La larga (y peligrosa) resaca de la Copa del Am¨¦rica persigue a Valencia
Bruselas investiga si el cr¨¦dito concedido por el ICO para la reforma del puerto constituye una ayuda ilegal de Estado
La Copa del Am¨¦rica, la glamurosa competici¨®n internacional de vela que Valencia acogi¨® hace una d¨¦cada, sigue dando quebraderos de cabeza al Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de la ciudad. Las tres Administraciones crearon un consorcio para sufragar la adecuaci¨®n del puerto al acontecimiento deportivo, unas obras que dieron lugar al gran espacio p¨²blico que hoy se conoce como la Marina de Valencia. La Comisi¨®n Europea investiga ahora si el cr¨¦dito de 319 millones de euros para financiar los trabajos, concedido por el Instituto Oficial de Cr¨¦dito (ICO) y avalado por el Tesoro, constituy¨® una ayuda ilegal de Estado.
Bruselas ha remitido a las Administraciones espa?olas tres misivas reclamando informaci¨®n, la ¨²ltima hace unos d¨ªas. Las cartas ponen en duda la legalidad tanto del pr¨¦stamo como de la explotaci¨®n de la Marina por parte del consorcio desde la celebraci¨®n de la ¨²ltima regata, en 2010, y tambi¨¦n del reciente anuncio de que el Gobierno asumir¨¢ el pago del cr¨¦dito del ICO, del que el consorcio no ha pagado ni un euro.
La direcci¨®n general de la competencia del Ejecutivo comunitario afirm¨® en su pen¨²ltima carta, enviada el 31 de julio, que a su juicio el consorcio ¡°realiza una actividad comercial que est¨¢ supeditada a las normas sobre ayudas estatales¡± y que durante a?os ha estado ¡°recibiendo ayuda ilegal¡±.
El asunto causa sudores fr¨ªos en Valencia, donde se recuerda el varapalo de la Comisi¨®n a la Ciudad de la Luz de Alicante. Bruselas exigi¨® en 2012 que los estudios de cine reintegrasen a la Generalitat los 265 millones de euros que el Gobierno auton¨®mico invirti¨® en su construcci¨®n tras la denuncia de la compa?¨ªa cinematogr¨¢fica inglesa Pinewood. Como el complejo era incapaz de devolver el dinero, la Comisi¨®n impuso la obligaci¨®n de sacarlo a subasta dos veces ¡ªla segunda con un precio de partida de 96 millones¡ª, pero quedaron desiertas. El Consell del socialista Ximo Puig, que hab¨ªa heredado el problema de la etapa del PP en la Generalitat, convenci¨® a Bruselas de que aceptara la f¨®rmula de la daci¨®n en pago. La Generalitat se qued¨® con la propiedad de los estudios, pero la Comisi¨®n impuso severas restricciones a su aprovechamiento econ¨®mico durante 15 a?os, que posteriormente ha suavizado.
La nueva investigaci¨®n comunitaria empez¨® con la denuncia del puerto deportivo de la Pobla de Farnals, un pueblo de 7.000 habitantes situado a pocos kil¨®metros al norte de Valencia, que consideraba que la marina hab¨ªa echado por tierra el precio de los amarres en su desesperado intento de lograr ingresos tras las regatas celebradas en 2007 y 2010.
Con el pr¨¦stamo del ICO se pag¨® la reforma de la d¨¢rsena del puerto y la construcci¨®n de un canal de acceso. Se levant¨® el edificio Veles e Vents, dise?ado por David Chipperfield, y las bases de los 11 equipos que participaron en la competici¨®n n¨¢utica, creada en 1861. Se urbanizaron 230.000 metros cuadrados de terrenos portuarios, que quedaron integrados en la ciudad. Y se crearon 735 amarres, 75 de ellos destinados a yates de m¨¢s de 35 metros de eslora.
Esta ¨²ltima parte de la inversi¨®n, y el hecho de que las Administraciones hayan mantenido en funcionamiento el consorcio creado para la Copa del Am¨¦rica para explotar las instalaciones y obtener ingresos con los que empezar a devolver el pr¨¦stamo del ICO, algo que no sucedi¨® por el descalabro del sector n¨¢utico con el estallido de la crisis, representan el principal punto d¨¦bil de la Marina de Valencia ante Bruselas.
Polo de innovaci¨®n
El consorcio tuvo por primera vez beneficios operativos en 2017 y est¨¢ pagando, mediante un embargo judicial, una p¨®liza de cr¨¦dito vinculada al pr¨¦stamo del ICO. Sus ingresos alcanzaron el pasado ejercicio siete millones de euros, de los cuales el 40% procedieron de los amarres ¡ªhace unos a?os, la partida supon¨ªa el 80%¡ª. El resto del dinero provino del alquiler de espacios, ligado al plan de los actuales responsables de la Marina de convertirla en un polo de innovaci¨®n econ¨®mica, cultural y formativa. En el id¨ªlico lugar junto al mar se ha instalado Lanzadera, la aceleradora de empresas de Juan Roig, due?o de Mercadona; la incubadora de tecnolog¨ªa financiera impulsada por Bankia, llamada Insomnia; se espera el desembarco de un centro de ciberseguridad de Telef¨®nica, y funcionan varios bares y restaurantes.
La Comisi¨®n ha hecho saltar las alarmas al preguntar a Espa?a no solo por los amarres, sino tambi¨¦n por el resto de finalidades contempladas en el plan estrat¨¦gico de la Marina, mencionando las de car¨¢cter industrial y tur¨ªstico, y advirtiendo que hay ¡°varios competidores¡± que podr¨ªan haberse visto perjudicados por su actividad.
Las Administraciones espa?olas preparan una respuesta coordinada a Bruselas. Los responsables de la Marina y la Generalitat consideran que la situaci¨®n es muy diferente a la de la Ciudad de la Luz, creada en su d¨ªa para competir en el mercado cinematogr¨¢fico. En el peor escenario, el de la sanci¨®n, creen que se limitar¨ªa a la construcci¨®n y explotaci¨®n de amarres, que supusieron una parte significativa, pero menor, del cr¨¦dito del ICO. El resto de obras estuvieron vinculadas directamente con la celebraci¨®n de una competici¨®n deportiva internacional que fue declarada de inter¨¦s general por el Gobierno. Y no creen que pueda reprocharse el aprovechamiento de las infraestructuras una vez terminadas las regatas. Ser¨ªa, dicen, como impedir explotar econ¨®micamente los estadios levantados para los Juegos Ol¨ªmpicos.
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