P¨²blico y privado

El debate cl¨¢sico pon¨ªa en conflicto la producci¨®n p¨²blica o privada de bienes o servicios. Desde que los espa?oles votamos nuestra Constituci¨®n se ha desarrollado exponencialmente la colaboraci¨®n p¨²blico-privada, especialmente en las ciudades. El Estado regula, licita la concesi¨®n y controla que se cumplan los objetivos de servicio p¨²blico. Y el sector privado se encarga de gestionar el servicio, creando miles de empleos.

En los pa¨ªses m¨¢s desarrollados las instituciones son m¨¢s s¨®lidas, las concesiones son m¨¢s transparentes y se consigue que las empresas concesionarias cumplan m¨¢s eficientemente con los objetivos sociales fijados por los Gobiernos.

En Espa?a, la depresi¨®n econ¨®mica que comenz¨® en 2008 nos empobreci¨® y resucit¨® el debate de la renacionalizaci¨®n de concesiones privadas. La principal abanderada de este movimiento ha sido Ada Colau en Barcelona y su mayor obsesi¨®n es recuperar la gesti¨®n del agua. Barcelona es un ejemplo mundial de gesti¨®n eficiente del ciclo urbano del agua que opera en los cinco continentes y que copi¨® Fidel Castro en la ciudad de La Habana.

Por esta raz¨®n es emotivo ver a la alcaldesa de Barcelona defender ahora a los taxistas, que trabajan con un modelo p¨²blico-privado similar al del agua. La activista antiglobalizaci¨®n Colau sigue siendo m¨¢s influyente que la alcaldesa Colau y alega que Cabify y Uber son multinacionales. Pero varias multinacionales de Silicon Valley se han instalado en Barcelona, han creado cientos de empleos y la alcaldesa lo ha permitido.

Sorprende que ahora ponga limitaciones a la operativa de los VTC que han creado miles de empleos, buena parte de ellos, mayores de 50 a?os condenados a la pobreza, que han tenido una oportunidad que los taxistas y el resto de empresas les negaban. Sorprende a¨²n m¨¢s que la alcaldesa diga que es de izquierdas y vaya a mandar a esos miles de conductores al paro en un pa¨ªs que tiene 3,3 millones de desempleados.

Lo que har¨ªa un buen gobernante, como por ejemplo Antonio Costa en Portugal, es asumir que las licencias de VTC son legales, como ha afirmado el Tribunal Supremo. Que han mejorado significativamente la vida de los ciudadanos y la calidad del servicio p¨²blico. Y, al mismo tiempo, sin taxis habr¨ªa un duopolio, los precios subir¨ªan y el servicio p¨²blico ser¨ªa peor. Las dos partes deben ceder para alcanzar un acuerdo. Y si no son capaces habr¨¢ que llegar a un arbitraje con el apoyo de los Gobiernos y que el laudo sea aceptado por las partes.

As¨ª se resuelven los conflictos laborales, aunque normalmente las huelgas las convocan los sindicatos y los taxistas han hecho un paro patronal salvaje colapsando Madrid y Barcelona. El problema es que el Gobierno del PP fue incapaz de resolver el conflicto; el Gobierno de S¨¢nchez se ha lavado las manos; Pablo Iglesias no da una soluci¨®n para los miles de trabajadores de los VTC; Albert Rivera critica a todos pero no dice qu¨¦ piensa hacer su partido en Andaluc¨ªa, y a Santiago Abascal no se le conoce propuesta alguna sobre el tema.