Inconsecuentes ante la Uni¨®n Europea

Dentro de cinco meses se celebrar¨¢n las elecciones al Parlamento Europeo. Existe un fundado temor a que se repita en estos comicios la baja participaci¨®n ocurrida en anteriores convocatorias. En las elecciones europeas de 2014, la participaci¨®n de los espa?oles fue del 43,8%, sensiblemente inferior a las ¨²ltimas elecciones nacionales, que fue del 69%.

La percepci¨®n negativa de las instituciones comunitarias se ve alimentada por diversos acontecimientos como los destrozos que suponen para el proyecto europeo el Brexit, el auge de la extrema derecha y los partidos antieuropeos, los desaf¨ªos de Italia, Polonia y Hungr¨ªa o la inestabilidad que padece Francia, que se ha visto reflejada en las movilizaciones de los llamados chalecos amarillos. Al mismo tiempo no resultan nada esperanzadores los continuos retrasos de los pasos previstos para avanzar en la integraci¨®n europea. El aplazamiento del Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos Europeo, que supondr¨ªa un seguro igual para los ahorros de todos los ciudadanos ha sido el ¨²ltimo tropiezo.

El inter¨¦s de los europeos para las pr¨®ximas elecciones al Parlamento Europeo contin¨²a siendo bajo. Solo un 51% est¨¢n interesados. En el caso de los espa?oles, el porcentaje desciende al 48%, seg¨²n la encuesta realizada por Parlemeter 2018.

La misma encuesta revela, sin embargo, la contradicci¨®n en la que viven los europeos. Los mismos ciudadanos que manifiestan su escaso inter¨¦s por las pr¨®ximas elecciones a la Euroc¨¢mara reconocen de forma mayoritaria, un 68%, que su pa¨ªs se ha beneficiado por la pertenencia a la UE. En el caso de los espa?oles la contradicci¨®n es m¨¢s pronunciada al admitir un 75% que la pertenencia al club europeo ha sido ventajosa.

Esta percepci¨®n positiva de los espa?oles sobre la UE coincide con la realidad. Desde su incorporaci¨®n al euro en 1999, el promedio del crecimiento econ¨®mico anual per capita ha sido del 1% en Espa?a. Inferior al de Alemania (1,25%) pero superior al de Francia (0,8%) o Italia (0%), seg¨²n un trabajo de Bruegel.

El problema de Espa?a es la injusta distribuci¨®n de la riqueza interior. Espa?a y Francia son los pa¨ªses en los que existe una mayor preocupaci¨®n (91%) por el aumento de las desigualdades. Esta percepci¨®n es coherente con la realidad. Espa?a es el tercer pa¨ªs en el que m¨¢s han crecido las desigualdades entre el 20% m¨¢s rico y el 20% m¨¢s pobre desde 2008.

Para afrontar las desigualdades, el economista Thomas Piketty y m¨¢s de un centenar de intelectuales europeos han lanzado el manifiesto para la democratizaci¨®n de Europa. La iniciativa propone un presupuesto del 4% del PIB, cuatro veces el actual con financiaci¨®n propia. Su objetivo no es transferir dinero de los pa¨ªses virtuosos a los que lo son menos, sino reducir las diferencias en el interior de cada pa¨ªs. La desigualdad, la inmigraci¨®n, el empleo y los derechos sociales deber¨ªan centrar el debate pol¨ªtico en los pr¨®ximos meses. Probablemente aumentar¨ªa el inter¨¦s por las pr¨®ximas elecciones europeas.