Solo el 8% de los contratos temporales en Espa?a se convierten en fijos
La tasa de conversi¨®n de eventuales a indefinidos en la UE llega al 24%
La nueva ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, tiene una ingente labor por delante para atajar el problema de la temporalidad. No es solo que Espa?a tenga la mayor proporci¨®n de trabajadores temporales de la UE. Adem¨¢s, este tipo de contrato sirve muy poco como trampol¨ªn para conseguir un puesto fijo. Seg¨²n la Comisi¨®n Europea, en Espa?a solo el 8% de los contratos temporales se acaban convirtiendo en indefinidos al cabo de un a?o. En cambio, en el conjunto de la UE esta conversi¨®n ocurre en el 24% de los eventuales. Es decir, un temporal en Espa?a tiene casi tres veces m¨¢s dif¨ªcil convertirse en fijo. Seg¨²n cifras de la Seguridad Social, la crisis ha hecho que un temporal tarde ahora unos 7,8 a?os en lograr el estatus de indefinido.
Muchos expertos consideran el contrato temporal como un paso previo al fijo. El trabajador consigue un primer puesto eventual. Y m¨¢s adelante, conforme coge experiencia en la empresa, se convierte en indefinido. Ese es el esquema habitual bajo el cual un trabajador se forma y progresa en su carrera. Sin embargo, ese patr¨®n no funciona en Espa?a igual que en el resto de Europa. Seg¨²n cifras de Eurostat y la Comisi¨®n Europea, en Espa?a solo el 8% de los contratos temporales se termina transformando en indefinidos una vez transcurrido un a?o. Si se examinan los n¨²meros solo para mujeres o j¨®venes, las tasas de conversi¨®n resultan igual de bajas.
Cuando se compara con los promedios de la UE, el contraste se antoja evidente. Seg¨²n datos del Ejecutivo comunitario ponderados por el peso de cada pa¨ªs, esa cifra de conversi¨®n de eventuales en fijos se eleva en el conjunto de la UE hasta el 24%. Y si se hace la media aritm¨¦tica a partir de los n¨²meros nacionales que proporciona Eurostat, la ratio europea de conversi¨®n a fijo es del 15%.
En el furg¨®n de cola
La diferencia aumenta cuando se coteja con un pa¨ªs n¨®rdico: un trabajador temporal dan¨¦s tiene cuatro veces m¨¢s posibilidades de convertirse en indefinido que uno espa?ol. Espa?a se sit¨²a as¨ª en el furg¨®n de cola junto a Grecia, Chipre, Polonia, Eslovaquia, Italia o Francia. Solo que el problema se agrava m¨¢s en el caso espa?ol por una circunstancia: la proporci¨®n de temporales es m¨¢s elevada. Al cierre de 2017, la tasa temporalidad se coloc¨® en el 26,8%, la mayor de Europa y 12 puntos m¨¢s que el promedio comunitario.
¡°El mayor uso de la temporalidad por encima de la media europea no puede ser atribuido a una diferente estructura sectorial de la econom¨ªa¡±, se?alan los servicios de la Comisi¨®n. ¡°Solo una fracci¨®n muy peque?a se explica por un mayor peso de sectores donde el uso de los temporales es m¨¢s generalizado. La cuota de empleados con contrato temporal es mayor en Espa?a que en la UE en todos los sectores, no solo en aquellos con una naturaleza estacional como la agricultura, el turismo y la construcci¨®n¡±, reza el informe anual sobre Espa?a.
Seg¨²n la Comisi¨®n, en Espa?a existe casi un 30% m¨¢s de temporalidad en la construcci¨®n y en la agricultura que en la media de estos sectores en la UE. En torno a un 15% m¨¢s en la hosteler¨ªa, la sanidad y el ocio. Y alrededor de un 10% m¨¢s en la industria, la educaci¨®n o los servicios profesionales. Solo la banca presenta una temporalidad cercana a la europea.
?Y a qu¨¦ se debe este fen¨®meno? Un estudio del Banco de Espa?a previo a la crisis ya revelaba que era un mal end¨¦mico muy anterior. Incluso trabajadores con experiencia y cotizaciones elevadas presentaban un alto porcentaje de temporalidad. Y el origen est¨¢ en la flexibilizaci¨®n que se hizo del contrato temporal en 1984. El fen¨®meno se hizo m¨¢s acuciante durante la burbuja con el tir¨®n de la construcci¨®n. ¡°Es una realidad propia de pa¨ªses con mercados laborales r¨ªgidos que protegen demasiado el puesto de trabajo en lugar de proteger al trabajador. Y revela tanto un problema de baja calidad de las empresas como de baja formaci¨®n de los empleados¡±, explica un alto funcionario experto en esta materia.
Y la crisis puede haberlo empeorado, seg¨²n explican en un estudio publicado el mes pasado Florentino Felgueroso, Jos¨¦ Ignacio Garc¨ªa-P¨¦rez, Marcel Jansen y David Troncoso-Ponce. Bajo el t¨ªtulo de?El incremento de los contratos de corta duraci¨®n en Espa?a, analiza datos de la Seguridad Social hasta 2016, y concluye que el periodo medio para que un temporal se transforme en indefinido ha escalado desde los 56 meses previos a la crisis hasta los 94 meses. Es decir, de 4,6 a 7,8 a?os. Antes hac¨ªan falta de media unos seis contratos para alcanzar la condici¨®n de fijo. Ahora, nueve. Si bien estas cifras est¨¢n condicionadas por recoger seis a?os de recesi¨®n. Seg¨²n fuentes del Gobierno saliente, en los ¨²ltimos meses se habr¨ªa producido una mejora. De hecho, apuntan que la tasa de conversi¨®n a indefinidos estar¨ªa repuntando del 8% al 12%.
M¨¢s cortos en hosteler¨ªa
En cualquier caso, el estudio se?ala que cada vez se usan m¨¢s los contratos inferiores a una semana o un mes. Y destaca por encima de todo la hosteler¨ªa: en este sector hay unos 1,5 millones de ocupados, unos 150.000 m¨¢s que antes de la crisis. Sin embargo, el n¨²mero de contratos firmados al a?o ha saltado desde los 1,5 millones hasta los 4 millones.
El informe sobre desigualdad del Banco de Espa?a abunda en este diagn¨®stico: las empresas no tocan los salarios por hora. Pero s¨ª que est¨¢n usando el tiempo de trabajo para ajustar costes laborales. En lugar de pagar menos por hora, ahorran d¨¢ndoles menos jornadas y m¨¢s reducidas. Los emplean solo para los meses, semanas o incluso horas que los necesitan, como si fuese un contrato de cero horas igual que el desarrollado en Reino Unido u Holanda. Y esa elevada rotaci¨®n impide la transici¨®n hacia un puesto de trabajo fijo.
¡°El problema no est¨¢ en la reforma laboral. No hay que volver a la legislaci¨®n del siglo XX. Olvid¨¦monos del tipo de contrato. Para responder a esta ingenier¨ªa en la contrataci¨®n hay que proteger al trabajador, no al puesto de trabajo. Lo mejor es que la empresa abone esa protecci¨®n todos los meses, y que el trabajador la pueda acumular y llev¨¢rsela consigo como en la mochila austriaca, pudi¨¦ndola dedicar al desempleo, la formaci¨®n o la jubilaci¨®n¡±, sostiene el profesor Jos¨¦ Ignacio Garc¨ªa-P¨¦rez.
Las consecuencias negativas del exceso de eventuales
La temporalidad en Espa?a no solo es mayor que en el resto de Europa. Tambi¨¦n tiene una naturaleza que la hace m¨¢s lesiva para los trabajadores. Seg¨²n la Comisi¨®n Europea, el temporal en Espa?a transita menos hacia el empleo permanente y mucho m¨¢s hacia el desempleo. Su penalizaci¨®n en el salario por ser eventual es mayor que en la UE y, en consecuencia, arroja mayores niveles de pobreza en el trabajo.
En general, la temporalidad es mala porque la empresa no tiene incentivos para formar al trabajador. Se interrumpe el proceso normal por el que el empleado adquiere experiencia hasta el punto de que puede irse a otra compa?¨ªa en la que normalmente le mejoran el salario. Sin esa experiencia, el empleado dif¨ªcilmente mejora su estabilidad laboral y su retribuci¨®n.
Y la productividad de la econom¨ªa se resiente porque cuenta con menos mano de obra cualificada. Adem¨¢s, en semejante contexto de condiciones precarias, se posponen decisiones como comprar una vivienda, formar una familia o tener hijos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.