Pupitres escasos de mujeres en las escuelas de negocios
Pese a los esfuerzos por mitigarla, la brecha de g¨¦nero es visible en la mayor¨ªa de las aulas. Todas est¨¢n articulando medidas para combatirla
En los pupitres de las escuelas de negocios todav¨ªa se sienta la fragilidad de las mujeres. Los n¨²meros no toman rehenes y estos centros no dejan de ser una imagen reflejada en las empresas de hoy. Esta formaci¨®n de ¨¦lite es un paisaje de hombres. La consultora QS, especializada en este tipo de aulas, ha analizado la fractura entre alumnos y alumnas en los MBA. En las 225 escuelas de negocio examinadas hall¨® que el porcentaje de mujeres alcanza el 36%. El desequilibrio es evidente como tambi¨¦n lo es una intensa voluntad de cambio de esta situaci¨®n. Kerry Healey, presidenta de Babson College en Estados Unidos, pone cifras a este mundo que gira: ¡°El 24% de los decanos (seg¨²n la asociaci¨®n internacional AACSB, que ha estudiado 1.600 centros de 25 pa¨ªses) de las escuelas de negocios son mujeres, pero aun as¨ª solo encontraremos un 5% de consejeras delegadas en el ranking de la revista Fortune-500. Un porcentaje que aumenta al 20% en el caso de altos ejecutivos¡±.
Nadie lo duda, faltan voces, pero frente a la resignaci¨®n existen motivos para la alegr¨ªa, incluso el entusiasmo: ¡°?Hemos cambiado la din¨¢mica en Babson!¡±, exclama Healey. ¡°En 2000 ten¨ªamos un 30% de estudiantes mujeres, un nivel que todav¨ªa existe en muchos de nuestros centros colegas. Sin embargo, hoy ese porcentaje ya supera el 50%¡±, a?ade.
Esta voluntad de abrir caminos es com¨²n al resto de escuelas, pues todas parecen reconocerse en la misma frase: ¡°Hemos mejorado pero a¨²n tenemos que trabajar m¨¢s para cerrar esa grieta¡±. Esade es uno de los centros que combaten contra el tiempo y la inequidad a trav¨¦s de un sistema de becas o incentivos y mirando a los ojos de la realidad sin bajar la mirada. ¡°Nuestro MBA lo cursan un 32% de mujeres, nos gustar¨ªa decir que vivimos un importante crecimiento, pero no lo estamos notando¡±, reflexiona, sincero, Luis Vives, decano asociado del Full-Time MBA de la escuela, ¡°por eso es una obsesi¨®n para nosotros preparar directivas que sean capaces de romper reglas y crear nuevos futuros. De ah¨ª que resulte tan importante atraer alumnas a las clases¡±.
Segundos pelda?os
Porque algo est¨¢ fallando. Las mujeres se refugian en el ¨¢rea de marketing o recursos humanos. Niveles y ense?anzas importantes, aunque segundos pelda?os. Como si partieran de la derrota y asumieran: ¡°M¨¢s lejos no nos dejar¨¢n llegar¡±. Paradigma de esta rendici¨®n obligada son las finanzas. En Icade Business School ¡ªque tambi¨¦n hace un esfuerzo profundo de captaci¨®n de ese talento¡ª la presencia de las mujeres es de tan solo el 34% en el ¨¢rea financiera. ¡°En cambio son mayor¨ªa, un 53%, en m¨¢steres con perfiles m¨¢s j¨®venes, como el MBA Pre-experience¡±, valora Virginia Horcajadas, subdirectora del centro. ?Qu¨¦ ocurre?
Silvia Madrid est¨¢ viviendo una gran carrera. Ha sido asociada en el despacho White & Chase en Nueva York y consejera interna de la filial neoyorquina del Santander. Hoy es la responsable jur¨ªdica de UniCredit en Espa?a y Portugal. ¡°En las escuelas de negocios el predominio masculino resulta incuestionable porque el mundo financiero y de los negocios es de hombres. Y esa excepci¨®n resulta a¨²n mayor en las finanzas¡±, relata. ?Qu¨¦ falla? Un lugar com¨²n: ¡°Las mujeres tienen que decidir ¡ªo se las obliga a decidir¡ª entre carrera y familia¡±. Es la zona cero del problema. Y se siente con especial fuerza en los MBA.
¡±Las alumnas que formamos son personas dispuestas a luchar por la igualdad en el espacio laboral¡±, dice una vicedecana
Estos cursos de formaci¨®n de altos directivos trazan una relaci¨®n directa con la natalidad. Se suelen estudiar a los 29 o 30 a?os, cuando muchas parejas se plantean tener hijos. ¡°Se exige un gran trabajo y mucho tiempo. En la sociedad actual esta clase de decisiones se toman de una forma distinta cuando se trata de un hombre o de una mujer¡±, observa Vives.
M¨¢s que vivir sobre un techo de cristal, parecen atrapadas en un cubo trasl¨²cido con muchas de sus caras selladas. Pero hay que dar la batalla a la injusticia. ¡°Desde luego existen bastantes menos mujeres en puestos directivos de lo que corresponde por talento y competencia. Hay un sesgo, expl¨ªcito, que es m¨¢s f¨¢cil de combatir, y luego hay otro vivo, en el inconsciente, que sin duda resulta m¨¢s complicado de derrotar¡±, admite Mauro Guill¨¦n, director del Lauder Institute en la Wharton School de Pensilvania.
Pero todas las escuelas de negocios han llevado a sus encerados a las l¨ªneas del frente. La EOI, cuya distribuci¨®n entre hombres (52%) y mujeres (48%) roza la paridad en las clases, tiene programas dirigidos al liderazgo femenino, f¨®rmulas para conciliar e iniciativas orientadas a disminuir, por ejemplo, la brecha de g¨¦nero que todav¨ªa se percibe en las profesiones tecnol¨®gicas. ¡°Es la reivindicaci¨®n del talento digital de la mujer¡±, relata Ana ?lvarez, directora de Desarrollo de Negocio de la escuela. ¡°Las mujeres que formamos son personas trabajadoras y ambiciosas que est¨¢n dispuestas a luchar por la igualdad en el espacio laboral y que creen que esta situaci¨®n puede mejorar¡±, describe Irene Vil¨¤, vicedecana de la Escuela de Posgrado de EAE Business School. Sus programas a tiempo completo son un compromiso del cambio. Las mujeres superan en las aulas a los hombres con un 54%.
Pese a los avances, la presencia femenina es una partida con los dados cargados. ¡°La mayor¨ªa de los protagonistas de los casos de ¨¦xito son, mayoritariamente, hombres. Resulta importante que surjan mujeres que triunfen y que adem¨¢s lo cuenten¡±, admite Luis Vives. Hacen falta ni?os y ni?as en los colegios que levanten la mano, las miren a los ojos y exclamen: ¡°?Quiero ser como t¨²!¡±.
Cuotas en los consejos
Hace un par de semanas, en un encuentro a puerta cerrada y sin periodistas, en pleno centro de Madrid, el presidente de una de las empresas financieras m¨¢s poderosas de Espa?a comentaba, entre cierto chirriar de sillas, que no cre¨ªa en las cuotas obligatorias femeninas en los consejos de administraci¨®n. ¡°Son una trampa¡±, remach¨®. ¡°El criterio deben ser los m¨¦ritos¡±. Pero esa val¨ªa, claro, se diluye frente a la dif¨ªcil conciliaci¨®n entre cargo y familia o el papel central (demasiadas veces obligado) a¨²n de la mujer en el cuidado de los hijos. Sin olvidar el f¨¦rreo control masculino que lleva a los despachos m¨¢s importantes de las grandes empresas.
Frente a esa incomprensi¨®n, las escuelas de negocios proponen respuestas. Esade, por ejemplo, forma parte de la plataforma #HeForShe de Naciones Unidas y, desde este a?o, participa en la iniciativa del Parlamento Europeo #D¨®ndeEst¨¢nEllas, en la que se compromete a la paridad en ponencias que se celebren en la escuela. La EOI se ha fijado en las mujeres directivas a trav¨¦s de cursos para fomentar su desarrollo.
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