La deuda externa se hace m¨¢s d¨¦bil
Aumenta la inversi¨®n extranjera estable, pero el fin de ciclo ensombrece el panorama
El endeudamiento externo, la principal vulnerabilidad financiera de la econom¨ªa espa?ola, mantiene su senda decreciente. En 2018, la diferencia entre pasivos y activos frente al exterior, que en su peor momento de hace seis a?os rondaba un a?o de renta nacional, se redujo en cerca de 42.000 millones de euros, hasta representar el 77% de dicha renta.
Adem¨¢s, las fuentes de financiaci¨®n de la deuda externa son m¨¢s estables ahora que en los a?os centrales de la crisis, cuando Espa?a se ve¨ªa abocaba a recurrir a pr¨¦stamos a corto plazo y a tipos de inter¨¦s elevados. Del total de pasivos, crece la inversi¨®n directa extranjera, es decir aquella que apuesta por el tejido productivo del pa¨ªs y no depende de los altibajos de los mercados financieros. Tambi¨¦n aumenta ¡ªaunque menos que la inversi¨®n directa¡ª el volumen de t¨ªtulos de deuda p¨²blica a largo plazo en el balance del BCE (mediante el Banco de Espa?a). Por el contrario, se reduce la inversi¨®n de cartera y de car¨¢cter m¨¢s especulativo, que hace seis a?os lleg¨® a representar casi el 90% del total de pasivos, y ahora alcanza el 67%. Este es un progreso significativo, aunque todav¨ªa insuficiente para ponernos al abrigo de accidentes de mercado o un brusco giro de la coyuntura.
Sin embargo, las perspectivas de seguir avanzando en la reducci¨®n del endeudamiento externo son inciertas. Para aligerar nuestra deuda, es preciso generar un super¨¢vit en los intercambios comerciales y en la balanza de rentas con el exterior, algo que se est¨¢ complicando. En 2018, la balanza por cuenta corriente, el term¨®metro de esos intercambios, arrojaba un excedente de apenas 11.300 millones, casi la mitad que un a?o antes. Los datos para enero que se acaban de dar a conocer apuntan a una contracci¨®n aun m¨¢s acusada de ese colch¨®n externo.
Y es que se confirma la desaceleraci¨®n de la econom¨ªa global, en especial la europea, nuestro principal mercado de exportaci¨®n. Adem¨¢s, ser¨ªa err¨®neo interpretar esa desaceleraci¨®n como algo transitorio, resultado de una combinaci¨®n de factores excepcionales, como la aparici¨®n de tensiones proteccionistas, la reestructuraci¨®n del sector del autom¨®vil europeo o el Brexit. En realidad estamos ante el fin de un ciclo expansionista en las tres principales potencias del mundo, EE UU, China y Alemania, algo que ten¨ªa que producirse tarde o temprano y que los principales organismos internacionales no lograron anticipar.
Por otra parte, para atraer flujos estables de financiaci¨®n de la deuda, es imprescindible que la econom¨ªa espa?ola siga inspirando confianza frente a otras de nuestro entorno. Esto parece garantizado siempre y cuando se mantenga el super¨¢vit externo, as¨ª como el diferencial positivo de crecimiento ¡ªdos indicadores que los inversores que apuestan por el largo plazo miran con lupa¡ª.
Un diferencial de crecimiento favorable a Espa?a que, si bien no se desmiente, es menos s¨®lido de lo esperado. Seg¨²n los datos revisados de PIB que se acaban de dar a conocer, la econom¨ªa creci¨® un 0,6% en el cuarto trimestre, una d¨¦cima menos de lo anticipado. Adem¨¢s, ese recorte refleja una ca¨ªda de la inversi¨®n en bienes de equipo, indicador avanzado de la evoluci¨®n de la econom¨ªa. En este contexto de debilitamiento de la inversi¨®n y de las exportaciones, el impulso viene enteramente del consumo privado y p¨²blico. Esta es una situaci¨®n que no podr¨¢ durar, porque las familias se enfrentan a una ca¨ªda de la tasa de ahorro hasta niveles ¨ªnfimos. En cuanto al consumo p¨²blico, a falta de poder generar nuevos ingresos, su dinamismo chocar¨¢ con los objetivos de contenci¨®n del d¨¦ficit de las administraciones.
La manera m¨¢s segura de seguir corrigiendo los desequilibrios externos es equilibrando el crecimiento, impulsando la inversi¨®n productiva y conteniendo un r¨¢pido deterioro de la capacidad de ahorro que se est¨¢ produciendo. Ayudar¨ªa tambi¨¦n si Alemania y otros pa¨ªses de nuestro entorno lanzaran planes de est¨ªmulo. Pero esa v¨ªa, sin duda m¨¢s suave, no depende de nosotros.
Raymond Torres es director de Coyuntura en Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_
Cuenta corriente
En enero, la balanza por cuenta corriente arroj¨® un d¨¦ficit de 1.500 millones de euros, m¨¢s del doble que un a?o antes. Esta evoluci¨®n refleja la ca¨ªda de las exportaciones de bienes, que junto con el incremento de las importaciones provocaron un deterioro del d¨¦ficit comercial. La balanza en concepto de turismo, sin embargo, mantuvo su super¨¢vit pr¨¢cticamente sin cambios. Por el lado de la financiaci¨®n, destaca el auge de la entrada de inversi¨®n directa extranjera, que aument¨® en cerca de 5.000 millones, pr¨¢cticamente el doble que un a?o antes.
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