Grupos c¨¢rnicos de laboratorio
Tyson Foods se suma a Cargill y a PHW en la apuesta por ¡®startups¡¯ que cultivan c¨¦lulas animales para producir carne
?Por qu¨¦ criar a la gallina entera si s¨®lo te vas a comer la pata? ?No ser¨ªa mejor criar la pata? Casi 90 a?os despu¨¦s de que Winston Churchill se hiciera la pregunta en la revista Strand, la carne sin granjas, piensos ni animales est¨¢ m¨¢s cerca de llegar a los supermercados. Tyson Foods, la segunda mayor c¨¢rnica del mundo, anunci¨® en enero su inversi¨®n en Memphis Meats, una startup de carne de laboratorio en la que ya pusieron su dinero Cargill, Bill Gates y Richard Branson.
Adem¨¢s de razones de negocio, como reducir la volatilidad de los precios por epidemias, sequ¨ªas o inundaciones, terminar con la cr¨ªa de animales y comenzar con el cultivo de c¨¦lulas como forma de producir carne, tiene otros efectos beneficiosos. La reducci¨®n en los gases de efecto invernadero es uno de ellos. De acuerdo con la agencia alimentaria de Naciones Unidas (FAO), un 14,5% del calentamiento global se explica por la cr¨ªa de animales, lo que supera al 14% del CO2 emitido por todos los medios de transporte del mundo, seg¨²n los datos de la agencia estadounidense de protecci¨®n medioambiental.
Formar parte del cambio
Pero pocas empresas llegan a multinacionales del tama?o de Tyson o Cargill olvidando su cuenta de resultados para ocuparse exclusivamente de lo que es bueno para el planeta. Si est¨¢n ah¨ª es porque huelen el negocio. Como dijo Justin Whitmore, vicepresidente de estrategia de Tyson Foods, a la ONG The Good Food Institute, no se trata de perder con el cambio sino de ¡°formar parte del cambio¡±.
M¨¢s hamburguesas vegetarianas
¡°Hace un par de a?os, las alternativas a la carne hechas a partir de plantas pr¨¢cticamente no exist¨ªan y hoy ocupan el 10% del mercado estadounidense¡±, explic¨® Matt Ball, de The Good Food Institute. En su opini¨®n, el espectacular crecimiento registrado por lo que en ingl¨¦s se conoce como ¡®plants based meat¡¯ (carne basada en plantas) es el mejor indicador de lo que en los pr¨®ximos a?os tambi¨¦n podr¨ªa ocurrir con la carne cultivada a partir de c¨¦lulas animales. Si bien las hamburguesas de soja existen desde hace d¨¦cadas, startups como Beyond Meat (donde Tyson Foods y Bill Gates tambi¨¦n han invertido) han revolucionado el sector de las prote¨ªnas vegetales con aspecto de carne combinando nuevas plantas y tratando de replicar no s¨®lo el sabor y textura sino su composici¨®n en grasas, amino¨¢cidos, hierro y agua. Las innovaciones en alimentos no terminan ah¨ª. Clara Foods es una startup de San Francisco con un negocio a medio camino entre el s¨ªmil de carne de Beyond Meat y las c¨¦lulas cultivadas de Memphis Meats. Como explic¨® Arturo Elizondo, su CEO, la empresa usa ¡°la fermentaci¨®n para producir las prote¨ªnas de la clara de huevo a las que luego se les agrega agua¡±: ¡°Tiene la funcionalidad de la clara pero es m¨¢s sostenible, m¨¢s ¨¦tico, y m¨¢s seguro, no hay riesgo de salmonela y nada de antibi¨®ticos¡±.
Seg¨²n Matt Ball, de The Good Food Institute (dedicada a promover alternativas a la carne tradicional), la carne proveniente de cultivos de c¨¦lulas dar¨¢ sus primeros pasos en restaurantes de lujo en un plazo no superior a tres a?os. Para pasar del producto exclusivo al masivo, las empresas conf¨ªan en los avances tecnol¨®gicos y las econom¨ªas de escala.
¡°Si escal¨¢ramos la producci¨®n hoy, nuestra carne seguir¨ªa siendo 10 veces m¨¢s cara que la tradicional; para llegar a un precio de ocho euros por kilo tenemos que aumentar la cantidad de c¨¦lulas que podemos hacer crecer¡±, explic¨® Mark Post, el cient¨ªfico de la universidad de Maastricht que en 2013 cre¨® la primera hamburguesa del mundo a partir de c¨¦lulas cultivadas.
En opini¨®n de Post, para que se d¨¦ el avance tecnol¨®gico que llevar¨¢ la carne cultivada hasta las g¨®ndolas s¨®lo hace falta tiempo: ¡°Podr¨ªamos llegar en tres a?os, pero manteng¨¢monos en el c¨¢lculo conservador de cinco o seis a?os¡±. Tras su desarrollo cient¨ªfico, Post fund¨® Mosa Meats, una startup de carne cultivada similar a Memphis Meats. El nombre de los accionistas no es p¨²blico pero Post asegura que entre los que lo respaldan hay ¡°fil¨¢ntropos preocupados por el bienestar animal, multinacionales de biotecnolog¨ªa y empresas c¨¢rnicas europeas¡±.
Maple Leaf Foods, en Canad¨¢; y PHW, en Europa son las otras dos gigantes del sector que han apostando por startups de carne cultivada. En enero, PHW particip¨® en la ronda de inversiones que inyect¨® tres millones de d¨®lares en SuperMeat, una tecnol¨®gica israel¨ª que, mediante el cultivo de c¨¦lulas, piensa desarrollar un producto perfectamente sustituible en sabor y textura a la carne tradicional de pollo. S¨®lo que sin sufrimiento animal ni restos de antibi¨®ticos en el sistema. Como dijo Shir Friedman, su cofundadora, ¡°el mercado objetivo no es el de los vegetarianos o veganos del mundo, sino el de todos los que comen carne hoy¡±.
Ball va un poco m¨¢s all¨¢ en sus elogios a la carne in vitro, como tambi¨¦n se le llama en el sector. No s¨®lo podr¨¢ igualar el sabor y las propiedades de la carne tradicional, dice, sino que la mejorar¨¢: ¡°Se podr¨¢ hacer una versi¨®n exactamente igual o una con diferentes sabores y perfiles nutricionales en funci¨®n de los deseos del consumidor¡±.
El desaf¨ªo es tan grande como la recompensa. En Estados Unidos, el Departamento de Agricultura estim¨® que en 2018 llegar¨¢n al m¨¢ximo hist¨®rico de 100,8 kilos de consumo de carne promedio. En Espa?a, y seg¨²n los datos publicados por la Asociaci¨®n Nacional de Industrias de la Carne, el sector c¨¢rnico es el primero de la industria alimentaria, con m¨¢s de veintid¨®s mil millones de euros de negocio anual.
Tan importante como las virtudes del nuevo producto es el hecho de que las grandes empresas del sector est¨¦n apostando por ¨¦l y no fren¨¢ndolo. Como dice Ball, ¡°si lo ¨²nico que quisieran es hacerse buena publicidad tendr¨ªan muchas otras maneras de invertir todo ese dinero¡±.
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