Estos son los obst¨¢culos para emprender en Espa?a

Caf¨¦s y un port¨¢til por persona ocupan las mesas del Campus Google en Madrid. Suena Lenny Kravitz y un murmullo constante de llamadas por m¨®vil. Pablo Postigo, de 28 a?os y fundador de Frontity, una start-up tecnol¨®gica, trabaja en ese espacio de coworking. All¨ª, dice, ha conocido a j¨®venes con buenas ideas que se golpean contra una pared cuando intentan emprender. Espa?a, donde empezar un negocio lleva de media 13 d¨ªas y cuesta, por lo menos, 3.000 euros (para fundar una sociedad limitada), tiene la segunda tasa m¨¢s baja de empresarios incipientes, seg¨²n la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE). En 2017, la creaci¨®n de sociedades en el pa¨ªs cay¨® el 7% y su extinci¨®n subi¨® un 5%.

?Por qu¨¦ cuesta m¨¢s que en Reino Unido o Alemania? Expertos y j¨®venes empresarios coinciden en que un primer obst¨¢culo es la falta de habilidades emprendedoras, que el sistema educativo espa?ol no fomenta, seg¨²n Andrea Sabio, de 24 a?os. Ella es la directora del proyecto Humanup Lab, de la consultora Dynamis, que beca a estudiantes de 18 a 25 a?os para acelerar su potencial emprendedor. Asegura que su generaci¨®n, que ha visto a sus padres perder los empleos por la crisis, est¨¢ dispuesta a emprender, pero que les faltan incentivos. ¡°Lo que aprendemos en la primaria, la secundaria y la universidad va en contra o no tiene nada que ver con el emprendimiento¡±, zanja. Compara el sistema educativo en Espa?a con el estadounidense, donde estudi¨® un a?o, y enumera las habilidades que falta potenciar en el pa¨ªs: tolerancia al riesgo, resiliencia, proactividad, adaptabilidad, liderazgo, comunicaci¨®n, inteligencia emocional, negociaci¨®n, creatividad, resoluci¨®n de conflictos, fijaci¨®n de objetivos, toma de decisiones¡­ y contin¨²a.

El fracaso no es fracaso

En otros pa¨ªses se asume de primeras que nadie triunfa, afirma Ana Mar¨ªa Romero, vicedecana de Gesti¨®n Econ¨®mica y Relaciones Institucionales de la facultad de Comercio y Turismo de la Universidad Complutense de Madrid. Que un negocio no vaya a buen puerto no es un fracaso, forma parte del proceso de aprendizaje para que el siguiente negocio salga mejor, asegura. ¡°En Espa?a, si la primera vez te sale mal, quedas endeudado de por vida, es un horror y un drama familiar¡±, explica Romero.

Pero con animarse a emprender no basta. Algunos j¨®venes empresarios espa?oles cometen un error que Camila Polensvaig, consejera delegada de la aceleradora madrile?a Tetuan Valley, considera b¨¢sico: no validar la idea a tiempo. Para Polensvaig, los emprendedores ¡°tardan mucho en lanzar su producto porque esperan que est¨¦ todo a la perfecci¨®n. Muchas veces vemos que se pasan incluso a?os con el mismo producto sin haberlo lanzado para ir testando que las cosas van funcionando¡±, explica. Es clave, agrega, saber que el producto o servicio que se est¨¢ desarrollando es una soluci¨®n a un problema real.

¡°Ve a vend¨¦rselo a un cliente con un PDF y, si te lo compra, lo haces. Va en contra del sentido com¨²n pero, una vez que lo entiendes, facilita mucho las cosas¡±, recomienda Postigo, cuya start-up tecnol¨®gica acaba de obtener 400.000 euros de un fondo de capital de riesgo en su tercera ronda de financiaci¨®n. Postigo y su socio se pasaron un a?o y medio haciendo ¡°experimentos¡± y confront¨¢ndolos con posibles clientes hasta que llegaron al germen de lo que hoy es Frontity. Cuando supieron que hab¨ªa lugar en el mercado para una empresa que mejorara el rendimiento de las p¨¢ginas web creadas con wordpress en dispositivos m¨®viles y que conseguir¨ªan financiaci¨®n, registraron su sociedad. Despu¨¦s de eso siguieron los ajustes y hasta cambiaron el nombre de la firma.

La flexibilidad a la hora de constituir el negocio tambi¨¦n importa. En Reino Unido, por ejemplo, se tardan 4,5 d¨ªas de media para iniciar un proyecto y no se requiere capital m¨ªnimo, seg¨²n el informe Doing Business 2018 del Banco Mundial. Esa clasificaci¨®n del Banco Mundial ubica a Espa?a en el puesto 86 de 190 en facilidad para empezar; Reino Unido es el el s¨¦ptimo pa¨ªs con mayores oportunidades. ¡°Deber¨ªa ser igual de sencillo que abrir una cuenta de correo electr¨®nico, pero para eso necesitas que toda la Administraci¨®n sea digital y que todos los actores est¨¦n en este siglo¡±, ironiza Postigo.

Tras la creaci¨®n, hay que tener en cuenta las cargas impositivas que una start-up tiene que asumir, empezando por la cuota de aut¨®nomos para empresarios individuales. ¡°Y cuando empiezas a prosperar un poco m¨¢s, contratar es car¨ªsimo. Hay ayudas, pero no est¨¢n pensadas para las empresas peque?as¡±, a?ade Postigo. El problema, asegura, es que la Administraci¨®n y los legisladores ¡°ni huelen de qu¨¦ va esto de emprender¡±. ¡°El inspector de Hacienda viene aqu¨ª [al espacio de coworking del Campus Google] y me pregunta que cu¨¢ntos metros cuadrados tiene la empresa. El t¨ªo alucina con que nuestra compa?¨ªa no tenga ni mesas ni sillas compradas. ?Es que vamos a un coworking! ?Ten¨¦is almac¨¦n? Pero qu¨¦ me est¨¢s contando, si producimos software¡±, relata. ¡°Es desesperante. Es el siglo XXI habl¨¢ndole al siglo XX¡±.

Una vez validada, la idea encontrar¨¢ dinero si es buena, seg¨²n los expertos. Aunque la financiaci¨®n en Espa?a es escasa, seg¨²n Luis Garv¨ªa, profesor de ICADE, ¡°se est¨¢ profesionalizando a gran velocidad¡±. ¡°Cada vez hay un mayor n¨²mero de fondos de capital riesgo que cuentan entre sus inversores con emprendedores de ¨¦xito¡±.

¡°Si una idea tiene un m¨ªnimo de tracci¨®n y se puede probar su viabilidad, la financiaci¨®n est¨¢ ah¨ª. Tendr¨¢s que hablar quiz¨¢ con 20, 30, 40 potenciales financiadores¡±, a?ade Adri¨¢n Garc¨ªa-Aranyos, director de Endeavor, una organizaci¨®n global que apoya a emprendedores de alto impacto, como Ticketea o Cabify. Garc¨ªa-Aranyos insiste: ¡°Muchas veces el emprendedor dice que falta financiaci¨®n porque ha hablado con 40 inversores que le han dicho que no, pero a lo mejor le queda por hablar con otros 40. Si ha hablado con 80 y los 80 le han dicho que no, puede ser que todos tengan una falta de visi¨®n incre¨ªble o puede ser que el emprendedor est¨¦ muy equivocado en lo que est¨¢ desarrollando¡±.

Para Mar¨ªa Benjumea, fundadora y consejera delegada de Spain Startup, una plataforma que conecta a emprendedores con inversores a trav¨¦s en el foro global South Summit, las dificultades de financiaci¨®n aparecen, sobre todo, en la etapa de crecimiento de las empresas. Benjumea aboga porque haya m¨¢s medidas de respaldo de fondos p¨²blicos a la financiaci¨®n y m¨¢s fomento a la inversi¨®n privada en esa fase. ¡°La ley solo permite a los inversores que inviertan en empresas de reciente creaci¨®n obtener una deducci¨®n del 20% en el IRPF. Esta deducci¨®n fiscal beneficia la inversi¨®n de particulares en startups en capital semilla, pero es limitada y no apoya a aquellos inversores que quieran apostar por empresas m¨¢s desarrolladas¡±, se?ala. ¡°La gran diferencia que tenemos con Silicon Valley son los medios y la convicci¨®n. All¨ª, cuentan con una apuesta incondicional por el ecosistema emprendedor¡±, resume.

Garc¨ªa-Aranyos identifica, pese a todo, un cambio de actitud en Espa?a, donde asegura que el emprendimiento ¡°ha estado poco m¨¢s que denostado: el empresario era un explotador, que buscaba su riqueza por encima de todo¡±. Ahora, observa que la palabra emprendimiento se pone de moda: ¡°Cada vez se habla m¨¢s, se le da m¨¢s protagonismo al emprendedor como una persona que no est¨¢ buscando ser millonario, sino que est¨¢ buscando cubrir una necesidad, crear empleo y riqueza en la sociedad¡±.

La probabilidad de que el primer emprendimiento fracase es el del 50%, seg¨²n el Mapa del Emprendimiento publicado en septiembre por Spain Startup. Quiz¨¢s eso explica por qu¨¦ el 60% de los emprendedores tiene que romper su hucha ¨Co la de sus familiares y amigos¨C para iniciar su negocio. ?Por qu¨¦ un inversor apostar¨ªa por financiar una empresa incipiente?

Un inversor suele mirar balances y extraer de ah¨ª proyecciones, pero en el caso de empresas en etapas tempranas eso no existe. Mark Kavalaars, consejero delegado del fondo de capital de riesgo SwanLaab, que invierte en empresas j¨®venes, detalla que en esos casos lo primero que eval¨²an es la idea y qu¨¦ grado de innovaci¨®n tiene. Tambi¨¦n analizan si el equipo es capaz de escalar el negocio para que ¡°se convierta en una m¨¢quina de crecimiento de clientes¡±. El fallo, asegura, suele aparecer ah¨ª: ¡°Vemos equipos muy potentes, con ideas bonitas, con un potencial de mercado enorme pero que no est¨¢n preparados, en ambici¨®n y potencia, para hacer crecer el negocio¡±. ¡°Invierten mucho en la ingenier¨ªa de productos y tienen que invertir m¨¢s en la ingenier¨ªa comercial¡±, propone.

Kavalaars recomienda, adem¨¢s, ¡°entender qu¨¦ tipos de inversores hay ah¨ª fuera y saber c¨®mo proponerles a cada uno de ellos algo que les d¨¦ un retorno en funci¨®n de sus motivaciones y sus expectativas¡±. Anima a preguntarse: ¡°?Cu¨¢l es el inversor adecuado para la etapa en la que estoy y el tipo de negocio que tengo?¡±. Y concluye: ¡°Los buenos proyectos no van a carecer de fondos¡±.