Los colosos empresariales europeos chocan con Bruselas
Francia y Alemania presionan a Bruselas para que favorezca la creaci¨®n de grandes grupos empresariales que puedan competir con los gigantes chinos y estadounidenses
Europa no quiere jugar en la cuarta revoluci¨®n industrial con peones. En la era de las batallas comerciales, las principales econom¨ªas del continente pugnan por desplegar torres, alfiles y caballos en todo el planeta que planten cara a las piezas que mueven Estados Unidos y China. Francia y Alemania han redoblado la presi¨®n para que la Comisi¨®n Europea favorezca la creaci¨®n de campeones europeos tras su reciente veto a la fusi¨®n de Siemens y Alstom. Sin ir tan lejos, otros 17 pa¨ªses se han a?adido al eje francoalem¨¢n para urgir a Bruselas a que revise las pol¨ªticas de competencia y, sobre todo, trace una nueva hoja de ruta para la reindustrializaci¨®n del continente.
Las grandes compa?¨ªas europeas no han hecho sino bajar pelda?os en la ¨²ltima d¨¦cada. Extendidos sobre un mapa, los rankings dibujan un mundo en el que Estados Unidos y China albergan los cuarteles generales de las mayores corporaciones. Lo constataban el pasado mes de febrero los ministros de Econom¨ªa de Francia, Bruno Le Maire, y de Alemania, Peter Altmaier. ¡°Hoy, entre las 40 mayores compa?¨ªas del mundo, solo cinco son europeas¡±, conclu¨ªan. Entre las 20 empresas con mayor valor en Bolsa del mundo, la ¨²nica representante de la Uni¨®n Europea es la angloholandesa Royal Dutch Shell.
En los ¨²ltimos meses, la urgencia de que las empresas europeas ganen tama?o se ha extendido entre la mayor¨ªa de los pa¨ªses miembros. En enero, 19 socios firmaron en Par¨ªs una declaraci¨®n conjunta en la que sostienen que la UE debe ¡°construir una pol¨ªtica industrial¡± que ¡°aliente la creaci¨®n de grandes jugadores econ¨®micos¡±. Entre otros, suscrib¨ªan ese documento Francia, Alemania, Italia y Espa?a. ¡°As¨ª como las grandes potencias no dudan a la hora de defender a sus campeones nacionales, Europa debe tener en cuenta en su pol¨ªtica de competencia la evoluci¨®n del entorno competitivo global en t¨¦rminos de inversi¨®n, comercio e industria¡±, reza el texto.
La declaraci¨®n ve¨ªa la luz apenas un mes antes de que Bruselas resolviera bloquear la fusi¨®n entre Alstom y Siemens, que ven¨ªa fragu¨¢ndose desde 2017 para crear un grupo con una facturaci¨®n conjunta de 15.300 millones de euros y 60.000 empleados. El veto se produjo pese a las presiones de Par¨ªs y Berl¨ªn. Le Maire lleg¨® a tachar de ¡°error pol¨ªtico¡± la decisi¨®n incluso antes de que esta se adoptara formalmente.
Ofensiva diplom¨¢tica
Los Ejecutivos de Angela Merkel y Emmanuel Macron reaccionaron de inmediato con una ofensiva para reformar la pol¨ªtica de competencia. En un manifiesto conjunto, fueron m¨¢s all¨¢ que el resto de los pa¨ªses miembros al proponer que se confiera al Consejo de la UE la capacidad de revocar una decisi¨®n adoptada por el ejecutivo comunitario. Ambos pa¨ªses no solo comparten la preocupaci¨®n de quedarse fuera de la gran liga mundial. Seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, tambi¨¦n ven con inquietud los movimientos de China en el continente a trav¨¦s de adquisiciones de infraestructuras estrat¨¦gicas en el sur y el este de Europa por parte de empresas con capital estatal o mediante programas como la nueva Ruta de la Seda, con los que gana influencia a base de dar cr¨¦ditos. La preocupaci¨®n queda patente en un extenso trabajo realizado por la Federaci¨®n de Industriales Alemanes (BDI, por sus siglas en alem¨¢n), dedicado a c¨®mo afrontar desde Europa una econom¨ªa, la china, controlada por el Estado.
Los recelos a los amplios poderes de competencia de la Comisi¨®n Europea vienen de lejos. En una conferencia en Cernobbio (Italia) en 2012, el entonces titular del ¨¢rea, Joaqu¨ªn Almunia, tuvo que hacer un repaso a todas las fusiones aprobadas para defender que las acusaciones de que el ejecutivo comunitario torpedea la configuraci¨®n de grandes conglomerados ¡°no se corresponden con los hechos¡±. Lo mismo se ve obligada a hacer la actual comisaria, Margrethe Vestager: ¡°En los ¨²ltimos 10 a?os, la Comisi¨®n ha aprobado m¨¢s de 3.000 fusiones y solo ha bloqueado nueve¡±. Entre las fusiones a las que ha dado luz verde, destaca la integraci¨®n de Basf y Solvay (2019), Essilor y Luxottica (2018) y Peugeot y Opel (2017). Bruselas quiere abrir un debate sobre la pol¨ªtica de competencia, pero no en la direcci¨®n de que los socios de la UE puedan revocar sus resoluciones. ¡°?Para qu¨¦ querr¨ªamos eso?¡±, se pregunta en una entrevista con un grupo de medios de comunicaci¨®n, entre ellos EL PA?S. ¡°La pol¨ªtica de competencia es una decisi¨®n estrat¨¦gica de Europa. Y si queremos cambiarla, tenemos que ser muy conscientes de las consecuencias¡±, advierte la comisaria.
Vestager, de momento, ha logrado el espaldarazo de Espa?a, que se ha desmarcado de Par¨ªs y Berl¨ªn. La ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, apoya que se abra una reflexi¨®n sobre la pol¨ªtica de competencia, pero siempre que el fin sea ¡°reforzarla¡± y no ¡°debilitarla¡±.
David Bosco, director del Instituto de Derecho Mercantil de la Universidad de Aix-Marsella y especialista en competencia, es partidario de que Europa disponga de empresas m¨¢s grandes para competir globalmente. Sin embargo, rechaza el cambio que proponen Francia y Alemania. ¡°Eso significa que los Gobiernos negociar¨¢n fusiones entre empresas europeas en el Consejo. T¨² aceptas esta y yo esta. Perderemos nuestra credibilidad globalmente. La pol¨ªtica debe mantenerse al margen de los an¨¢lisis de fusiones¡±, sostiene Bosco. Tambi¨¦n Xavier Vives, profesor de Econom¨ªa y Finanzas de IESE y asesor de pol¨ªticas de competencia durante una d¨¦cada en Bruselas, llama a ¡°preservar la independencia¡± de Vestager. ¡°La pol¨ªtica de competencia ha sido m¨¢s restrictiva en Europa que en Estados Unidos, pero ser¨ªa muy peligroso renacionalizarla porque, en conjunto, ha sido muy positiva. Y adem¨¢s, no ha sido el obst¨¢culo para crear grandes corporaciones¡±, asegura.
La controversia que ha provocado en Bruselas la demanda francoalemana, que supone un retroceso de tres d¨¦cadas, ha eclipsado la gran batalla que han emprendido los socios de la UE por relanzar la pol¨ªtica industrial, sobre todo ante la revoluci¨®n digital. Hoy, de las 10 mayores corporaciones mundiales, siete son tecnol¨®gicas. De estas, cinco est¨¢n ubicadas en Estados Unidos y dos en China. Ninguna es europea. ¡°Europa no solo necesita campeones europeos, sino una pol¨ªtica industrial enfocada especialmente en ¨¢mbitos como la I+D+i, el desarrollo de hubs y la inteligencia artificial¡±, sostiene Miguel Otero, investigador principal del Real Instituto Elcano.
El pasado mes de noviembre, el Consejo de la UE adopt¨® unas conclusiones sobre Una futura estrategia de pol¨ªtica industrial de la Uni¨®n Europea, en las que urg¨ªa a la Comisi¨®n a elaborar un plan de acci¨®n a largo plazo para ese ¨¢mbito. Solo un mes despu¨¦s, llegaba la declaraci¨®n de ese grupo de 19 pa¨ªses ante ¡°la necesidad de una reindustrializaci¨®n de Europa¡±. Adem¨¢s de alentar la creaci¨®n de empresas l¨ªderes, los pa¨ªses pon¨ªan ¨¦nfasis en la movilizaci¨®n de todas las pol¨ªticas y departamentos del ejecutivo comunitario para reducir las barreras regulatorias. Y ah¨ª, seg¨²n coinciden los analistas consultados, s¨ª daban con una de las claves que explican que no crezcan nuevos campeones. ¡°El problema no es de competencia, sino de fragmentaci¨®n de mercados. A¨²n debe armonizarse legislaci¨®n y han de romperse monopolios nacionales para dar a las empresas la escala que necesitan¡±, sostiene Otero. ¡°Los mercados de Estados Unidos y China est¨¢n completamente integrados, mientras que el europeo est¨¢ fragmentado. Pero, adem¨¢s, tenemos menos centros de excelencia¡±, a?ade Xavier Vives.
Sin mercado ¨²nico
Nicolas V¨¦ron, economista de Bruegel y del Peterson Institute for International Economics, coincide en ese diagn¨®stico. ¡°La principal causa sigue siendo la ausencia de un mercado ¨²nico real en el sector servicios, que impide que las empresas puedan alcanzar el tama?o cr¨ªtico necesario para competir con China y Estados Unidos¡±, se?ala. V¨¦ron public¨® para Bruegel en 2008 un estudio sobre la demograf¨ªa de los campeones globales. Los mercados todav¨ªa estaban dominados por los sectores energ¨¦tico y financiero. Sin embargo, ya entonces detect¨® una tendencia que una d¨¦cada despu¨¦s se ha confirmado: en los rankings de EE UU y Asia entraban empresas j¨®venes vinculadas a las nuevas tecnolog¨ªas, mientras en Europa segu¨ªan dominando los mercados las viejas marcas. Es decir, no hab¨ªa apenas renovaci¨®n. ¡°La discusi¨®n solo ha cambiado de tono: ya se habla menos de los campeones nacionales y m¨¢s de los europeos¡±, sostiene V¨¦ron.
La presi¨®n para dise?ar una potente estrategia industrial com¨²n procede sobre todo de Alemania, tanto del Gobierno como de la patronal. El Ejecutivo de Merkel ha presentado recientemente sus planes para la industria hasta 2030 que, por extensi¨®n y por su subt¨ªtulo, son tambi¨¦n europeos. En el documento resalta el rol de sus campeones, entre los que cita a Siemens, ThyssenKrupp, Deutsche Bank o el sector automovil¨ªstico, y proclama que ¡°el tama?o s¨ª importa¡±. Pero el ministro Peter Altmaier dedica tambi¨¦n un apartado a exhortar a Bruselas. ¡°La Uni¨®n Europea necesita una estrategia industrial¡±, zanja. Y esta, adem¨¢s, debe basarse en la que dise?en sus principales potencias. Altmaier propone, por ¨²ltimo, un Consejo dedicado a la industria que agrupe todas las mesas sectoriales sobre competitividad, telecomunicaciones, comercio o energ¨ªa. Su primera tarea pasar¨¢ por ¡°revertir¡± el proceso de desindustrializaci¨®n en el que, a su juicio, entraron varios pa¨ªses tras la Gran Recesi¨®n.
La Comisi¨®n Europea, en realidad, s¨ª tiene una estrategia europea, publicada en 2017. Pero la presi¨®n de los pa¨ªses miembros, en especial de Francia y Alemania, no ha ca¨ªdo en saco roto y el ejecutivo que preside Jean-Claude Juncker la ha relanzado esta semana. Fuentes comunitarias afirman ser conscientes de lo que hay en juego: el 25% del valor a?adido bruto (VAB) de la Uni¨®n, dos tercios de sus exportaciones y 37 millones de puestos de trabajo, de los cuales 1,7 millones se han creado en el ¨²ltimo lustro. La pol¨ªtica que ha trazado la Comisi¨®n Europea, explican fuentes oficiales, se apoya en cinco pilares: el mercado ¨²nico, la financiaci¨®n, la transici¨®n hacia una producci¨®n verde, el capital humano y la pol¨ªtica de competencia. ¡°No hay una medida, sino una combinaci¨®n de ellas para poder crear este ecosistema industrial¡±, a?aden.
El ejecutivo de Juncker quiere avanzar en el mercado ¨²nico. No solo se trata de seguir derribando las barreras para que las empresas puedan beneficiarse de una econom¨ªa con 500 millones de consumidores, sino tambi¨¦n de preparar el campo de juego para que los partidos se desarrollen en igualdad de oportunidades. Y eso, explican estas fuentes, pasa por exigir reciprocidad a terceros pa¨ªses, someter a control las inversiones de esos Estados o poner coto a las empresas extranjeras con capital estatal mediante los procedimientos de contrataci¨®n p¨²blica.
La UE es consciente de que una de sus debilidades es la financiaci¨®n empresarial. Y ah¨ª sus empresas parten con una gran desventaja. Desde Asia llegan compa?¨ªas a las que se ha bombeado capital p¨²blico, mientras que Estados Unidos cuenta con un mercado de capitales muy diversificado. Seg¨²n la Asociaci¨®n para los Mercados Financieros en Europa (AFME, por sus siglas en ingl¨¦s), el 86% de las empresas de la UE dependen a¨²n de la financiaci¨®n bancaria. Esa proporci¨®n no llega al 65% en EE UU, donde las firmas tienen acceso al capital de multitud de instrumentos financieros, desde fondos de capital riesgo a business angels. La estrategia de la UE pasa por completar la Uni¨®n del Mercado de Capitales, desplegar los planes de inversiones, en especial InvestEU, y adaptar las normas de competencia en el caso de sectores de inter¨¦s europeo en los que los mercados financieros no lleguen.
La Comisi¨®n tambi¨¦n propone una modernizaci¨®n de la industria focalizada en sectores clave, como la rob¨®tica, el Internet de las cosas o la inteligencia artificial. Pero fuentes oficiales del ejecutivo de Juncker explican que la gran apuesta es la transici¨®n ecol¨®gica. El departamento que dirige Miguel Arias Ca?ete ha logrado culminar la hoja de ruta para implicar a todos los actores en la consecuci¨®n de los Acuerdos de Par¨ªs. Las directivas para la reducci¨®n de emisiones de coches, furgonetas y camiones, por ejemplo, debe traducirse en cambios en la industria automovil¨ªstica. Algunos pa¨ªses, como Holanda o Suecia, incluso quer¨ªan ir m¨¢s lejos para acelerar esa transformaci¨®n al considerar que Europa ahora est¨¢ regalando un enorme mercado ¡ªpor ejemplo, el de las bater¨ªas el¨¦ctricas¡ª a Asia al aferrarse a una producci¨®n que dentro de unos a?os podr¨ªa estar ya desfasada.
Miedo al proteccionismo
El consenso para dar un arre¨®n a la pol¨ªtica industrial existe. Sin embargo, algunos pa¨ªses temen que algunas medidas alentadas por Francia, Alemania y la Comisi¨®n Europea tengan un excesivo car¨¢cter defensivo y proteccionista. Lo alert¨® el primer ministro de Portugal, el socialista Ant¨®nio Costa, en Financial Times. ¡°Una cosa es usar el mecanismo de escrutinio de inversiones para proteger sectores estrat¨¦gicos y otra es para abrir la puerta al proteccionismo¡±, avis¨® el mandatario de Portugal, uno de los principales receptores de inversi¨®n china. Fuentes comunitarias insisten en que no pretenden cerrar el paso a nadie, sino propiciar ¡°igualdad de oportunidades¡±. ¡°Son muchos m¨¢s proteccionistas en China o Estados Unidos¡±, recuerda Vives.
La maquinaria francoalemana se ha puesto en marcha para hallar apoyos para sus planes de reformas, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas. Miguel Otero apunta que Espa?a deber¨ªa rechazar que el Consejo pueda imponer su criterio sobre el de la Comisi¨®n, pero no deber¨ªa oponerse a que crezcan campeones europeos. Eso s¨ª, advierte, no siempre tendr¨¢n su sede en Espa?a. ¡°En algunos sectores, nuestras empresas ser¨¢n campeonas europeas; en otros, habr¨¢ que sumarse a otras. Y en otros, debemos centrarnos en las oportunidades en el ¨¢mbito local¡±. Seguramente ser¨¢ el pr¨®ximo ejecutivo comunitario el encargado de sacudir el tablero para optar a un jaque mate.
Nuevas normas para nuevos entornos
No por casualidad, la Comisi¨®n Europea ha situado la pol¨ªtica de competencia entre los pilares de su ¨²ltimo documento sobre su estrategia industrial. ¡°Queremos grandes compa?¨ªas que compitan en la escena global. En cerca de 30 a?os, desde que las primeras reglas sobre fusiones entraron en vigor, hemos aprobado m¨¢s de 6.000 acuerdos y hemos bloqueado menos de 30¡±, sostuvo el presidente del ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, el pasado mes de febrero. Esas palabras eran un mensaje para aplacar las demandas de Francia y Alemania y a la vez un espaldarazo a la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, una de las caras m¨¢s populares de su gabinete tras haber plantado cara a Google, Apple o Amazon.
Desde el departamento de la comisaria danesa creen que los pa¨ªses podr¨ªan hacer un mejor uso de las excepciones en las que pueden dar ayudas estatales. Se trata, explica Vestager, de cubrir los fallos de mercado. ¡°Para los casos de proyectos de inter¨¦s europeo existe la herramienta de permitir esas aportaciones¡±. La comisaria pone el ejemplo de un proyecto de microelectr¨®nica aprobado el pasado mes de diciembre en el que Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido aportaron 1.750 millones que permitieron desbloquear otros 6.000 millones para la investigaci¨®n.
Bruselas piensa ya en otros programas en los que puede aplicar la misma regla. En el radar hay ya un plan de Alemania, Francia y Polonia para financiar ¡°bater¨ªas de pr¨®xima generaci¨®n¡± para veh¨ªculos el¨¦ctricos. Dentro de ese marco tambi¨¦n podr¨ªa entrar, seg¨²n la comisaria, el desarrollo del 5G. ¡°Esta medida nos parece muy importante porque creemos que hay una plena legitimidad para enderezar ese tipo de deficiencias del mercado y seguir siendo un mercado competitivo basado en la competencia justa entre empresas¡±, agrega Vestager.
La comisaria, que defiende que las reglas actuales permiten que las empresas sean m¨¢s competitivas globalmente, tambi¨¦n est¨¢ trabajando en c¨®mo abordar el reto de las empresas que manejan y almacenan datos. Y pone un ejemplo que ha estudiado en el ¨¢mbito de la agricultura, donde el uso de los datos contribuye en el mejor uso de la maquinaria o los pesticidas. El problema es que no todo el mundo dispone de ellos. Y eso podr¨ªa suponer un freno a la competencia. De momento, Vestager ha designado a un panel de expertos que deber¨¢n decidir qu¨¦ legislaci¨®n antimonopolio podr¨ªa aplicarse en ese caso.
Por ¨²ltimo, la Comisi¨®n se ha puesto como deberes buscar en la legislaci¨®n europea f¨®rmulas para impedir la competencia desleal dentro de la UE que supone la presencia de empresas que han recibido fuertes subsidios o bien est¨¢n respaldadas por capital p¨²blico.
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