La estafa fiscal de Trump, segunda fase
A estas alturas los republicanos proclaman que la guerra es la paz y que la libertad es la esclavitud
Cuando estaba a punto de promulgarse la rebaja tributaria de Trump, la llam¨¦ la ¡°mayor estafa fiscal de la historia¡± e hice una predicci¨®n: que los d¨¦ficit se disparar¨ªan, y cuando lo hiciesen, los republicanos volver¨ªan a fingir que les preocupa la deuda y exigir¨ªan recortes del Medicare (sanidad para mayores), el Medicaid (sanidad para personas sin recursos) y la Seguridad Social.
C¨®mo no, el d¨¦ficit se est¨¢ disparando. Y esta semana Mitch McConnell, presidente de la mayor¨ªa del Senado, tras declarar que el aumento de los n¨²meros rojos es ¡°muy inquietante¡±, ped¨ªa, lo han adivinado, recortes en ¡°el Medicare, la Seguridad Social y el Medicaid¡±. Tambi¨¦n insinuaba que los republicanos podr¨ªan revocar la Ley de Atenci¨®n Sanitaria Asequible ¡ªprivando de cuidados m¨¦dicos a decenas de millones de estadounidenses¡ª si les va bien en las elecciones de mitad de mandato.
Cualquier analista pol¨ªtico que no lo hubiera visto venir deber¨ªa buscarse otra profesi¨®n. Al fin y al cabo, ¡°hacer pasar hambre a la bestia¡± ¡ªrebajarles los impuestos a los ricos, y despu¨¦s usar el consiguiente d¨¦ficit como excusa para despedazar el colch¨®n de seguridad¡ª ha sido desde hace d¨¦cadas una estrategia del Partido Republicano. Y cualquiera que pregunte por qu¨¦ los republicanos cre¨ªan las afirmaciones de que la rebaja de impuestos se pagar¨ªa por s¨ª sola, es un ingenuo. Dijeran lo que dijeran, nunca creyeron que la rebaja no afectar¨ªa al d¨¦ficit; la forzaron porque era lo que quer¨ªan los donantes ricos, y porque su postureo como halcones del d¨¦ficit ha sido siempre fraudulento. Realmente no es que se creyesen el disparate econ¨®mico; ser¨ªa m¨¢s preciso decir que el disparate econ¨®mico los compr¨® a ellos.
Dicho eso, hasta a m¨ª me han sorprendido dos cosas sobre el presupuesto de gato por liebre de los republicanos. Una es el momento que han escogido: habr¨ªa esperado que McConnell se mordiese la lengua hasta pasadas las elecciones parciales. La otra son las mentiras: sab¨ªa que Donald Trump y sus aliados no dir¨ªan la verdad, pero no esperaba que las mentiras fuesen tan descaradas.
?Sobre qu¨¦ mienten? Para empezar, acerca de las causas de ese d¨¦ficit mucho m¨¢s alto, que seg¨²n ellos se debe a un aumento del gasto, no a la p¨¦rdida de ingresos. Mick Mulvaney, director presupuestario de Trump, intentaba deslizar que la subida del d¨¦ficit se debe a las ayudas para los afectados por los huracanes.
La endeble justificaci¨®n de dichas afirmaciones es que, en d¨®lares, los ingresos federales han aumentado ligeramente respecto al a?o anterior, mientras que el gasto ha aumentado aproximadamente un 3%. Pero ese es un argumento absurdo, y todo el mundo lo sabe. Tanto los ingresos como los gastos suben normalmente todos los a?os debido a la inflaci¨®n, el aumento de la poblaci¨®n y otros factores. Los ingresos durante el segundo mandato de Barack Obama crecieron m¨¢s del 7% anual. Las causas del aumento del d¨¦ficit se miden por cu¨¢nto nos hemos desviado de ese crecimiento normal, y la respuesta es que todo se debe a la rebaja de impuestos.
Sin embargo, la falsedad acerca de las causas del d¨¦ficit es una t¨¢ctica m¨¢s o menos habitual de los republicanos. La novedad es la ambig¨¹edad que impregna el postureo republicano respecto al presupuesto. ?A qu¨¦ me refiero? Bueno, piensen en el hecho de que mientras McConnell culpa de los d¨¦ficits a los ¡°derechos reconocidos¡± (es decir, el Medicare y la Seguridad Social) y declara (falsamente) que el Medicare en concreto es ¡°insostenible¡±, el Comit¨¦ de Acci¨®n Pol¨ªtica de Ryan ha acusado a los dem¨®cratas de querer recortar el Medicare. El cinismo es pasmoso.
Claro que, no es m¨¢s c¨ªnico que el comportamiento de republicanos como Dean Heller, Josh Hawley e incluso Ted Cruz, que votaron a favor de revocar la Ley de Atenci¨®n Sanitaria Asequible, que protege a los estadounidenses con afecciones preexistentes, o que han apoyado una demanda para retirar esa protecci¨®n incluida en dicha ley, y que en la actualidad se presentan afirmando que quieren¡ proteger a las personas con afecciones preexistentes.
Lo que quiero decir es que estamos en una campa?a en la que la postura que uno de los bandos afirma tener sobre todas las cuestiones principales es la opuesta a su verdadera posici¨®n. Los republicanos han concluido que no pueden ganar un debate sobre estos temas, pero en lugar de cambiar sus pol¨ªticas, esparcen nubes de tinta.
?Por qu¨¦ piensan que la estrategia puede funcionarles? Evidentemente, la principal respuesta es el desprecio que sienten por sus partidarios, muchos de los cuales obtienen la informaci¨®n de Fox y otros medios propagand¨ªsticos que siguen a rajatabla la l¨ªnea del partido. E incluso al apelar a los partidarios que se informan en otras fuentes, los republicanos piensan que pueden neutralizar la profunda impopularidad de sus actuales pol¨ªticas falseando sus posiciones, y ganar apostando por el racismo y el miedo.
Pero seamos claros: el cinismo de los republicanos supone tambi¨¦n mucho desprecio por los medios de comunicaci¨®n convencionales. Tradicionalmente, los medios informativos se han mostrado muy poco dispuestos a denunciar las mentiras; la necesidad de ir sobre seguro con el periodismo de r¨¦plicas y contrarr¨¦plicas ha jugado a favor de los republicanos, teniendo en cuenta el hecho de que el Partido Republicano moderno miente mucho m¨¢s que los dem¨®cratas. Hasta la falsedad m¨¢s descarada tiende a publicarse con titulares que se?alan que ¡°los dem¨®cratas dicen¡± que es falso, en vez de afirmar que algo es falso.
En cualquier caso, a estas alturas los republicanos est¨¢n proclamando que la guerra es la paz, que la libertad es la esclavitud, que la ignorancia es fuerza y que el partido que sigue intentando matar el Medicare es de hecho el mayor defensor del programa. ?Puede una campa?a tan poco sincera ganar realmente? Lo descubriremos dentro de menos de dos semanas.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa ? The New York Times Company, 2018 Traducci¨®n de News Clips
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