La tecnolog¨ªa tira de la econom¨ªa barcelonesa

Naci¨® como un espacio de networking que diera cobijo a emprendedores de Barcelona. Hoy, el Pier 01, ubicado en el Palau de Mar, es un hervidero de startups y una muestra de la atracci¨®n que tiene la ciudad por las empresas tecnol¨®gicas. En este centro est¨¢n Tiendeo, HolaLuz o ByHours. Y ahora acaba de aterrizar Chartboost, una compa?¨ªa nacida en San Francisco pero fundada por dos catalanes, Maria Alegre y Pepe Agell. Siete a?os despu¨¦s de que abriera su sede en Silicon Valley, la empresa dedicada a publicidad en los videojuegos ha decidido volver a Barcelona con 20 ingenieros y un objetivo: buscar el talento y el ecosistema innovador por el que se pelean multitud de empresas. En los ¨²ltimos meses la ciudad ha vivido una lluvia de proyectos tecnol¨®gicos, desde grandes corporaciones como Facebook, Lidl, Microsoft o Nestl¨¦, hasta empresas especializadas como Satellogic, Energisme, Moodle o Zeptolab. La tecnolog¨ªa ha impulsado en el primer semestre del a?o a la capital del Mobile World Congress, que necesitaba dejar atr¨¢s las malas noticias por los traslados de sedes sociales o por la ca¨ªda del turismo.

Los impulsores del Pier 01, la Asociaci¨®n Barcelona Tech City, han logrado crear un ecosistema emprendedor en el que conviven startups, business angels, inversores, universidades y grandes corporaciones que buscan nuevas aplicaciones para su negocio. Los rankings que elaboran instituciones y consultoras internacionales as¨ª lo avalan. Seg¨²n el ¨²ltimo Innovation City Program, la capital catalana es la quinta ciudad m¨¢s innovadora de Europa y la 13? del mundo, mientras que PwC la considera como la cuarta urbe del planeta mejor preparada para los retos del futuro. El urbanista y asesor de ciudades Greg Clark aseguraba en el ¨²ltimo congreso de Barcelona Global que la ciudad se hab¨ªa posicionado a ojos del mundo como una ciudad creativa y tecnol¨®gica. El reto, a su juicio, era? crear m¨²sculo y crecer. "Barcelona es un ecosistema que ya tiene muchas piezas del rompecabezas. Falta ahora que las administraciones centren la financiaci¨®n en los proyectos que lo valgan", argumenta Llu¨ªs Rovira, director de CERCA, la instituci¨®n que aglutina los centros de investigaci¨®n en Catalu?a.

Hace cuatro a?os, Financial Times publicaba el reportaje Barcelona: sun, sea and start-ups (Barcelona, sol, mar y startups). Desde entonces, la capital catalana ha tenido varios casos de ¨¦xito. La francesa Vente-priv¨¦e se hizo con Privalia por un monto que el mercado situ¨® en unos 500 millones de euros; la norteamericana Take-Two adquiri¨® la empresa de videojuegos Social Point por unos 230 millones y el gigante japon¨¦s Softbank se fij¨® en Beabloo, entre otras. Esas empresas, y muchas otras del sector del comercio electr¨®nico, fintech o biotech, han hecho de la capital catalana un escaparate para las grandes corporaciones. "La llegada de estas empresas es la constataci¨®n de que el ¨¦xito de Barcelona pasa por ser una ciudad que sea capaz de crear y retener talento, que se ha convertido en el petr¨®leo del siglo XXI. Y para eso debemos seguir haciendo los deberes y poner f¨¢cil a la gente que venga a la ciudad: que la fiscalidad y la burocracia no sean un problema, que el ingl¨¦s sea una lengua vehicular m¨¢s... Si somos capaces de hacerlo, nos convertiremos en un aut¨¦ntico hub", sostiene el consejero delegado de Barcelona Global, Mateu Hern¨¢ndez.

Pepe Agell, de Chartboost, abri¨® su primera sede europea en ?msterdam. Lo hizo por la posibilidad de captar buenos profesionales y por las conexiones internacionales de la ciudad con San Francisco. Hoy Barcelona tiene dos aerol¨ªneas (Norwegian y Level) que cubren esa ruta. Y afirma que tiene buenos ingenieros y un marco de flexibilidad laboral y empresarial que le ha permitido montar su equipo en el Pier 01. "En San Francisco hay una enorme competencia por el talento, por lo que las empresas cada vez miran hacia otros sitios para captarlo", explica Agell. Una de las ¨²ltimas empresas en llegar a la ciudad es la argentina Satellogic, que se dedica al dise?o de nanosat¨¦lites del espacio con los que captar datos que sean ¨²tiles para la agricultura, la industria petrolera o los Gobiernos. "Tenemos sedes en Buenos Aires y Tel Aviv, pero Barcelona nos parec¨ªa interesante por el talento, para desarrollar cuestiones de algoritmos e inteligencia artificial", explica el fundador de la empresa, Emiliano Kargieman. Esta compa?¨ªa espera tener 100 empleados en Barcelona en un a?o.

Xavier Mons¨®, presidente del 22@ Network, opina que la capital catalana tiene el talento que las empresas buscan. Y adem¨¢s, el ecosistema de peque?as empresas tecnol¨®gicas tiene como referencia el 22@, el distrito?desarrollado en las antiguas zonas industriales del Poblenou y en el que ya trabajan 90.000 personas, con espacio para llegar a 150.000. "Si en Silicon Valley las startups nacieron en garajes, aqu¨ª lo hacen en las antiguas f¨¢bricas", resume Mons¨®. Hoy muchos de estos espacios se est¨¢n reconvirtiendo en espacios de coworking, laboratorios o centros de investigaci¨®n. El director del sal¨®n 4YFN de la Mobile World Capital, Esteban Redolfi, considera que Barcelona ya ha dado el salto de la pubertad a la madurez. "Antes ten¨ªamos empresas sobre todo de e-commerce o videojuegos. Ahora estamos ocupando todos esos nichos en los que no est¨¢bamos", sostiene.

Si de algo ha adolecido la ciudad es de la falta del capital riesgo que abunda en Silicon Valley o Londres. "Europa siempre ir¨¢ coja en inversi¨®n. Pero tambi¨¦n es cierto que el dinero viaja mucho m¨¢s que antes y los fondos no tienen miedo a romper las fronteras. Tenemos la ventaja de que hemos hallado otras f¨®rmulas. No todo son las aceleradoras. En Barcelona hay grandes corporaciones que est¨¢n dispuestas a trabajar, comprar o ser clientes de startups. Y ya sea con la f¨®rmula que sea, esas alianzas est¨¢n dando resultados", a?ade. La llegada de Facebook a la Torre Gl¨°ries o el refuerzo de Nestl¨¦ de su centro en Esplugues de Llobregat animan esta idea. A pesar de los puestos de trabajo que crear¨¢n estas empresas (unos 500 solo en la subcontrata de Facebook) los sueldos, que parten de 24.000 euros brutos anuales, est¨¢n por debajo del que ofrecen empresas tecnol¨®gicas en otros pa¨ªses. El riesgo, seg¨²n han alertado los sindicatos, es que Barcelona se sit¨²e como una ciudad tecnol¨®gica pero tambi¨¦n low cost.