Volatilidad: ni tanta ni tan poca
Las mesas de negociaci¨®n necesitan hoy int¨¦rpretes r¨¢pidos que conozcan el mercado con perspectiva a largo plazo
Tregua este lunes en la bolsa espa?ola en un momento en el que los mercados de todo el mundo asisten a la vuelta de la volatilidad. Los ¨²ltimos a?os (particularmente 2017) han sido de inusual tranquilidad. El ¨ªndice m¨¢s representativo del "miedo", el VIX, se movi¨® la semana pasada entre 30 y 50 puntos, niveles que no se alcanzaban desde la crisis de la deuda soberana. El Eurostoxx 50 solo sufri¨® ca¨ªdas mayores del 1% en una de cada 21 sesiones en 2017. Parece que esa situaci¨®n est¨¢ cambiando notablemente. La liquidez que tanto se ha acumulado en los ¨²ltimos tiempos ya se mueve¡ y r¨¢pido. Hay traders (operadores en los mercados) que buscan la volatilidad y que podr¨ªan estar propiciando ventas globales de acciones de unos 200.000 millones de d¨®lares a la semana. Algunos recuerdan a los mecanismos de cobertura que propiciaron el crack de 1987.
El mercado de renta variable es el escaparate pero la trastienda es el de bonos. La respuesta a tantos a?os de sobreprotecci¨®n monetaria dif¨ªcilmente puede ser pl¨¢cida, ni ajustarse con unos pocos d¨ªas de agitaci¨®n. Ha habido mecanismos de complacencia bien establecidos que se vienen abajo porque es necesario apartar la "oficialidad" y recuperar el mercado privado. De hecho, muchos traders j¨®venes han vivido exclusivamente en estos a?os de irregularidad y no son pocos los que se encuentran desconcertados. Las mesas de negociaci¨®n precisan hoy de int¨¦rpretes r¨¢pidos que conozcan el mercado con perspectiva de largo plazo. Probablemente estemos tan acostumbrados al paraguas de expansi¨®n cuantitativa que nos cueste darnos cuenta de que estamos pasando de lo anormal a lo normal y no al contrario. Ni la reducida volatilidad de 2017 es habitual ni tampoco los sobresaltos continuos pero algo m¨¢s de variabilidad en el mercado era esperable.
Lo sucedido la semana pasada en las bolsas puede ser una reacci¨®n a la excesiva euforia de enero pero tambi¨¦n un ensayo general de lo que viene. La sobrevaloraci¨®n aparente del mercado de Estados Unidos tiene una vida extra por los buenos datos econ¨®micos y la rebaja fiscal de Trump. Pero son esos mismos datos positivos los que preocupan (iron¨ªas de la econom¨ªa): suben los salarios (iba siendo hora) y esto apunta a m¨¢s inflaci¨®n y a m¨¢s subidas de tipos de inter¨¦s. Eso podr¨ªa elevar el precio de la deuda p¨²blica y privada y poner en dificultad los costes de financiaci¨®n de un n¨²mero importante de empresas. Tarea dif¨ªcil para la Fed moverse en este terreno de m¨¢s volatilidad sin estropear los datos macroecon¨®micos.
Los refugios para aventureros ya no parecen tan atractivos. Las Bigtech mantienen su pujanza pero se les exige m¨¢s que nunca. Las criptomonedas ¡ªcon el bitcoin a la cabeza¡ª llevan semanas de pesadilla. Otras empresas no tecnol¨®gicas pueden atraer inversiones tambi¨¦n. En Europa, si el desacople monetario con Estados Unidos no es demasiado acusado, hay oportunidad de avance burs¨¢til. Mercados como el espa?ol han estado algo infravalorados. La oportunidad est¨¢ ah¨ª pero gran parte de ella parece depender ahora de la otra orilla del Atl¨¢ntico.
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