Asia saca adelante el TPP y se pone al frente de la liberalizaci¨®n comercial
La firma del acuerdo une a los pa¨ªses del Pac¨ªfico tras el desplante de EEUU y frente al poder de China en la regi¨®n
No hab¨ªa apenas esperanzas. Cuando Estados Unidos decidi¨® retirarse del Acuerdo Transpac¨ªfico hace catorce meses, el pacto comercial de mayor envergadura desde el TLCAN pareci¨® quedar sepultado. Pero el empe?o, sobre todo, de sus miembros asi¨¢ticos, lo ha hecho resurgir de sus cenizas; la firma del nuevo TPP, designado CPTPP (por sus siglas en ingl¨¦s), aleja definitivamente a EE.UU. del Pac¨ªfico y allana el camino a la creciente influencia de China en la zona.
¡°Estoy segura de que China se alegra del resultado. No podr¨ªan haber escrito un guion m¨¢s favorable¡±, afirma Deborah Elms, directora de la consultora Asia Trade Center, con sede en Singapur. Impulsado por el presidente Barack Obama como ¡®el marco comercial del siglo XXI¡¯, el entonces TPP fue visto inicialmente por algunos como un intento de contrarrestar el peso de China en el Pac¨ªfico. ¡°Era sobre todo una forma de anclar a Estados Unidos en Asia. Y, desde luego, EE.UU. ya no est¨¢ en Asia. Y si no lo est¨¢, se hace muy dif¨ªcil pensar que EE.UU. pueda contrarrestar a nadie¡±.
El aumento de la influencia econ¨®mica de China en la cuenca del Pac¨ªfico es una realidad. En 2017, Pek¨ªn fue el principal socio comercial de casi todos los pa¨ªses firmantes de este tratado, con las excepciones de Canad¨¢, M¨¦xico y Brun¨¦i. La entrada en vigor del CPTPP (Tratado Integral y Progresista de Asociaci¨®n Transpac¨ªfico) contribuir¨¢ a aumentar el comercio multilateral de los pa¨ªses firmantes, pero no cambiar¨¢ ¨Csi acaso afianzar¨¢- la posici¨®n de liderazgo que ostenta China en la regi¨®n.
Adem¨¢s, pasa el relevo de la defensa de la liberalizaci¨®n comercial a actores hasta ahora secundarios, enterrando d¨¦cadas de protagonismo de EE.UU. Mientras el acuerdo se firmaba en Santiago de Chile, el presidente Donald Trump formalizaba los nuevos aranceles globales a las importaciones de acero y aluminio, una medida que alude indirectamente a China y que evidencia el repliegue comercial estadounidense.
De los once miembros actuales del tratado (Canad¨¢, Jap¨®n, Australia, M¨¦xico, Per¨², Chile, Nueva Zelanda, Singapur, Vietnam, Malasia y Brun¨¦i), han sido sobre todo los pa¨ªses asi¨¢ticos, en especial Jap¨®n, as¨ª como Australia y Nueva Zelanda, los m¨¢s activos en rescatarlo. ¡°Sin el liderazgo de las econom¨ªas asi¨¢ticas, no creo que el TPP se pudiese haber firmado. En parte porque pa¨ªses como Canad¨¢ o M¨¦xico est¨¢n a su vez inmersos en las renegociaciones del TLCAN con EE.UU., lo que complica su implicaci¨®n¡±, apunta David Skilling, director de la consultora Landfall Strategy, con sede en Singapur.
El inter¨¦s de los pa¨ªses asi¨¢ticos atiende a varios factores. Seg¨²n un an¨¢lisis de la Escuela de Estudios Internacionales Rajaratnam, en Singapur, ser¨¢n los m¨¢s beneficiados a corto y medio plazo; sobre todo Malasia, con un aumento de su PIB del 2%, seguido de Vietnam y Brun¨¦i (1,5%, respectivamente). Adem¨¢s, que las empresas de Estados Unidos hayan quedado fuera del acuerdo, explica Elms, conceder¨¢ ventajas competitivas a sus hom¨®logas en otros pa¨ªses firmantes del CPTPP. ¡°Los estadounidenses no podr¨¢n vender carne de vacuno a Jap¨®n -uno de los sectores m¨¢s protegidos en el archipi¨¦lago- con aranceles rebajados, pero los otros s¨ª¡±, ejemplifica.
La apuesta de Jap¨®n por el TPP tambi¨¦n responde a intereses geoestrat¨¦gicos. El primer ministro Shinzo Abe pr¨¢cticamente hipotec¨® su prestigio pol¨ªtico en la defensa del pacto, con la mirada puesta en que en un futuro EE.UU. decida sumarse y contener as¨ª a su rival chino en la regi¨®n. ¡°Este nuevo acuerdo es m¨¢s pol¨ªtico que econ¨®mico. Se suscribe bajo la premisa del libre comercio, pero su realidad es geopol¨ªtica. Est¨¢ liderado por Jap¨®n y el gobierno de Abe toma parte en cualquier iniciativa contra China¡±, defiende Ding Yifan, vicedirector de un centro de estudios dependiente del Consejo de Estado chino.
Aunque Pek¨ªn ve¨ªa con recelo el TPP, la salida de EE.UU. del pacto relaj¨® a la segunda econom¨ªa mundial. ¡°Vemos de forma positiva cualquier acuerdo abierto, transparente e inclusivo que refuerce la integraci¨®n econ¨®mica regional siguiendo los principios de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio, sea el TPP o el RCEP¡±, asegur¨® el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, horas antes de que el acuerdo se firmara en Chile.
La clave de la respuesta de Wang es la defensa de China de su alternativa al TPP, la llamada Alianza Econ¨®mica Integradora Regional (RCEP), que agrupa a potencias como Australia, Jap¨®n o India y a todos los miembros de la Asociaci¨®n de Naciones del Sudeste Asi¨¢tico (ASEAN), pero no a Estados Unidos. Se espera que sea ese tratado el que Pek¨ªn contin¨²e impulsando, m¨¢s que se intente adherir al CPTPP, que mantiene cl¨¢usulas pr¨¢cticamente imposibles de cumplir en la China actual.
En Estados Unidos, ya surgen voces de la administraci¨®n que se muestran menos firmes sobre la decisi¨®n de salir del acuerdo, aunque Trump contin¨²a centrado en obtener tratados bilaterales y en la renegociaci¨®n del TLCAN. De lo que acabe haciendo EE.UU. ya no depende el ¨¦xito del CPTPP, que actualmente representa el 13,5 por ciento del PIB global -menos de la mitad del 38,2 por ciento que supondr¨ªa con EE.UU-, pero s¨ª el equilibrio de poderes en el Pac¨ªfico, que por m¨¦ritos propios y ajenos est¨¢ actualmente a favor de China.
Corea del Sur o Taiw¨¢n, posibles nuevos miembros
El tratado deja la puerta abierta a una posible ampliaci¨®n de su membres¨ªa. Para Deborah Elms, los que m¨¢s han expresado su inter¨¦s en sumarse son Corea del Sur y Taiw¨¢n, aunque la negativa de Pek¨ªn de que la isla tenga representaci¨®n en organismos y tratados internacionales se lo pondr¨ªa dif¨ªcil. Tailandia tambi¨¦n querr¨ªa unirse, pero tendr¨ªa que esforzarse en cumplir los elevados est¨¢ndares del tratado. Estos, afirma Elms, se han mantenido pr¨¢cticamente intactos desde el principio, con la excepci¨®n de veinte cl¨¢usulas -referidas sobre todo a la propiedad intelectual- que eran exigidas por EE.UU. y fueron eliminadas. "Si Estados Unidos quisiera volver a unirse, es muy probable que se desencadenaran nuevas negociaciones", remarca el analista australiano Carl Thayer.
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