Ascensos y pluses solo para hombres en la contrata que limpia la Xunta
El 90% de la plantilla que gestiona la empresa Grupo Norte son mujeres pero ninguna cobra complementos ni sube de categor¨ªa
En la contrata que limpia desde hace casi una d¨¦cada los edificios de la Xunta en Santiago de Compostela, de la multinacional de servicios Grupo Norte, 17 hombres sacan brillo a los cristales y 113 mujeres, a todo lo dem¨¢s. Los primeros cobran por ello un plus de peligrosidad, penosidad y toxicidad sea cual sea la ubicaci¨®n o altura de los ventanales y, cuando alcanzan cierta antig¨¹edad, son ascendidos a peones especialistas. Las segundas, el 90% de la plantilla, no perciben ning¨²n complemento aunque tengan que encaramarse a una estanter¨ªa, responsabilizarse de las llaves de los despachos o vaciar la basura, y todas son peones a secas, incluso las veteranas que acumulan m¨¢s de 20 a?os a?os en el puesto. Solo la ausencia de ascensos entre la plantilla femenina supone una diferencia de sueldo con respecto a sus compa?eros de 1.500 euros anuales, una brecha que aumenta en m¨¢s de 900 euros si se suma solo el complemento de peligrosidad.
La empresa, que factura 212 millones anuales y tiene 12.400 empleados, admite las diferencias entre mujeres y hombres en su contrata de Santiago pero niega que se trate de un caso de discriminaci¨®n salarial a las primeras porque ¡°las circunstancias salariales no est¨¢n marcadas por el g¨¦nero sino por la categor¨ªa laboral que fija el convenio¡±. Ese convenio, sostiene un portavoz del Grupo Norte, es el que tambi¨¦n marca que los cristaleros, todos hombres, sumen a su sueldo un plus de peligrosidad aunque no limpien en las alturas. Un complemento salarial que no perciben las mujeres limpiadoras aunque se suban a una escalera.
La compa?¨ªa recuerda que el plus de peligrosidad, que supone unos 80 euros mensuales, ¡°lo determina el convenio en funci¨®n de la categor¨ªa y la actividad¡± y sostiene que la ¡°limpieza de despachos no est¨¢ incluida¡±. Desde el sindicato CIG, Anxo Noceda defiende, sin embargo, que ¡°hay puestos desempe?ados por mujeres en los que s¨ª concurren las circunstancias¡± exigidas por ese complemento. ¡°El trabajo de los cristaleros no es tan diferente al de las limpiadoras, porque determinadas superficies que ellas limpian tambi¨¦n requieren 'cierta pr¨¢ctica y especializaci¨®n' como fija textualmente el convenio estatal para la categor¨ªa de pe¨®n especialista¡±, explica Noceda, quien ve en el Grupo Norte un ejemplo de ¡°la discrecionalidad empresarial en las retribuciones¡± que est¨¢ en el origen de la brecha salarial entre hombres y mujeres.
Las limpiadoras de la Xunta se concentran cada jueves desde el pasado 24 de mayo frente a la sede del Gobierno de Alberto N¨²?ez Feij¨®o para reclamar que todas las limpiadoras que tengan tres a?os de antig¨¹edad sean ascendidas, como hasta ahora se ha hecho con sus compa?eros. La chispa que hizo estallar las movilizaciones salt¨® en abril, cuando cuatro limpiadores hombres con categor¨ªa de peones, la que tienen todas las mujeres de la contrata, fueron promocionados a cristaleros y, por tanto, a peones especialistas, lo que supone 100 euros m¨¢s al mes en su n¨®mina. El comit¨¦ de empresa denuncia que no fue siquiera informado.
¡°Esos hombres no tienen ni nuestra antig¨¹edad ni saben m¨¢s que nosotras. A las mujeres en esta empresa nunca se nos ha dado siquiera la oportunidad de ser cristaleras. ?Por qu¨¦ no podemos? ?Si ya limpiamos las ventanas de nuestras casas! Los ascensos se deben dar por concurso¡±, protesta Amelia Say¨¢ns, presidenta del comit¨¦ de empresa y desde hace 23 a?os trabajadora de la limpieza en el palacio de San Caetano donde tiene Feij¨®o el despacho presidencial. Pese a los a?os que lleva en el puesto, viendo pasar por la contrata distintas adjudicatarias, sigue dando el callo en la categor¨ªa laboral m¨¢s baja y no llega a mileurista.
Las trabajadoras de Grupo Norte no se explican por qu¨¦ tiene que cobrar m¨¢s un hombre que limpia las mamparas interiores de las oficinas de la Xunta que una mujer que saca lustre a los ba?os o escaleras con desinfectantes. Y denuncian tambi¨¦n que nunca se les ha dado siquiera la oportunidad de ser cristaleros, terreno laboral reservado exclusivamente a sus compa?eros. Ellos, a?ade Say¨¢ns sobre la falta de cobertura de bajas que multiplica su carga de trabajo, pueden demorar tareas de un d¨ªa para otro; ellas no, porque deben firmar partes diarios.
La situaci¨®n se arrastra desde hace a?os, pero el malestar entre las trabajadoras de Grupo Norte en Santiago se revolvi¨® cuando el a?o pasado descubrieron que, adem¨¢s, algunos de sus compa?eros cobraban cuantiosos pluses no recogidos siquiera en el convenio. Fue durante la licitaci¨®n del servicio por parte de la Conseller¨ªa de Presidencia, que volvi¨® a recaer en la misma compa?¨ªa. El pliego de cl¨¢usulas administrativas destap¨® complementos extra que oscilan entre los 900 y los 25.000 euros anuales.
Para atajar las protestas, el Grupo Norte le ha ofrecido al comit¨¦ de empresa el ascenso a la categor¨ªa de pe¨®n especialista de 12 de las 117 mujeres en cuatro a?os, trabajadoras que deber¨ªan ¡°ser reubicadas en otro tipo de tareas con un riesgo mayor¡± para justificar el ascenso, esgrime la empresa. A los representantes sindicales no les parece suficiente y exigen medidas para cerrar la brecha del pasado. ¡°Con la oferta de la empresa se dejar¨ªa fuera a m¨¢s de 100 empleadas que superan los a?os de antig¨¹edad que hasta ahora han reunido los hombres para ser ascendidos¡±, arguye el sindicalista Noceda, quien propone que la categor¨ªa les sea reconocida de forma inmediata a todas las empleadas con un trienio de antig¨¹edad, aunque llegue a sus n¨®minas de forma progresiva hasta 2020.
La empresa cifra el coste de la demanda de las trabajadoras en unos 300.000 euros y sostiene que no la puede asumir. La negociaci¨®n, afirman desde ambas partes, sigue abierta y la Conseller¨ªa de Presidencia, cuya sede adecentan cada d¨ªa las operarias movilizadas, se ha ofrecido a mediar. En las reuniones con la c¨²pula del Grupo Norte, cuenta la presidenta del comit¨¦ de empresa, las portavoces de las limpiadoras suelen ser las ¨²nicas mujeres.
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