El europe¨ªsmo ciudadano y el discurso de Pedro S¨¢nchez ante el Parlamento Europeo

Suele decirse que la pol¨ªtica exterior es continuaci¨®n de la interior. Y tambi¨¦n que la europea no es ya tanto pol¨ªtica exterior como nacional.

As¨ª que, si aceptamos ambas afirmaciones como v¨¢lidas, el presidente del Gobierno espa?ol, Pedro S¨¢nchez, tendr¨¢ una base extraordinariamente s¨®lida para posicionarse a favor de una consistente profundizaci¨®n pol¨ªtica de la UE cuando se dirija el pr¨®ximo 16 de enero al pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo.

Pues no ser¨¢ su caso similar al de otros presidentes o primeros ministros obligados a moderar sus prop¨®sitos europe¨ªstas, a la vista de que su ciudadan¨ªa no le acompa?ar¨ªa del todo ni gustosamente en el viaje de apostar por m¨¢s y mejor Europa.

Al contrario, en el caso espa?ol, S¨¢nchez sabe bien que los ciudadanos y las ciudadanas han recuperado su tradicionalmente mayoritaria convicci¨®n proeuropea e, igualmente importante, lo han hecho con gran coherencia. As¨ª lo ponen de manifiesto todos los sondeos publicados.

El primero de ellos fue el Eurobar¨®metro de la Euroc¨¢mara de septiembre pasado: n¨ªtidamente por encima de la media a 28, el 68% de los encuestados considera que la pertenencia del pa¨ªs a la UE es algo positivo, y el 75% que Espa?a se ha beneficiado de ser miembro de la UE.

Datos que ha ratificado claramente el Bar¨®metro de diciembre del CIS, cuya parte dedicada a Europa (nada menos que 15 preguntas) ha pasado lamentablemente desapercibida en los medios de comunicaci¨®n, a pesar de la relevancia de las respuestas tabuladas. Veamos.

El 72% de los ciudadanos apuesta por conseguir m¨¢s influencia de Espa?a en la UE. ?Para qu¨¦? Si atendemos a sus preferencias, para promover un salario m¨ªnimo europeo (77%), crear un Ministerio de Econom¨ªa y Finanzas comunitario (60%) o afrontar de forma prioritaria el desempleo, la inmigraci¨®n, la educaci¨®n, la sanidad, la igualdad de g¨¦nero, la desigualdad entre ciudadanos y pa¨ªses, los problemas econ¨®micos o la seguridad y el terrorismo.

Los espa?oles apoyan en un 59% la existencia de candidatos de las familias pol¨ªticas a presidir la Comisi¨®n, y punt¨²an mejor a la UE y al Parlamento Europeo que a sus gobiernos y legislativos auton¨®micos

A esos prop¨®sitos europe¨ªstas, el CIS a?ade que los espa?oles apoyan en un 59% la existencia de candidatos de las familias pol¨ªticas a presidir la Comisi¨®n, y que punt¨²an mejor a la UE y al Parlamento Europeo (las ¨²nicas instituciones que aprueban en una escala de 1 a 10) que a sus gobiernos y legislativos auton¨®micos, y tambi¨¦n al Ejecutivo central y al Congreso de los Diputados (todos merecedores de un suspenso).

Especialmente interesante resulta la otra cara de la moneda de estas ¨²ltimas respuestas: mientras el 57% cree muy o bastante ¨²til votar en las elecciones al PE para defender los intereses de Espa?a, aquellos que afirman que se abstendr¨¢n o se lo est¨¢n pensando no lo hacen por descontento con Bruselas o por considerar que esos comicios no sirven para nada, sino por desconfianza o hartazgo de la pol¨ªtica, los partidos o directamente las urnas.

Habl¨¢bamos antes de coherencia. Y es que, frente al t¨®pico de la desinformaci¨®n sobre asuntos europeos, los espa?oles parecen estar bien avisados. Saben bien que el PP Europeo ha sido el m¨¢s influyente en las pol¨ªticas de la UE en el ¨²ltimo lustro (mayoritario en el Consejo, el Parlamento y la Comisi¨®n, puede haberlo sido para lo bueno y para lo malo, por ejemplo, en la crisis econ¨®mica), y apuestan en primer lugar por que ahora lo sean los socialistas y dem¨®cratas, en l¨ªnea con su opini¨®n de que es Pedro S¨¢nchez quien puede hacer m¨¢s por la ciudadan¨ªa de entre los pol¨ªticos espa?oles en activo (con un 18% frente al 11% de Rivera, el 9¡¯6% de Casado y el 7¡¯6% de Iglesias).

Visto todo lo cual, si el presidente Pedro S¨¢nchez le dice al PE el 16 de enero que puede contar con Espa?a para abrir un nuevo ciclo europeo tras las euroelecciones del 26 de mayo a fin de culminar la uni¨®n pol¨ªtica, econ¨®mica y social -lo que implica una orientaci¨®n federal para el que esto escribe- que permita a la UE ejercer como una uni¨®n de valores para defender derechos frente al populismo, el nacionalismo excluyente y la ultraderecha, los eurodiputados actuales y futuros deber¨¢n saber que no solo les promete cumplir el programa de su Gobierno, sino el sentir de la mayor¨ªa ciudadana del pa¨ªs.

Y eso da mucha, much¨ªsima fuerza.

* Carlos Carnero es director gerente de la Fundaci¨®n Alternativas y ex eurodiputado