba. Eso hundi¨® el banco, pero de eso no habl¨® Rato. ¡°Es el mercado, amigo¡±, se?al¨®. Rato se uni¨® al discurso mayoritario: no fall¨® en esta crisis.
¡°A los inspectores se les fren¨®¡± en los bancos con problemas
En los meses que quedan de comparecencias en la comisi¨®n acudir¨¢n responsables de cajas, Bankia, Popular y los consejeros delegados de la gran banca. Se oir¨¢ todo tipo de argumentos, pero hasta ahora la sinceridad, en la mayor¨ªa de los casos, ha ido en funci¨®n de la implicaci¨®n profesional en la crisis. De ah¨ª la importancia de los observadores ajenos y cualificados.
Arist¨®bulo de Juan, el que fuera director del Banco de Espa?a en los ochenta y que ahora asesora a bancos centrales de Estados Unidos, Rusia o M¨¦xico, entre otros, denunci¨® en el Congreso ¡°la fuerte aversi¨®n de las autoridades a las intervenciones de entidades, para evitar la mala imagen¡±, en velada alusi¨®n al exgobernador Fern¨¢ndez Ord¨®?ez. Seg¨²n De Juan, esa actitud propici¨® que se buscase ¡°que los inspectores no desvelaran las p¨¦rdidas de las entidades, con lo cual la supervisi¨®n quedaba matizada¡±.
El catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de Pensilvania, Jes¨²s Fern¨¢ndez-Villaverde, insisti¨® en esta idea y declar¨® que entre 2009 y 2011 ¡°el supervisor y el Gobierno no quisieron reconocer las p¨¦rdidas reales de las cajas¡± y la factura del rescate se duplic¨®. Joaqu¨ªn Maudos, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de Valencia, insisti¨® en que hubo un error de diagn¨®stico: ¡°Era un problema de solvencia y se crey¨® que era de liquidez. Se retras¨® la soluci¨®n. A Espa?a le ha costado el doble que a la media europea¡±.
?Y qu¨¦ piensan los que inspeccionaron las cajas? Representantes de la Asociaci¨®n de Inspectores afirmaron que el Banco de Espa?a ten¨ªa herramientas para haber evitado la crisis. Sin embargo, acept¨® fusiones suicidas, (Caja Madrid-Bancaja), y aseguraron que el Banco de Espa?a no fue m¨¢s severo porque existe ¡°una captura del supervisor ante la influencia de las propias entidades supervisadas¡±, por lo que ¡°se apart¨® a los que destapaban irregularidades¡±.
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