California se convierte en el campo de pruebas de la guerra comercial entre Trump y China

Donald Trump est¨¢ a punto de iniciar una guerra comercial con China y las primeras salvas se han escuchado en el campo de California. El aumento de aranceles en China a decenas de productos agr¨ªcolas de Estados Unidos ha desatado la inquietud en la primera potencia agr¨ªcola del pa¨ªs. Son apenas unos miles de millones en el comercio del Pac¨ªfico, pero la situaci¨®n en la que quedan los agricultores californianos es un aviso de lo que puede venir en otros sectores si contin¨²a la escalada de represalias.

La secuencia por ahora es la siguiente. A principios de marzo, Trump anunci¨® que elevar¨ªa los aranceles hasta un 25% al acero y un 10% al aluminio. Dej¨® exentos a la mayor¨ªa de los principales socios comerciales de EE UU, menos a China, dejando claro cu¨¢l era su objetivo. El pasado fin de semana, China anunci¨® su represalia. Elevar¨¢ los impuestos a importaciones de EE UU valoradas en 3.000 millones de d¨®lares. Es una lista de m¨¢s de 120 productos, en su mayor¨ªa agr¨ªcolas. La escalada no ha terminado.

El valle central de California es el mayor productor agr¨ªcola de Estados Unidos y genera 46.000 millones de d¨®lares anuales. California exporta a China por valor de 2.000 millones. Los principales productos son pistachos (530,5 millones de d¨®lares en exportaciones a China en 2016), almendras (518,1 millones), vino (161 millones), naranjas (133 millones), uvas de mesa (86,5 millones) y nueces (78 millones). Todo esto junto es apenas una pincelada en las exportaciones de Estados Unidos a China (130.000 millones de d¨®lares en 2017), pero las consecuencias de entorpecer su comercio son muy reales.

¡°A los valles de Fresno y San Joaqu¨ªn nos afecta muy directamente¡±, explica por tel¨¦fono Ryan Jacobsen, director de la Oficina Agr¨ªcola del Condado de Fresno, la asociaci¨®n de productores de la zona. ¡°Todo lo que te puedas imaginar en un frutero o en una bolsa de frutos secos sale de esta regi¨®n¡±. Jacobsen explica que el efecto no es inmediato. ¡°Habr¨¢ que ver c¨®mo responde el consumidor chino al coste adicional (que suponen las tarifas). Pero la expectativa es que va a da?ar nuestra capacidad de llevar el producto al consumidor chino a un precio asequible¡±.

¡°Queremos que esto se resuelva cuanto antes¡±, contin¨²a Jacobsen. ¡°China es nuestro tercer mercado de exportaci¨®n. Para que se vea la importancia en algunos productos, China supone el 46% de las exportaciones de pistachos, el 35% para las ciruelas, el 20% de las naranjas y el 12% para las almendras¡±. En algunos de estos mercados, los compradores chinos no tienen alternativa. California produce el 80% de las almendras del mundo. Pero en otros, advierte Jacobsen, si la situaci¨®n se prolonga los competidores de Australia, Latinoam¨¦rica u Oriente Medio pueden tomar posiciones.

El golpe de China llega en un momento muy delicado. ¡°Estamos a punto de entrar en el pico m¨¢ximo de producci¨®n¡±, advierte Jacobsen. En estas semanas es cuando empiezan contratar masivamente para la recolecci¨®n. La fruta se recoge entre mayo y agosto. La temporada de frutos secos empieza a mediados de julio. ¡°Siempre que hay una disputa comercial, se meten con la agricultura de California¡±, se queja Jacobsen. ¡°Es uno de los pocos sectores que tiene super¨¢vit comercial, somos un p¨®ster de Estados Unidos y es donde pueden hacer da?o¡±.

La petici¨®n de Jacobsen fue ignorada por la Casa Blanca este mismo martes. Trump dio un paso m¨¢s en la escalada tarifaria y ha anunci¨® nuevos aranceles en unos 1.300 productos de tecnolog¨ªa industrial, transporte y medicina por valor de 50.000 millones de d¨®lares. El miedo de los agricultores de Fresno se empezar¨¢ a extender a sectores m¨¢s sofisticados que la almendra. California es la sexta econom¨ªa del mundo (acaba de superar en PIB a Francia con 2,4 billones de d¨®lares) y est¨¢ h¨ªper conectada con el Pac¨ªfico. Las exportaciones del estado fueron 171.000 millones de d¨®lares en 2017 (el 11% de las exportaciones de EE UU). Solo el comercio con M¨¦xico es mayor que con toda la UE.

Clayton Dube, director del US-China Institute de la Universidad del Sur de California en Los ?ngeles, recuerda que ¡°California, y espec¨ªficamente el puerto de Los ?ngeles es el n¨²cleo del comercio entre EE UU y China¡±. El puerto conjunto de Los ?ngeles y Long Beach es el m¨¢s grande de EE UU, juntos mueven m¨¢s de 14 millones de contenedores al a?o, el 30% de la actividad portuaria del pa¨ªs. Es la puerta de Asia, y de su buena salud dependen hasta 2,8 millones de empleos en todo el pa¨ªs, seg¨²n estimaciones del puerto.

¡°Disminuir en general el comercio entre Estados Unidos y China tendr¨¢ un impacto en los puertos y en las empresas de log¨ªstica¡±. ¡°Ahora mismo, las consecuencias (de la escalada de aranceles) son precios m¨¢s altos¡±, dice Dube, ¡°pero si esto acaba resultando en una disminuci¨®n de los encargos, se va a sentir aqu¨ª, en la gente que sube y baja los contenedores de los barcos¡±.

El siguiente cap¨ªtulo se vivi¨® este mi¨¦rcoles, cuando China pas¨® a represaliar otros 106 productos. Entre ellos la soja (que afecta directamente a las zonas rurales del Medio Oeste que votaron por Trump), coches, productos qu¨ªmicos y algunos productos aeron¨¢uticos. En total afecta a exportaciones por valor de 50.000 millones de d¨®lares. La ret¨®rica acompa?a: ¡°China no quiere una guerra comercial, pero no le tiene miedo¡±, es la posici¨®n oficial de Pek¨ªn.

El lunes, las almendras. El mi¨¦rcoles, la soja y los coches. Ma?ana puede ser el iPhone o las pel¨ªculas. China se sopla una pesta?a y la primera potencia agr¨ªcola de Estados Unidos se pone a resguardo. Los agricultores de Fresno son el canario en la mina sobre las consecuencias de una guerra comercial de verdad. Los estibadores del puerto van despu¨¦s. No hay mucho tiempo para reconducir la situaci¨®n. Las naranjas se cosechan en mayo. Y eso no se cambia con un tuit.