La pen¨ªnsula El¨¦ctrica

?Recuerdan cuando se ense?aba en los colegios que la pen¨ªnsula Ib¨¦rica pod¨ªa ser recorrida por una ardilla de ¨¢rbol en ¨¢rbol sin tocar el suelo? No sabemos si tal afirmaci¨®n se bas¨® en una prueba emp¨ªrica. Lo que s¨ª es una realidad es que Espa?a ya se puede cruzar de punta a punta en veh¨ªculo el¨¦ctrico. Es decir, sin consumir una gota de combustible.

Actualmente existen m¨¢s de 4.000 puntos de carga para veh¨ªculos el¨¦ctricos dispuestos por todo el pa¨ªs, con las provincias de Barcelona, Madrid y las Islas Baleares a la cabeza. La cifra, sin embargo, es de dif¨ªcil concreci¨®n debido a su constante aumento. Por ejemplo, empresas como Endesa prev¨¦n la instalaci¨®n de 600 supercargadores de 50 kilovatios en los pr¨®ximos a?os, un importante salto adelante que mejorar¨¢ la calidad del servicio y permitir¨¢, de media, recargar hasta el 80% de la bater¨ªa del coche en apenas 20 minutos.

?Suficiente? Quiz¨¢ para recorrer el pa¨ªs, pero a¨²n no para cumplir con las directrices de la Uni¨®n Europea con las que Espa?a se ha comprometido: reducir la emisi¨®n de gases de efecto invernadero en 2030 en un 26%, cifra que aumentar¨¢ hasta entre un 80% y un 95% antes de 2050. Y la forma fundamental para lograrlo es renovar el parque de veh¨ªculos hacia los el¨¦ctricos y aumentar las electrolineras, es decir, aquellos lugares en los que se pueda cargar el coche con electricidad.

Cambio de paradigma

La gran novedad es que esas electrolineras no se concebir¨¢n como a d¨ªa de hoy entendemos las gasolineras. Ya comienza a ser habitual que el propio garaje sea el lugar en el que enchufar el coche y, en breve, lo ser¨¢n otros lugares como restaurantes, cafeter¨ªas u hoteles. Seg¨²n Jorge Bad¨ªa, trabajador de Endesa en Implantaci¨®n de Sistemas Inform¨¢ticos y nuestro conductor en la tercera etapa de la Vuelta (El¨¦ctrica) a Espa?a entre Alca?iz (Teruel) y Huesca, repostar ser¨¢ ¡°la excusa perfecta para estirar las piernas y no solo tomarse un caf¨¦, sino tomarse un respiro¡± aprovechando las instalaciones de estos negocios.

Bad¨ªa pone como ejemplo la propia red de Tesla, presente en hoteles a lo largo de las principales v¨ªas de comunicaci¨®n, que permite a sus usuarios recargar sus veh¨ªculos mientras recorren no solo Espa?a, sino toda Europa, distribuidos de manera que el conductor pueda planificar su viaje siempre con la seguridad de tener un punto de carga en su camino antes de agotar la autonom¨ªa de las bater¨ªas.

Adem¨¢s, son los propios conductores los que demandan estas mejoras. Seg¨²n los datos del Observatorio Cetelem sobre el Sector del motor 2018 recogidos por la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico, el 36% de los futuros compradores de un veh¨ªculo prefiere un h¨ªbrido o un el¨¦ctrico. Sin embargo, un 40% de ellos no lo har¨¢ si no est¨¢ seguro de que tendr¨¢ las suficientes facilidades para cargar la bater¨ªa. El esfuerzo debe incrementarse si se tiene en cuenta que, seg¨²n la consultora Deloitte, Espa?a necesita unos 300.000 coches el¨¦ctricos para 2020 y cerca de 11.000 electrolineras r¨¢pidas o semirr¨¢pidas (que tardan entre dos y tres horas en cargar el 80% de la bater¨ªa) para cumplir con los objetivos acordados con la Uni¨®n Europea.

La gran prueba del circuito

La tercera etapa de esta Vuelta (El¨¦ctrica) a Espa?a pone de manifiesto, adem¨¢s, la potencia de un veh¨ªculo con bater¨ªas. El circuito de Motorland, en Alca?iz (Teruel), es el lugar en el que el Kia Soul que nos acompa?a se pone a prueba junto a dos Kia Niro PHEV. Nada m¨¢s dar la salida, el Soul se catapulta hacia la primera curva dejando atr¨¢s a los otros: la potencia de salida de un el¨¦ctrico puro es claramente superior. No hay tiempos por vuelta, ni falta que hace; el comportamiento de los coches sorprende para bien. Gracias a llevar las bater¨ªas instaladas en la parte inferior, el centro de gravedad es muy bajo y esto se deja notar. El paso por curva es muy estable y preciso, sobre todo para un coche que nunca se dise?¨® para rodar en circuito, y los 160 kil¨®metros por hora de punta que alcanzamos a final de recta son m¨¢s que suficientes.

Tras esta experiencia, la ruta vuelve a la normalidad. Destino: Huesca. Hasta all¨ª, el recorrido transcurre por paisajes muy ¨¢ridos, solo interrumpidos por peque?as poblaciones. El camino pasa por H¨ªjar, Azaila o Quinto de Ebro y Jorge Bad¨ªa, conocedor de la zona, se?ala los distintos campanarios que se ven sobre los tejados y explica las caracter¨ªsticas arquitect¨®nicas que presentan. Conocida tambi¨¦n como La ruta del tambor, esta etapa es rica no solo en historia, sino tambi¨¦n en costumbres y por sus productos: melocot¨®n, aceite de oliva o vino, entre otros. El campo queda atr¨¢s r¨¢pidamente y pronto se hace visible la capital oscense. Como ya va siendo habitual, los tres coches llegan en silencio a la plaza de Navarra, donde vecinos y paseantes los reciben con alg¨²n aplauso incluido. Nosotros, mientras, ya tenemos en mente la siguiente etapa, que supondr¨¢ un importante salto en todos los sentidos: Lanzarote.

Esta noticia, patrocinada por Endesa, ha sido elaborada por un colaborador de EL PA?S.