La subida del precio de la vivienda en alquiler dispara los desahucios

Teresa Sarmiento tiene 68 a?os. Chilena llegada a Espa?a en 1988 y nacionalizada dos a?os despu¨¦s, vive en un piso en el barrio de Lavapi¨¦s desde hace 19 a?os. El pr¨®ximo 1 de junio, si nadie lo remedia, deber¨¢ abandonar su hogar o se arriesga a ser desahuciada. En enero, la empresa que ahora es due?a de su edificio le expres¨® por burofax su ¡°voluntad de no proceder a la renovaci¨®n¡± del contrato de alquiler, que vence ese d¨ªa. Seg¨²n cuenta, hasta enero pagaba 310 euros al mes por su casa, una cifra que se iba actualizando a?o a a?o con el IPC. En el documento le informaban, adem¨¢s, que la renta pasaba a ser de 335,18. Entonces dej¨® de pagar la renta. En marzo le lleg¨® otro burofax en el que le apremiaban a pagar los dos meses de alquiler y le reiteraban la fecha de salida. No ha habido llamadas ni ning¨²n otro tipo de comunicaci¨®n con la propiedad, ni le han dado opci¨®n de firmar un contrato por otra cantidad. Tampoco ha recibido ninguna notificaci¨®n judicial, de momento.

¡°He buscado por todas partes, pero los precios son exageradamente altos y piden avales y fianzas¡­¡±, cuenta, al otro lado del tel¨¦fono. Con 68 a?os y una pensi¨®n no contributiva de 369,9 euros que complementa con peque?os trabajos espor¨¢dicos de atenci¨®n a ancianos, a lo que se dedic¨® en su vida laboral, Teresa no puede pagar los 19,3 euros del metro cuadrado que cuesta el alquiler en el distrito centro de Madrid, el m¨¢ximo desde 2007, seg¨²n los datos del portal inmobiliario Idealista, que cifra en un 7,9% la subida del alquiler en la capital el a?o pasado. Dice que ha acudido a todos los servicios de ayuda sobre vivienda que conoce, sin ¨¦xito. Explica con poca convicci¨®n que quiz¨¢ pueda recurrir a una amiga para alquilar juntas. ¡°No tengo ni idea de lo que va a pasar el 1 de junio¡±, dice, resignada.

Estad¨ªstica creciente

Teresa podr¨ªa ser desahuciada. En ese caso, pasar¨ªa a engrosar la estad¨ªstica de lanzamientos relacionados con la Ley de Arrendamientos Urbanos de 2018. Seg¨²n el Consejo General del Poder Judicial, en 2017, se produjeron un total de 60.750 lanzamientos (cambios en la posesi¨®n de un inmueble; no todos los lanzamientos son desahucios, pero todos los desahucios son lanzamientos, recuerdan desde el CGPJ). De ellos, 35.666 derivaron de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), por 22.330 derivados de ejecuciones hipotecarias. Mientras que los primeros aumentaron un 4,3% respecto al a?o anterior, los segundos disminuyeron un 15,4%. En el ¨²ltimo trimestre del pasado a?o, los datos eran a¨²n m¨¢s acusados: un aumento del 8,2% interanual en los relacionados con alquileres y un descenso del 20,1% de los hipotecarios. En Madrid y Barcelona, los lanzamientos relacionados con el arrendamiento rondan el 80%.

¡°Es evidente que esas cifras est¨¢n relacionadas con el aumento de los precios del alquiler¡±, afirma tajante Jos¨¦ Inwit, portavoz del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid. ¡°Es fruto de la ¨²ltima modificaci¨®n de la LAU [EN 2013], que permite que el propietario inicie el proceso de lanzamiento al primer impago¡±, denuncia. Beatriz Toribio, directora de estudios de Fotocasa, coincide en el an¨¢lisis. ¡°El sentido com¨²n me dice que hay una correlaci¨®n entre el aumento de los lanzamientos y la subida del precio de los alquileres¡±, a?ade.

Otra estad¨ªstica del CGPJ refrenda ese an¨¢lisis: casi nueve de cada diez sentencias relacionadas con la Ley de Arrendamientos Urbanos por alquileres de vivienda habitual (no necesariamente finalizadas en lanzamiento) tienen que ver con ¡°falta de pago de las rentas o de cantidades que se asimilan¡±.

Pese a la fuerte subida de los precios en el mercado de la vivienda en r¨¦gimen de alquiler, que ha colocado a varios distritos de Madrid y Barcelona en niveles superiores a los que de 2007, justo antes de la crisis, Fernando Encinar, director del servicio de Estudios de Idealista, se niega a hablar de burbuja en funci¨®n de los datos recopilados por su compa?¨ªa. ¡°No estamos ante un problema¡±, afirma, sino que ha aumentado el mercado del alquiler y por eso aumenta el n¨²mero de impagos. ¡°Los que hoy se sienten expulsados, probablemente fueran los expulsadores hace unos a?os¡±, argumenta.

En el an¨¢lisis que hace el directivo de Idealista, el mercado ha crecido por varios factores: un cambio de mentalidad que hace que cada vez m¨¢s gente contemple otras alternativas a la vivienda en propiedad, la dificultad actual para conseguir una hipoteca, a diferencia de los a?os previos a la crisis (¡°pocos hoy pueden juntar el 30% del precio de la vivienda que se exige para empezar¡±, asegura). A esta alta ¡°demanda brutal¡± se a?ade la escasa oferta en algunas zonas, como los centros de Madrid o Barcelona y la ¡°profe[EN 2013]sionalizaci¨®n del alquiler¡±, con la entrada de empresas o fondos de inversi¨®n o de capital riesgo que buscan la rentabilidad que ofrece un mercado floreciente.

Una de esas empresas se hizo con el edificio de la calle San Benito (Madrid) donde viv¨ªa desde hace 10 a?os Emmy Fierro, de 40 a?os. Pagaba 750 euros por su piso de algo m¨¢s de 50 metros cuadrados, pero hace unas semanas le avisaron de que expiraba el contrato. No le dieron la opci¨®n de negociar, pero unos d¨ªas despu¨¦s vio anunciado su piso en un portal inmobiliario por un precio de 1.050 euros al mes. Ya ha encontrado otro; eso s¨ª, por 950 euros al mes. ¡°Lo que hay por menos de 800 euros al mes en Madrid son zulos de 20 o 30 metros cuadrados o pisos sin reformar¡±, explica.

Cambios legales

En este sentido, Inwit vuelve sobre la reforma que se introdujo en la ley de alquileres en el a?o 2013, que rebaj¨® de cinco a tres a?os el periodo pr¨®rroga obligatoria del contrato, y denuncia que esta modificaci¨®n ¡°solo atend¨ªa a las necesidades e intereses de los grandes tenedores de casas, los bancos, para que rentabilizaran las viviendas con una mayor rotaci¨®n de los inquilinos¡±. ¡°?Qu¨¦ proyecto de vida se puede hacer si te pueden echar de una casa a los tres a?os?¡±, se pregunta.

Por eso, el sindicato de inquilinos de Madrid, junto con el de Barcelona, acudi¨® esta semana al Congreso para trasladar a los partidos ¡ªexcepto al PP y el PNV, que no les recibieron¡ª una serie de medidas, entre ellas que la duraci¨®n m¨ªnima de los contratos de alquiler sea de seis a?os, 12 en caso de ¡°grandes propietarios¡± (con m¨¢s de seis viviendas), que la renovaci¨®n de los contratos sea autom¨¢tica salvo que el due?o o un familiar necesite la casa o que las rentas se actualicen seg¨²n un ¨ªndice vinculante. Una propuesta de Podemos con medidas similares fue rechazada el jueves.

Por el momento, pues, nada que contenga los precios de los alquileres, salvo el propio mercado. Seg¨²n Encinar, este ya est¨¢ ¡°tocando techo¡± en los grandes mercados (Madrid, Barcelona y alguna que otra gran ciudad espa?ola) y a?ade que la ¡°buena noticia¡± de que el fen¨®meno de los pisos tur¨ªsticos, con las ¨²ltimas reformas, especialmente la de Hacienda, que eliminar¨¢ desgravaciones a los due?os de estos alojamientos, va a dejar de presionar los precios al alza. ¡°Estamos a punto de dejar de hablar de ello¡±, sostiene. Toribio, de Fotocasa, opina que a¨²n seguir¨¢n subiendo los precios del alquiler en general, pero menos, y que en algunas zonas ¡°ha tocado techo¡±. ¡°Los precios se est¨¢n calmando porque la gente no puede pagar m¨¢s¡±.