Brexit por incuria
Es ahora cuando el espectro de una salida ca¨®tica de Reino Unido se asoma sobre la econom¨ªa
Hasta fechas recientes, la virulencia del debate en torno al Brexit hab¨ªa tenido un impacto limitado en la econom¨ªa real. Los hechos invalidan las previsiones apocal¨ªpticas que se pronosticaron tras la decisi¨®n del pueblo brit¨¢nico de salir de la Uni¨®n Europea. Desde 2016, la econom¨ªa brit¨¢nica ha seguido creciendo, si bien por debajo de la media de la eurozona. Adem¨¢s la brecha ha tendido a reducirse. Se estima que el PIB de Reino Unido se increment¨® un 0,2% en el ¨²ltimo trimestre de 2018, lo mismo que la eurozona. La tasa de paro se acerca al 4%, la mitad de la media europea.
Los efectos sobre nuestro pa¨ªs, hasta ahora, tambi¨¦n han sido limitados. En 2018 (con datos hasta noviembre), las exportaciones a Reino Unido se expandieron a un ritmo anual del 3,4%, frente al 4,2% para el total de ventas en el exterior. El atractivo de nuestras costas para el turismo brit¨¢nico no se ha resentido. Reino Unido sigue liderando la entrada de extranjeros que vienen a pasar las vacaciones en Espa?a, y su gasto total se ha incrementado, pese a la depreciaci¨®n de la libra frente al euro. Las empresas brit¨¢nicas ocupan la segunda posici¨®n en el ranking de inversiones directas en la econom¨ªa espa?ola. Todo para beneficio de nuestra econom¨ªa, que mantiene el segunda mayor super¨¢vit frente a Reino Unido, solo despu¨¦s de Alemania.
Sin embargo, estas tendencias, sorprendentemente positivas, podr¨ªan estar dando un vuelco brusco. Ante la incapacidad del Gobierno de May de conseguir un apoyo al proyecto de acuerdo con la UE, la inexistencia de un plan alternativo a ese acuerdo y a pocos d¨ªas del plazo de salida, se acerca el espectro de un Brexit ca¨®tico. La econom¨ªa brit¨¢nica podr¨ªa salir sin transici¨®n del mercado ¨²nico europeo, provocando un caos aduanero para el comercio de mercanc¨ªas, incertidumbres para el intercambio de servicios y serios interrogantes en cuanto a la permanencia de los trabajadores europeos comunitarios en territorio brit¨¢nico.
Las grandes empresas han empezado a activar unos planes de contingencia que, a todas luces, parecen insuficientes para aguantar un hipot¨¦tico shock. Por su parte, la UE ya adopt¨® en enero de 2018 una serie de medidas de contingencia con respecto a la pesca, el programa Erasmus, la Seguridad Social, y el presupuesto europeo. En diciembre las autoridades comunitarias anunciaron nuevas medidas, con respecto al transporte, las aduanas, los mercados financieros, los acuerdos de lucha contra el cambio clim¨¢tico, as¨ª como la cuesti¨®n de la cooperaci¨®n con Irlanda del Norte.
Estas medidas, adem¨¢s de tener un car¨¢cter temporal, representan apenas un nivel m¨ªnimo de cooperaci¨®n. Sobre todo, dependen de la buena voluntad de aplicarlas por ambas partes. Adem¨¢s, las medidas no cubren aspectos esenciales de las relaciones econ¨®micas como las formalidades aduaneras, las normas t¨¦cnicas o la fiscalidad. Y las peque?as empresas, en su inmensa mayor¨ªa, no est¨¢n preparadas para un desenlace sin acuerdo.
Aparte de la desorganizaci¨®n de las cadenas de producci¨®n y el impacto en sectores cruciales para la econom¨ªa espa?ola como el turismo, la pesca y el autom¨®vil, un Brexit sin acuerdo podr¨ªa provocar iniciativas contundentes por parte de Reino Unido como un recorte agresivo de impuestos para atraer capitales o un desplome adicional de la libra para ganar competitividad. Algunos observadores advierten de la existencia de un plan para revitalizar la econom¨ªa brit¨¢nica mediante este tipo de medidas si el desacuerdo persiste.
Todo ello en un contexto de fuerte ralentizaci¨®n de la econom¨ªa europea, ratificada por las ¨²ltimas previsiones de la Comisi¨®n Europea. Frente a la imprevisible conclusi¨®n del Brexit y el debilitamiento generalizado del comercio internacional, lo que m¨¢s ayudar¨ªa ser¨ªa una pol¨ªtica fiscal expansiva en Alemania, probablemente el pa¨ªs m¨¢s afectado por las turbulencias y con un amplio margen de maniobra. Tambi¨¦n urge dar m¨¢s ambici¨®n y concreci¨®n a los planes de contingencia, para contener los efectos m¨¢s nefastos de una hipot¨¦tica salida sin transici¨®n. Pero el mejor activo para la econom¨ªa europea en general y espa?ola en particular, es el mantenimiento de una posici¨®n negociadora cohesionada de los 27.
Industria
En diciembre el ¨ªndice de producci¨®n se redujo un 6,2% con respecto a un a?o antes, en consonancia con la reciente evoluci¨®n de otros pa¨ªses europeos. Para el conjunto del 2018, el ¨ªndice se increment¨® un 0,8%, liderado por la producci¨®n de bienes de equipo (2,7%) y de bienes intermedios (1,7%), que contrasta con la ca¨ªda de la producci¨®n de bienes de consumo duradero (-1,9%) y la energ¨ªa (-1,7%). Destaca la contribuci¨®n negativa de la industria del autom¨®vil, sin la cual el ¨ªndice se hubiera incrementado cerca del doble de la tasa registrada.
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