El hombre del 68 en 2018
Conocidas algunas cuentas del Estado, la cuesti¨®n es qui¨¦nes son los populistas
Mientras los estudiantes y los obreros convocaban en Francia una gigantesca huelga general, en 1968 en Espa?a hab¨ªa peque?os conflictos laborales y numerosas ¡ªaunque minoritarias¡ª manifestaciones universitarias (saltos, asambleas y encierros). La pol¨ªtica econ¨®mica continuaba arrastrada por los efectos del Plan de Estabilizaci¨®n de 1959. Nuestro pa¨ªs viv¨ªa en el desarrollismo (crecimiento sin libertades), crec¨ªa a una tasa media anual superior al 7%, y la cifra de paro permanec¨ªa maquillada porque alrededor del 10% de la poblaci¨®n activa hab¨ªa emigrado fuera de las fronteras.
El concepto de moda era el de planificaci¨®n. Con dos d¨¦cadas de retraso, motivadas por las secuelas de la Guerra Civil, se conven¨ªa en aquello que escribe el historiador Tony Judt en su monumental Postguerra (editorial Taurus): ¡°En una cosa estaban todos de acuerdo (¡): la ¡®planificaci¨®n¡¯ (¡). Para que la democracia funcionara, para que recuperara su atractivo, deb¨ªa planificarse¡±. Espa?a iniciaba en 1968 su segundo Plan de Desarrollo Econ¨®mico y Social, determinando los nuevos polos de desarrollo, y dirigido por el ministro de Planificaci¨®n y Desarrollo, el opusdeista Laureano L¨®pez Rod¨®.
Los ciudadanos que protagonizaron aquellos tiempos y hayan sobrevivido est¨¢n hoy en la edad de jubilaci¨®n. Se encuentran con que no s¨®lo la planificaci¨®n no existe sino que es de mal gusto mencionarla (y mucho m¨¢s dif¨ªcil de aplicar en el marco de referencia de la globalizaci¨®n). No es s¨®lo que no haya planificaci¨®n (indicativa, por supuesto), sino que tampoco hay Presupuestos Generales del Estado, el principal instrumento de la pol¨ªtica econ¨®mica de cualquier Gobierno, mucho m¨¢s cuando la pol¨ªtica monetaria nacional ha sido cedida al BCE. En esta legislatura, los ciudadanos han asistido a dos pr¨®rrogas presupuestarias, y hay apuestas sobre si habr¨¢ Presupuestos en 2019, a?o salpicado por elecciones europeas, municipales y auton¨®micas. Al menos.
Tampoco saben, a d¨ªa de hoy, qu¨¦ pasar¨¢ con la cuant¨ªa de sus pensiones p¨²blicas. Se les hab¨ªa dicho que subir¨ªan el 0,25% (con lo que perd¨ªan poder adquisitivo, dada la inflaci¨®n) y que no era posible incrementarlas m¨¢s si se quer¨ªa mantener la sostenibilidad del sistema. Pero ahora parece que una buena parte de esas pensiones, las m¨¢s bajas, subir¨¢n un 3%, lo que significa que no estar¨¢n determinadas ni por el ¨ªndice de precios al consumo ni por el factor de sostenibilidad. La realidad les ha demostrado que saliendo a la calle y protestando, sus pensiones estar¨¢n vinculadas a los intereses partidistas de quien gobierna.
En cuanto a lo que poco que se sabe de los Presupuestos, se pod¨ªa resumir en el balance del economista Daniel Fuentes en su art¨ªculo Presupuestos 2018: s¨ª o no al pa¨ªs del 38% (Agenda P¨²blica): tenemos el mayor d¨¦ficit p¨²blico de la UE, con la recaudaci¨®n fiscal en el furg¨®n de cola de la eurozona y la inversi¨®n p¨²blica en m¨ªnimos hist¨®ricos (1,9% del PIB)¡ pero competimos por revalorizar las pensiones al tiempo que bajamos los impuestos. ¡°Luego diremos que los populistas son los otros¡±.
Seguramente tendremos que recuperar ¡ªy actualizar¡ª la canci¨®n de Manuel Ill¨¢n El hombre del 68 en el 93.
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