Francia y Alemania quieren quitar el derecho de veto a Bruselas tras el fiasco de la fusi¨®n Siemens-Alstom
Par¨ªs y Berl¨ªn quieren que los pa¨ªses tengan la ¨²ltima palabra en los bloqueos a fusiones y Bruselas prepara una reforma en la direcci¨®n opuesta

La alemana Siemens y la francesa Alstom deber¨¢n dar marcha atr¨¢s en su proyecto de crear un gigante europeo que pueda plantar cara a la pujanza de la industria ferroviaria china y competir de forma global. El ambicioso plan de alumbrar una compa?¨ªa con 60.000 empleados se estrell¨® ayer con el veto de la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, que considera que tendr¨ªan una posici¨®n demasiado dominante en la UE. Par¨ªs y Berl¨ªn, indignadas con la decisi¨®n, se disponen a lanzar una ofensiva para cambiar la pol¨ªtica de competencia de la UE.
El bloqueo de la comisaria de Competencia enfureci¨® a los gobiernos de Angela Merkel y de Emmanuel Macron. La sacudida podr¨ªa llegar hasta el extremo de arrebatar a la Comisi¨®n la ¨²ltima palabra sobre las fusiones m¨¢s sensibles pol¨ªticamente, como la de Alstom y Siemens. El poder de veto del que dispone Bruselas desde hace casi 30 a?os podr¨ªa tener los d¨ªas contados.
¡°Hay que introducir mayor flexibilidad en la pol¨ªtica europea de competencia, igual que se ha hecho en macroeconom¨ªa con el Pacto de Estabilidad¡±, defienden fuentes francesas. Aunque a¨²n no hay propuesta oficial, la reforma aspirar¨ªa a traspasar la ¨²ltima palabra sobre ciertas fusiones al Consejo de Ministros de la UE, un foro en el que Alemania y Francia tienen un peso proporcionalmente mucho mayor que en la Comisi¨®n.
Esa f¨®rmula equipar¨ªa el modelo europeo con el vigente en varios pa¨ªses, incluidos Francia y Alemania, donde el Gobierno puede revocar o ignorar algunas decisiones de las autoridades nacionales de competencia. De hecho, el actual ministro franc¨¦s, Bruno Le Maire, revoc¨® el a?o pasado una decisi¨®n de la autoridad francesa de competencia en una medida sin precedentes desde que ese organismo fue declarado independiente hace una d¨¦cada.
El m¨¢ximo aspirante a presidir la Comisi¨®n Europea, el conservador alem¨¢n Manfred Weber, arremeti¨® contra la decisi¨®n de Vestager de frenar la operaci¨®n. ¡°Es un error¡±, se?al¨®. La noche antes, durante el acto de presentaci¨®n en Bruselas de Annegret Kramp-Karrenbauer, sucesora de Angela Merkel al frente de la CDU, Weber abog¨® por ¡°mirar a la competencia no solo desde un punto de vista europeo, sino global¡±. Un proyecto que fue secundado por la propia Kramp-Karrenbauer.
Cambios en los umbrales de facturaci¨®n
Fuentes internas de la Comisi¨®n dan por supuesto de que el pr¨®ximo presidente acometer¨¢ la reforma de una normativa que, seg¨²n Berl¨ªn y Paris, no permite el nacimiento de ¡°campeones europeos¡± que puedan competir con las empresas de EE UU y China. La propia Comisi¨®n reflexiona desde hace meses sobre una posible reforma de los umbrales de facturaci¨®n que obligan a notificar las fusiones a Bruselas. Pero se trata de un cambio relativamente menor en comparaci¨®n lo planteado ahora por Alemania y Francia. Y, adem¨¢s, el objetivo es dar m¨¢s poder a Bruselas no menos.
La Comisi¨®n pretende rebajar los umbrales en el sector de la econom¨ªa digital para que no escapen al escrtunio de la Comisi¨®n las operaciones de las grandes plataformas (desde Facebook hasta Google), cuyas compras de startups casi nunca son revisadas a pesar de que Bruselas sospecha que est¨¢n teniendo un gran impacto en la competencia porque reducen la innovaci¨®n. Las plataformas compran a las peque?as compa?¨ªas tan pronto como detectan a un potencial rival.
Berl¨ªn y Par¨ªs pueden secundar ese cambio. Pero quieren ir mucho m¨¢s lejos. Y someter a la pol¨ªtica de competencia a un control pol¨ªtico que permita convertirla en un instrumento tambi¨¦n al servicio de la pol¨ªtica industrial y comercial de la UE.
"Es muy peligroso", advierten fuentes del departamento de Competencia, que temen contaminar con arbitrariedad pol¨ªtica unos procedimientos basados en rigurosos criterios t¨¦cnicos y sometidos a la revisi¨®n judicial del Tribunal de Justicia europeo. Esas fuentes recalcan el riesgo de entremezclar la pol¨ªtica industrial con la de competencia. "En primer lugar, no sabes si la apuesta por un presunto campe¨®n saldr¨¢ bien", se?alan esas fuentes. "Y en segundo lugar, la aparici¨®n de esos gigantes puede redundar en precios m¨¢s caros para las empresas que son sus clientes, por lo que se gana por un lado pereo se pierde por otro".
Ese ha sido el caso de Siemens y Alstom, un expediente en el que Bruselas asegura haber recibido una gran cantidad de comentarios criticos por parte de los clientes. La patronal europea de gestores de infraestructuras se dirigi¨® por escrito a la Comisi¨®n para alertar del riesgo de incremento de precios si los dos principales proveedores del sector se fusionaban.
Cuatro vetos desde 2014
Pero Par¨ªs y Berlin se muestran convencidos de que el sistema actual, que otorga plenos poderes a Bruselas, somete el control de las operaciones a una revisi¨®n t¨¦cnica sin apenas sesgo pol¨ªtico. Una aparente asepsia que, seg¨²n esas capitales, deja a Europa en inferioridad de condiciones frente a econom¨ªas mucho m¨¢s intervencionistas como China o los EE UU de Donald Trump.
"No somos autocomplacientes", se defienden en la Comisi¨®n. Y recuerdan que se han reformado las normas y se mantiene una continua evoluci¨®n. "Cada vez es m¨¢s frecuente que analicemos las fusiones en base a un an¨¢isis de mercado europeo y no nacional", subraya el organismo, en alusi¨®n a un criterio que permite a las empresas alcanzar una dimensi¨®n mucho mayor sin plantear problemas de competencia.
Pero lo cierto es que la ¨²ltima gran reforma se llev¨® a cabo durante el mandato de Mario Monti (1999-2004) como comisario de Competencia. Y lleg¨® tras los tremendos varapalos propinados por el Tribunal europeo, que revoc¨® el veto de varias fusiones de manera consecutiva.
Desde 1990, la Comisi¨®n solo ha prohibido 27 fusiones de 7.260 notificadas. Para Vestager, el veto a la megafusi¨®n ferroviaria solo ser¨ªa el cuarto desde que asumi¨® la cartera en noviembre de 2014. Pero para Berl¨ªn y Par¨ªs supone la gota que colma el vaso de un sistema de vigilancia que consideran trasnochado, poco flexible e indiferente a la nueva realidad de la econom¨ªa mundial, donde las compa?¨ªas nacionales europeas, por grandes que sean, pueden ser engullidas por las gigantescas empresas chinas.
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