Los auditores europeos piden a Bruselas mano dura con los pa¨ªses m¨¢s endeudados

Nadie sabe cu¨¢ndo estallar¨¢ la pr¨®xima recesi¨®n. Ni con qu¨¦ fuerza golpear¨¢ a Europa. Pero los ciclos econ¨®micos siguen existiendo, y los auditores europeos creen que los Estados miembros no se est¨¢n preparando como deben para cuando lleguen las vacas flacas. En un informe publicado este jueves, el Tribunal de Cuentas apunta a la elevada deuda p¨²blica de los socios comunitarios como el gran punto d¨¦bil de los Veintiocho si la crisis vuelve a las andadas. Aunque se?ala a los jugadores, el estudio carga las culpas contra el ¨¢rbitro: lamenta que la Comisi¨®n Europea haya permitido incumplir las reglas sistem¨¢ticamente, y le acusa de no haber ejercido su trabajo de garante de las finanzas p¨²blicas como deb¨ªa.

"Las disposiciones en materia de flexibilidad introducidas por la Comisi¨®n no estaban sujetas a la duraci¨®n del per¨ªodo de crisis y, de hecho, en la pr¨¢ctica llegaron demasiado lejos", critica Neven Mates, encargado del informe y antiguo directivo del FMI.

El Pacto de Estabilidad y Crecimiento es el instrumento con el que la Comisi¨®n Europea puede aflojar o apretar la soga al cuello de los pa¨ªses incumplidores. El presidente del BCE, Mario Draghi, suele calificarla como el ancla de confianza en el proyecto europeo. Sus normas giran en torno a dos cifras (3% de d¨¦ficit sobre PIB y 60% de deuda p¨²blica). Tras a?os de avisos y amenazas de multa, solo Espa?a sigue por encima del primer umbral en el d¨¦ficit.

El segundo, el de la deuda soberana, es mucho m¨¢s concurrido:?15 pa¨ªses de la UE lo superaban a cierre de 2017, entre ellos Grecia (178,6%), Italia (131,8%), Portugal (125,7%), B¨¦lgica (103,1%) y Espa?a (98,3%). Los auditores acusan a la Comisi¨®n de reducir la exigencia del ajuste y no prestar la suficiente atenci¨®n al asunto. "Esto resulta especialmente preocupante en el caso de algunos Estados miembros con elevadas proporciones de deuda p¨²blica, porque en la pr¨®xima recesi¨®n, su sostenibilidad presupuestaria puede provocar preocupaci¨®n en los mercados", advierten.

Pese a las altas tasas de crecimiento, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) calcula que habr¨¢ que esperar al menos hasta 2035 para que la deuda p¨²blica espa?ola caiga por debajo del 60% del PIB, el tope que se fij¨® en los criterios de Maastricht para crear la moneda ¨²nica. Los auditores europeos creen que Bruselas ha pecado de flexible, y le insta a emplearse con mayor dureza. "La Comisi¨®n deber¨ªa garantizar que los objetivos presupuestarios se cumplan en un plazo razonable y aplicar normas m¨¢s estrictas a los Estados miembros muy endeudados", afirman.

El contexto parece favorable por el lado de la econom¨ªa. La UE crece por encima del 2% y ninguno de los Veintiocho estados camina en terreno negativo. Sin embargo, no est¨¢ tan claro que lo sea por el lado de la pol¨ªtica. Con el Brexit de fondo e Italia (una de las econom¨ªas m¨¢s endeudadas) agitando la eurofobia y criticando las intromisiones de Bruselas, el momento m¨¢s id¨®neo para que el ejecutivo comunitario se embarque en una espiral de reproches no acaba de llegar.

La bonanza macroecon¨®mica est¨¢ ah¨ª, como se encarga de recordar la Comisi¨®n Europea con el ¨²ltimo gran mantra que ha salido de los atriles de Bruselas, el de la s¨®lida recuperaci¨®n. Por eso los auditores estiman llegado el momento de asegurarse de que los ratios de deuda p¨²blica disminuyen al ritmo que deben. "En el per¨ªodo de recuperaci¨®n y expansi¨®n comprendido entre 2014 y 2018, los saldos estructurales de varios pa¨ªses muy endeudados se han desviado de sus objetivos o han convergido hacia ellos a un ritmo tan lento que est¨¢ lejos de garantizarse una mejora sustancial antes de la pr¨®xima recesi¨®n", afirma Neven Mates.

El Tribunal de Cuentas ve necesario, en fin, contar con un margen de maniobra para las recesiones hoy inexistente, por lo que reclama a la Comisi¨®n que sea did¨¢ctica pero firme. "Las recomendaciones espec¨ªficas por pa¨ªs deber¨ªan incluir exigencias de ajuste expl¨ªcitas, con una explicaci¨®n m¨¢s clara de su justificaci¨®n y de los riesgos si no se aplican", aconseja.