Solo 33.000 personas en Espa?a se benefician del bono social telef¨®nico

Apenas unos miles de abonados, todos ellos pensionistas con pagas muy bajas, se acogen al abono social de Telef¨®nica (denominaci¨®n oficial del bono). La cifra ha ido descendiendo bruscamente. Desde el medio mill¨®n que ten¨ªan derecho a este descuento a principios de este siglo, se pas¨® a 284.000 en 2007, a 63.000 en 2013, y a los 33.301 de finales de 2017. Las razones de este descenso no son que la llamada pobreza energ¨¦tica, que permite que casi 2,5 millones disfruten de un descuento en la factura de la luz, afecte m¨¢s a los ciudadanos con menos ingresos que la pobreza telef¨®nica, sino que los requisitos para poder acceder a las ayudas en telecomunicaciones son mucho m¨¢s restrictivas que los del recibo el¨¦ctrico.

Solo tienen derecho a este descuento en la factura del tel¨¦fono jubilados con rentas bajas, mientras que al bono el¨¦ctrico pueden acceder parados, familias numerosas y otros colectivos. Adem¨¢s, en el sector de telefon¨ªa los precios han bajado considerablemente en los ¨²ltimos a?os por efecto de una feroz competencia, mientras que los precios de la luz siguen estando regulados y apenas se ha notado la liberalizaci¨®n.

El abono social no es una obligaci¨®n de Telef¨®nica sino un componente del servicio universal de telecomunicaciones, que est¨¢ asignado por el Gobierno a Telef¨®nica, debido a que ninguna compa?¨ªa se quiere hacer cargo de este servicio. Se trata de una bonificaci¨®n en la factura del tel¨¦fono fijo al que se pueden acoger jubilados y pensionistas con rentas anuales inferiores a 8.946,14 euros.

Este colectivo puede beneficiarse de un descuento del 95% del importe de la cuota de abono mensual, fijada actualmente en 17,40 euros/mes (IVA incluido), del que el beneficiario apenas paga 0,87 c¨¦ntimos. Adem¨¢s, en el caso de dar de alta una l¨ªnea de tel¨¦fono fijo recibe un descuento del 70% en el importe de la cuota de alta.

El problema es que aunque el usuario cumpla los requisitos econ¨®micos, solo puede solicitar el abono social si tiene contratado el servicio telef¨®nico fijo con Telef¨®nica de manera individual. Es decir, si un cliente contrata el tel¨¦fono fijo empaquetado con otro servicio (ADSL, fibra, m¨®vil o televisi¨®n) o incluso con una tarifa plana de voz fija no tiene derecho a dichos descuentos.

Con la generalizaci¨®n de los paquetes y la necesidad de tener una conexi¨®n por Internet, el abono social no sale a cuenta para casi nadie, porque resulta m¨¢s caro apuntarse al tel¨¦fono fijo benefici¨¢ndose del bono social y contratar por separado la banda ancha, que hacerlo en un paquete.

Por esa raz¨®n, la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha pedido al Ministerio de Turismo, Energ¨ªa y Agenda Digital que extienda el abono social tambi¨¦n a los paquetes de servicios (fijo, m¨®vil, datos e Internet) y no solo a las l¨ªneas de telefon¨ªa fija contratadas individualmente.

Competencia propon¨ªa adem¨¢s que no solo los jubilados, sino otros colectivos con dificultades econ¨®micas (por ejemplo, parados de larga duraci¨®n) pudieran beneficiarse del abono y que adem¨¢s de por correo electr¨®nico, fax o carta, se pudiera solicitar en las tiendas de Movistar o a trav¨¦s del tel¨¦fono gratuito 1004.

Esa deserci¨®n de beneficiarios del abono social ha provocado que, a?o tras a?o, caiga el coste del servicio universal, que presta Telef¨®nica pero que costean todos los operadores (Vodafone, Orange, M¨¢sM¨®vil y la propia Telef¨®nica). As¨ª, en 2015, el coste neto del abono social fue de 6,9 millones de euros, un 11,7 % menos que los 7,8 millones de 2014. Esa partida no ha dejado de decrecer desde 2010, cuando lleg¨® a 18,55 millones. En 2011 fue de 16,34 millones; en 2012, de 10,53 y en 2013, de 9,58, seg¨²n la CNMC.

Curiosamente, el primer recorte del n¨²mero de beneficiarios del abono social se produjo entre 2009 y 2010, cuando el Gobierno del PSOE decidi¨® elevar las pensiones m¨ªnimas contributivas a 546,5 euros, lo que, por 19 euros al mes, dejaba fuera del baremo para tener derecho al bono a miles de pensionistas.

El abono social es la principal partida del servicio universal, que tambi¨¦n incluye el mantenimiento de las cabinas o la prestaci¨®n de telecomunicaciones en zonas apartadas y no rentables. En 2015, ¨²ltimo a?o para el que se ha hecho el c¨¢lculo, ascendi¨® 15,1 millones de euros, un 13,2% menos que en 2016

El servicio universal de telecomunicaciones garantiza, entre otros elementos, que todos los usuarios puedan tener acceso a la red telef¨®nica p¨²blica fija desde cualquier ubicaci¨®n geogr¨¢fica y a un precio asequible. La CNMC calcula anualmente el coste de prestar el servicio universal.

El bono el¨¦ctrico, tambi¨¦n en peligro

El bono el¨¦ctrico puede seguir los mismos pasos que el telef¨®nico y quedar reducido a un colectivo m¨ªnimo. Hasta ahora lo disfrutaban 2,3 millones de personas. Pero la entrada en vigor de una nueva normativa en octubre de 2017 ¡ªque modificaba radicalmente las condiciones para tener derecho a esos descuentos en la factura¡ª y los problemas burocr¨¢ticos pueden hacer descender radicalmente la cifra de beneficiarios.

Por el momento, solo 400.000 lo han solicitado a sus compa?¨ªas el¨¦ctricas. Y el Ministerio de Energ¨ªa ha aceptado solo 175.000 peticiones, seg¨²n cifras de las empresas y de la CNMC. Ante esta situaci¨®n, el Ministerio de Energ¨ªa ha prorrogado seis meses el plazo, que acababa el 10 de abril, para que los consumidores acogidos al anterior bono social puedan solicitar su inclusi¨®n en el nuevo modelo.

Los consumidores que actualmente est¨¦n acogidos al anterior bono social seguir¨¢n disfrutando hasta octubre de un descuento en sus facturas, que supone una rebaja de entre el 25% y el 40% de la factura, seg¨²n el nivel de renta y las circunstancias personales.