La dif¨ªcil rentabilidad bancaria

Los resultados para 2018 de los bancos espa?oles se han conocido en la ¨²ltima semana. En su conjunto, han mejorado significativamente respecto a 2017. Parad¨®jicamente, tras unas primeras semanas de enero de evoluci¨®n burs¨¢til positiva del sector, la reacci¨®n del mercado tras conocer los datos de beneficios fue negativa. No se deben sacar lecturas exageradas de un dato coyuntural burs¨¢til, pero parece oportuna una reflexi¨®n respecto a la tensi¨®n sobre las acciones bancarias desde hace alg¨²n tiempo. A pesar de la fuerte reestructuraci¨®n del sector desde 2012, el mercado sigue entendiendo que hay notables desaf¨ªos y amenazas por delante.

Apremia un an¨¢lisis metodol¨®gico. Aunque los resultados totales del sector han mejorado, cuando se emplean indicadores de rentabilidad relativos, que son de m¨¢s inter¨¦s para los inversores ¡ªcomo, por ejemplo, el ROE (beneficios sobre recursos propios)¡ª, se observa que la imagen que se obtiene no es tan feliz, ya que no se llega en muchos casos a cubrir el coste del capital. Algo que no es un fen¨®meno nuevo. La fuerte regulaci¨®n es determinante en este contexto. Hay buena masa, pero es muy dif¨ªcil levantar un sufl¨¦ as¨ª. Adem¨¢s, hay una sensibilidad de las Bolsas ¡ªcon cierta ponderaci¨®n a corto plazo¡ª a cuestiones corporativas y reputacionales muy puntuales.

El bancario es uno de los sectores econ¨®micos m¨¢s transversales, si no es el que m¨¢s. Conectado con otras actividades productivas a trav¨¦s de los flujos financieros. Cualquier desaceleraci¨®n del PIB se hace sentir inmediatamente en el negocio bancario. Es la voz de la banca. Si falla alg¨²n instrumento o est¨¢ mal acompa?ada, se escucha menos. Es el sector que recibe m¨¢s impactos cuando la econom¨ªa muestra debilidades en su crecimiento ¡ªenti¨¦ndase, ahora¡ª o cuando hay amenazas externas. En este ¨²ltimo caso, cualquier duda (o suma de ellas) sobre aspectos institucionales como la resoluci¨®n del Brexit, la integraci¨®n europea, la Uni¨®n Bancaria o la resiliencia econ¨®mica y financiera de un pa¨ªs cercano (v¨¦ase, Italia) repercute en las entidades financieras de todo el continente. M¨¢s a¨²n cuando se trata de una banca como la espa?ola, con tanta presencia europea y mundial. Los emergentes han hecho tambi¨¦n mella m¨¢s de una vez.

Otros dos factores importantes. Uno, dada la desaceleraci¨®n de la econom¨ªa de la eurozona, un n¨²mero creciente de analistas cree que, aunque el Banco Central Europeo inicialmente podr¨ªa mantener la subida de tipos de inter¨¦s hasta final de verano, es probable que, como poco, deba alargar los plazos de la hoja de ruta para sucesivos aumentos de tipos o retiradas de est¨ªmulos. Los m¨¢rgenes financieros se mantendr¨ªan muy estrechos. Se prolongar¨ªa la presi¨®n estructural a la baja sobre los ingresos bancarios. Segundo desaf¨ªo: la sempiterna digitalizaci¨®n. La competencia de nuevos operadores m¨¢s tecnol¨®gicos, con mucha menos estructura y actividad mucho m¨¢s ¡°desregulada¡±, pueden erosionar a¨²n m¨¢s el negocio y el valor de las acciones bancarias. Curiosamente, no cabe otra respuesta que continuar apostando por m¨¢s digitalizaci¨®n, pero tambi¨¦n demandar una equiparaci¨®n de la regulaci¨®n con los nuevos competidores.