El dulce momento del mango espa?ol y su a?o m¨¢s explosivo
La costa andaluza batir¨¢ su r¨¦cord de producci¨®n esta campa?a, hasta las 30.000 toneladas, gracias al buen clima y la incorporaci¨®n de nuevas fincas
El Ed¨¦n tiene tres hect¨¢reas, dos de aguacate y una de mango. La plantaci¨®n, una finca no especialmente grande de productos tropicales de Motril (Granada), acaba de comenzar la ¨²ltima fase de su cadena productiva, la venta de sus frutas. Hace ya algunos d¨ªas que Eva Cantos, su propietaria, ha empezado a comercializarlas. Por ahora, solo mango. En unas semanas ser¨¢ el momento de poner aguacates en el mercado. Cantos se enfrenta a un a?o triunfal, con unas expectativas de recoger una cosecha casi un 40% m¨¢s altas que en 2017.
El mango vive un momento dulce en las costas de M¨¢laga (Axarqu¨ªa) y Granada, que acaparan el 99% de la producci¨®n peninsular. Ese notable crecimiento se traducir¨¢ en 30.000 toneladas de fruta, que ser¨¢, adem¨¢s, de una ¡°calidad extrema¡±, subraya el presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Productores de Fincas Tropicales, Jos¨¦ Linares P¨¦rez. Las buenas condiciones climatol¨®gicas, con las lluvias de marzo y las temperaturas suaves durante la floraci¨®n y polinizaci¨®n de las plantas, explican un boom que previsiblemente seguir¨¢ en la pr¨®xima campa?a si el tiempo es generoso. El r¨¦cord de este a?o se sostiene principalmente en la incorporaci¨®n de nuevas fincas que han empezado a producir a mayor ritmo. Desde que los mangos se plantan por primera vez hasta que se normalizan dando frutos, pasan entre cuatro y cinco a?os. M¨¢s de 2.500 de las 4.000 hect¨¢reas cultivadas son parcelas j¨®venes que ahora comienzan a rentar m¨¢s.
La facturaci¨®n del sector rondar¨¢ los 40 millones de euros y aproximadamente el 75% del mango, calcula Linares, se exportar¨¢ al mercado europeo. Unos 28 pa¨ªses reciben esta fruta andaluza. Los principales clientes son Alemania, Francia, Reino Unido y Pa¨ªses Bajos. Los de Cantos, que crecen bajo pl¨¢stico y se venden al consumidor final, a algunas fruter¨ªas y a algunos mayoristas seleccionados, son de los pocos que nacen y mueren en Espa?a. La agricultora explica por qu¨¦ esta fruta acaba mayoritariamente en las mesas del resto de Europa, el mercado m¨¢s exigente: ¡°A los espa?oles nos gustan los mangos, pero no pagarlos y por eso el mercado est¨¢ lleno de mangos sudafricanos, que se cogen verdes y maduran fuera del ¨¢rbol¡±. ¡°Enviamos fuera nuestro g¨¦nero, pr¨¢cticamente ecol¨®gico por los pocos productos fitosanitarios permitidos aqu¨ª, y traemos de otros pa¨ªses mucho m¨¢s laxos en esta materia¡±, a?ade como curiosidad para mostrar por qu¨¦ exportamos los mangos buenos y nos comemos los malos.
El precio est¨¢ estabilizado, se?alan desde la Asociaci¨®n de Tropicales. El agricultor recibe entre 1,20 y 1,50 euros el kilo. La variedad que copa el 80% de la producci¨®n es la Osteen, de alta calidad, un atractivo color rojo y buen tama?o. El 20% restante se lo reparten las gamas Keitt, Tommy Atkins, Irving y Kent. Estas dos ¨²ltimas, muy valoradas, requieren una producci¨®n ¡°muy delicada¡± que no hace f¨¢cil su cultivo, apunta Enrique Colilles, gerente de la cooperativa malague?a Trops, que aglutina a 2.600 agricultores y es l¨ªder en la producci¨®n y comercializaci¨®n de tropicales. Frente a la media del 75%, ellos exportan entre el 85% y el 90%. La mitad de la cosecha de mangos, 15 millones de kilos, es suya.
La hect¨¢rea de mangos de El Ed¨¦n est¨¢ ocupada por 500 ¨¢rboles que en un futuro cercano ser¨¢n 1.000. Eso permitir¨¢ doblar la producci¨®n actual de 7.000 kilos al a?o hasta los 14.000. El p¨²blico lo demanda. Como hace con los aguacates, con las chirimoyas y con los n¨ªsperos, los cuatro productos tropicales m¨¢s producidos en Espa?a. ¡°Los programas de cocina lo han puesto de moda¡±, sostiene Cantos y eso, junto a sus propiedades, hace que ¡°no haya perspectivas¡± de que ese inter¨¦s vaya a decaer. Ella los comercializa directamente y salva la presi¨®n de los grandes centros distribuidores, que, aunque aseguran la compra total de la producci¨®n, tiran de los precios a la baja. El mango se paga ahora a 1 o 1,20 euros el kilo; ella lo vende a tres.
El salto que dar¨¢ este a?o el cultivo es destacado y el sector calcula unos 5.000 empleos directos. La campa?a del aguacate, que previsiblemente crecer¨¢ entre un 15% y un 20% respecto a la anterior, arrancar¨¢ en diciembre y un poco antes, en octubre, comenzar¨¢ la recolecci¨®n de la chirimoya, con una producci¨®n muy estancada, de unas 45.000 toneladas, y exclusiva de la costa granadina. Esta provincia y M¨¢laga acaparan la mayor parte del aguacate, con m¨¢s de 10.000 hect¨¢reas, Canarias tiene unas 700 hect¨¢reas, las mismas que el Levante espa?ol. En Huelva y C¨¢diz se est¨¢ probando tambi¨¦n este cultivo, aclara Linares P¨¦rez.
La falta de agua frena el crecimiento
La zona de producci¨®n de tropicales en Espa?a se concentra, fundamentalmente, en la franja cercana a la costa que va desde Fuengirola, en M¨¢laga, a Albu?ol, en Granada. El sector, que mantiene unos 15.000 empleos directos al a?o y esta campa?a prev¨¦ una facturaci¨®n por cosechas propias de 250 millones de euros, lleva a?os pidiendo agua porque su falta impide el crecimiento y frena la producci¨®n en nuevas parcelas. El presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Productores de Fincas Tropicales, Jos¨¦ Linares P¨¦rez, estima que hay entre 18.000 y 20.000 hect¨¢reas de suelo que podr¨ªan plantarse si existiera m¨¢s capacidad de riego. Eso implicar¨ªa duplicar en cuatro a?os el g¨¦nero que actualmente se pone en el mercado, seg¨²n el gerente de Trops, Enrique Colilles.
Las frutas espa?olas tienen como competidores a M¨¦xico, el principal productor mundial de aguacates y mangos, que tambi¨¦n se cultivan en pa¨ªses como Per¨² y Chile. La productividad en nuestro pa¨ªs, adem¨¢s, es la m¨¢s baja del mundo porque se riega la mitad. Para intentar solventar este d¨¦ficit h¨ªdrico, el sector ha propuesto a las Administraciones la construcci¨®n de tuber¨ªas para trasvasar agua de zonas con excedente, tanto en la provincia de M¨¢laga como en la de Granada, pero no se ha adoptado ninguna decisi¨®n, pese a que los productores est¨¢n dispuestos a sufragar el coste de estas conducciones.
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