Los bancos centrales piden a los pa¨ªses del sur del euro que recorten deuda
El BIS alerta de que los pa¨ªses muy endeudados se pueden quedar sin margen cuando el crecimiento se reduzca
El coordinador de los bancos centrales, el Banco Internacional de Pagos (BIS por sus siglas en ingl¨¦s), alerta a los pa¨ªses de la periferia de la zona euro de que tienen que bajar la deuda ahora que la econom¨ªa crece. La instituci¨®n sita en Basilea se suma a todas las advertencias que esta semana lanzaron en la misma l¨ªnea el Banco de Espa?a, la Autoridad Fiscal, el FMI y el mecanismo de rescate europeo. "Consolidar las finanzas p¨²blicas es una prioridad", sostiene el informe anual del BIS.
En su condici¨®n de coordinador de los bancos centrales, el BIS tiene en su ADN avisar sobre los riesgos de la econom¨ªa global. Y entre ellos destaca la probabilidad de que los pa¨ªses muy endeudados se queden sin margen en un contexto en el que el crecimiento va a ir poco a poco reduci¨¦ndose, en parte por la demograf¨ªa y por la falta de reformas estructurales.
"La necesidad de construir espacio fiscal es especialmente importante en esas econom¨ªas donde la solvencia fiscal ya ha sido puesta en duda, como durante la crisis de deuda del euro, y donde la expansi¨®n financiera puede estar disfrazando el verdadero estado de las finanzas p¨²blicas, en buena medida debido a unos ingresos tributarios boyantes que son temporales", afirma el informe publicado este domingo.
El BIS argumenta que a corto plazo las perspectivas son buenas: la econom¨ªa global deber¨ªa proseguir con su expansi¨®n, una de las m¨¢s largas de la posguerra gracias la mejora del empleo, la confianza de las empresas, las favorables condiciones financieras, una banca en mejor estado y una pol¨ªtica fiscal con un tono m¨¢s proc¨ªclico. Todo ello har¨¢ que hogares y empresas gasten e inviertan m¨¢s.
Recuperaci¨®n basada en la pol¨ªtica monetaria
Pero el reto es continuar con el crecimiento m¨¢s all¨¢ de un horizonte inmediato. "Semejante impulso en un momento tan avanzado del ciclo, junto con presiones inflacionarias muy suaves, es bastante inusual seg¨²n est¨¢ndares hist¨®ricos", recuerda. Por el momento, la recuperaci¨®n ha dependido mucho del impulso de los bancos centrales, "sobrecargados" por sus pol¨ªticas expansivas. Lo que a su vez ha generado otros problemas, como un incremento global de la deuda p¨²blica y privada en relaci¨®n con los ingresos. Hasta el punto de situarse por encima de las cotas registradas antes de la Gran Recesi¨®n. Las vulnerabilidades financieras han aumentado. La depreciaci¨®n del d¨®lar ha provocado que los pa¨ªses emergentes acumulen deuda en d¨®lares. Y aunque la banca se ha reforzado, a¨²n soporta activos t¨®xicos y acarrea problemas de rentabilidad, agudizados por la competencia de las fintech y las bigtech. Estas ¨²ltimas pueden "incluso poner en peligro su existencia", explica.
Eso s¨ª: pese al r¨¢pido descenso del paro, los costes laborales permanecen contenidos. Los motivos que esboza el informe: los efectos de la crisis en el empleo, que ha dejado una abundante capacidad ociosa, como se aprecia en la gran cantidad de asalariados que trabaja a tiempo parcial pese a que quiere hacer m¨¢s horas; los mayores de 55 a?os, que intentan trabajar m¨¢s tiempo ante posibles recortes de las pensiones; una mayor sincronizaci¨®n global de los costes laborales fomentada por las cadenas de producci¨®n internacionales, que elevan la oferta de empleo presionando a la baja sobre los salarios; la tecnolog¨ªa que automatiza empleos y el proceso de mayor concentraci¨®n empresarial en algunos sectores, que pone presi¨®n sobre los precios.
Esos costes laborales alineados con la productividad, o en casos como Espa?a incluso por debajo, han contribuido a que la inflaci¨®n se modere. Y han permitido que los bancos centrales grad¨²en su salida de las pol¨ªticas expansivas. Pero la inflaci¨®n podr¨ªa volver conforme se avanza en la recuperaci¨®n. As¨ª que el margen de la pol¨ªtica monetaria para actuar es "estrecho". Y lo mismo sucede con la fiscal.
De modo que el BIS recomienda a los bancos centrales que contin¨²en con la normalizaci¨®n monetaria para tener margen ante futuras crisis. Pero tambi¨¦n les pide que no se precipiten ante brotes puntuales de la inflaci¨®n o cierta volatilidad en los mercados. De por s¨ª, esta ¨²ltima puede ser buena para corregir excesos, apunta. Y recuerda que la subida de tipos puede castigar a los endeudados, convirti¨¦ndose en una especia de "trampa de deuda" que impida que los bancos centrales puedan salir de las pol¨ªticas expansivas.
Por todas esas razones, hay que aprovechar la coyuntura favorable para prepararse. Tambi¨¦n con reformas estructurales, cuyos costes se sobrellevan ahora mejor. Sin embargo, el impulso reformista se est¨¢ desvaneciendo. "No dejemos escapar esta oportunidad", dice el director general del BIS, Agust¨ªn Carstens.
De lo contrario, los riesgos pueden seguir creciendo. Y el BIS pone el foco en hasta tres posibles detonantes que pueden generar problemas. El primero: un incremento del proteccionismo que socave la confianza de mercados y empresas. En segundo lugar, un salto repentino en los rendimientos de los bonos soberanos, "incluso solo con sorpresas moderadas en la inflaci¨®n". "El reciente ajuste de las condiciones financieras, incluida la apreciaci¨®n del d¨®lar, ya ha creado estr¨¦s en algunos mercados emergentes", subraya. Y, por ¨²ltimo, un cambio en el apetito de los inversores por el riesgo, lo que podr¨ªa encarecer la financiaci¨®n de los m¨¢s endeudados.
Todo ello se podr¨ªa adem¨¢s verse amplificado por el sector financiero, al haber mucha deuda y por albergar este cada vez m¨¢s intermediarios no bancarios muy sensibles a la volatilidad. O por el deterioro reciente que est¨¢n sufriendo los balances de las empresas en EE UU, Reino Unido, Francia y otros pa¨ªses.
Riesgos de las criptomonedas
El BIS tambi¨¦n examina en su informe si las criptomonedas podr¨ªan sustituir el sistema monetario actual. Su conclusi¨®n es un no rotundo debido a sus limitaciones. Una de ellas es que no se pueda usar el sistema de criptomonedas tanto como uno quiera. Los que mantienen el registro de las transacciones cobran por ello una comisi¨®n. Si ampliasen el servicio todo lo que puede llegar a hacer falta, entonces sus comisiones se desplomar¨ªan al aumentar la oferta. Este servicio se basa, por tanto, en una oferta limitada que lo haga rentable. Y eso implica riesgos de congesti¨®n al usarlo, o que las comisiones puedan dispararse al haber mucha demanda. Adem¨¢s, hay riesgos de que pueda borrarse una transacci¨®n. O que los gestores, muy concentrados, puedan confabularse para modificar las transacciones.
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