Las elecciones dejan en el aire (otra vez) m¨¢s de 1.300 puestos de confianza del Gobierno

Dicen fuentes informadas que uno de los presidentes de una gran empresa p¨²blica nombrado tras la llegada del PSOE al Gobierno se present¨® a su equipo diciendo que su misi¨®n all¨ª era que Pedro S¨¢nchez ganase las elecciones generales. Pues bien, estamos a un paso de celebrarlas, el pr¨®ximo 28 de abril, y de que se produzca el t¨ªpico baile de sillas que acompa?a a los cambios de Ejecutivo. Los altos cargos y los puestos de confianza designados tras la toma de posesi¨®n de S¨¢nchez, el pasado 2 de junio, est¨¢n inquietos, ultimando a toda prisa los proyectos ante su eventual relevo y lamentando que su mandato haya sido m¨¢s corto de lo que esperaban.

Son un total de 1.356 personas, entre altos cargos (ministros, secretarios de Estado, subsecretarios, directores generales, embajadores, responsables de organismos y empresas p¨²blicas, de fundaciones y agencias y de la Casa del Rey) y los denominados eventuales, que son los asesores designados por el Ejecutivo, que ocupan 649 puestos, seg¨²n los datos del Ministerio de Hacienda y Administraciones P¨²blicas. Un colectivo que pasar¨¢ a estar en funciones en el momento en que se convoquen oficialmente las elecciones a trav¨¦s del Bolet¨ªn Oficial del Estado, el pr¨®ximo martes, limitando su capacidad de decisi¨®n y actuaci¨®n. Y cesar¨¢n en sus cargos cuando los nuevos gobernantes tomen posesi¨®n, un mes despu¨¦s de los comicios en el caso de que haya mayor¨ªa suficiente, explica Pedro Gonz¨¢lez Torroba, funcionario del Ayuntamiento de Madrid y profesor colaborador de Deusto Business School, y designen a sus sustitutos posteriormente, primero a los altos cargos, luego a los asesores y despu¨¦s a los responsables de las empresas p¨²blicas. Entre junio y septiembre las ternas podr¨ªan estar hechas.

Durante este periodo, agrega Gonz¨¢lez Torroba, la gesti¨®n en las empresas p¨²blicas acostumbra dar menos problemas que dentro de la Administraci¨®n General del Estado porque sus presidentes y los miembros de los consejos de administraci¨®n suelen ser m¨¢s t¨¦cnicos que pol¨ªticos aunque tengan las mismas limitaciones que ellos. ¡°Se contin¨²a con la gesti¨®n plena, intentando terminar los asuntos que est¨¢n en marcha. Aunque ahora se parar¨¢n los proyectos y decisiones estrat¨¦gicas, especialmente las que impliquen crecimiento del gasto, para no condicionar el futuro del que viene¡±, indica Carmen Gomis, exsecretaria de Estado para la Funci¨®n P¨²blica.

Sin inauguraciones

As¨ª lo corroboran en Adif, el gestor p¨²blico de infraestructuras: ¡°Aqu¨ª los procesos no se paran por m¨¢s que se entre en periodo electoral o cambie el Gobierno. Nos afecta m¨¢s la ausencia de Presupuestos que el adelanto electoral, aunque de manera parcial, en aquellos proyectos que est¨¢n en una fase inicial, en planificaci¨®n o estudio. Y somos conscientes de las limitaciones que impone la ley electoral, que proh¨ªbe los eventos como la colocaci¨®n de primeras piedras, puestas en servicio, inauguraciones¡­¡±.

Es lo que sucede en el caso de los gestores profesionales, que cada d¨ªa son m¨¢s, seg¨²n Gomis. Aunque, a su juicio, se deber¨ªa exigir m¨¢s rigor en la elecci¨®n de los altos cargos p¨²blicos, a veces nombrados por su color pol¨ªtico.

En la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), accionista mayoritaria en 15 empresas que emplean a 74.000 trabajadores, han cambiado todos los presidentes (Correos, Navantia, Tragsa, Mercasa, Hunosa, Enusa, Ensa, Agencia Efe, Mayasa, Cepides, Cetarsa, Hip¨®dromo de la Zarzuela, Defex y Saeca) con la llegada de Pedro S¨¢nchez, a excepci¨®n del de Cofivacasa. Aunque de los 80 directivos del grupo que componen los comit¨¦s de direcci¨®n de las compa?¨ªas, la mayor¨ªa se mantuvieron en el cargo, indican fuentes de la SEPI, alegando que se trata de ¡°una estructura muy profesional¡±.

El Estado tambi¨¦n tiene participaciones en otras empresas como Red El¨¦ctrica, Paradores, Aena, Renfe o Loter¨ªas y Apuestas del Estado, por citar algunas donde tambi¨¦n se ha producido un relevo en la presidencia con el Gobierno del PSOE. Y en otras como Indra, Enag¨¢s o IAG se han mantenido los gestores que hab¨ªa. Hay menos casos como el de la mencionada Adif, en la que se ha dado la sustituci¨®n, pero se ha optado por la segunda persona del organigrama anterior.

¡°Tenemos un sistema de gerencia p¨²blica muy colonizado por los partidos pol¨ªticos. Y durante muchos a?os esto se ha visto de manera muy normal por la opini¨®n p¨²blica. Pero en los ¨²ltimos meses se ha hablado de dedazo¡±, aprecia Francisco Longo, director adjunto de ESADE Business School, para quien no es propio de un pa¨ªs moderno que con cada cambio de Gobierno se produzca un vuelco en la direcci¨®n de empresas y organismos p¨²blicos. ¡°Ser¨ªa razonable que por debajo de un ministro hubiera uno o dos niveles de direcci¨®n pol¨ªtica, como secretarios de Estado y secretarios generales; sin embargo, el 95% de los directores generales deber¨ªan ser profesionales¡±, opina. En las sociedades p¨²blicas, el l¨ªder debe tener capacidades gerenciales, aunque lo habitual es que la confianza pol¨ªtica sustituya al m¨¦rito, agrega. Y concluye diciendo que cuanto m¨¢s avanzada es una democracia, m¨¢s reducido es el n¨²mero de pol¨ªticos, tal y como sucede en Canad¨¢, Reino Unido, Suecia, Noruega, Dinamarca e incluso en pa¨ªses como Portugal o Chile, que han profesionalizado la gerencia.