La epidemia de peste porcina se expande en China y dispara la cotizaci¨®n global del cerdo

La epidemia de peste porcina es global: Vietnam (tambi¨¦n un gran consumidor de cerdo), Camboya y Mongolia est¨¢n entre los afectados en Asia Oriental, mientras que la FAO teme la expansi¨®n de la epidemia en Europa oriental desde Bulgaria, Hungr¨ªa y Rumania hacia los Balcanes, debido a la importante poblaci¨®n de jabal¨ªes de la zona. El banco neerland¨¦s Rabobank ha estimado que, solo en el pa¨ªs asi¨¢tico, entre 150 y 200 millones de animales van a tener que ser sacrificados. Esto podr¨ªa provocar una ca¨ªda de la producci¨®n de hasta un 30% en 2019, seg¨²n coment¨® a Reuters su analista Justin Sherrard.?

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Todo esto ha llevado a la cotizaci¨®n a futuro del cerdo magro en la Bolsa de materias primas de Chicago (CME, en sus cifras en ingl¨¦s) a pasar de algo menos de 61 centavos de d¨®lar por libra (1,20 euros el kilo) a principios de a?o a m¨¢s de 95 centavos este mes. Aunque la cotizaci¨®n del porcino es muy estacional y se eleva especialmente en la primavera del hemisferio norte (entre abril y junio), son las cotizaciones m¨¢s altas desde 2014, cuando otra epidemia, de diarrea porcina en Estados Unidos, provoc¨® un descenso de la producci¨®n norteamericana.

China es, con diferencia, el mayor productor de carne de cerdo del planeta: con 54 millones de toneladas representan un 47% del total global.?¡°Pero, adem¨¢s, no es autosuficiente¡±, explica Daniel de Miguel, responsable del ¨¢rea internacional de la interprofesional del cerdo blanco Interporc. ¡°Si China solo puede abastecer el 97% de su demanda, ese 3% restante es una barbaridad¡±. Esto se debe al inmenso apetito por el cochino de las familias del pa¨ªs asi¨¢tico: con un consumo de algo m¨¢s de 30 kilogramos por persona y a?o, est¨¢ muy cerca de de la media de la UE, de 32 kilos. Y, lo que es m¨¢s importante, es el producto c¨¢rnico animal que m¨¢s consumen con mucha diferencia: casi tres veces m¨¢s que la carne de ave y m¨¢s de 10 veces que el bovino. Llevar cerdo a la mesa se ha convertido en un s¨ªmbolo del ascenso de las clases medias chinas, y es hoy una parte fundamental de la cesta de la compra.?

Es por eso que el Gobierno chino insiste en que la situaci¨®n est¨¢ bajo control y que la epidemia est¨¢ en retirada. "La situaci¨®n es sorprendente y alentadora", afirm¨® el vicedirector general de la FAO, Bukar Tijani, en una conferencia en Pek¨ªn el pasado martes 9 de abril. "Eso muestra que las medidas de prevenci¨®n y control est¨¢n siendo efectivas". De una treintena de nuevos casos en octubre de 2018, en abril los nuevos registros han sido, hasta ahora, menos de cinco.

Pero muchas de las explotaciones afectadas son peque?as y familiares, por lo que los expertos del sector sospechan que los propios productores no est¨¢n reportando muchos de los casos. Adem¨¢s, aunque los n¨²meros de los nuevos casos est¨¦n cayendo, los datos apuntan a que la epidemia se est¨¢ extendiendo. El domingo 7 de abril se registr¨® el primer foco de la enfermedad en el Tibet, en el extremo m¨¢s occidental del pa¨ªs, con lo que ya se hab¨ªan registrado casos en todas las provincias menos en Hong Kong, Macao y la isla de Hainan.?

No es la primera crisis a la que se enfrenta la industria c¨¢rnica del pa¨ªs asi¨¢tico. La ¨²ltima crisis, en 2011, provoc¨® miles de intoxicaciones por el uso de clembuterol (un esteroide) para acelerar el crecimiento de los animales, lo que lleg¨® a preocupar hasta al Comit¨¦ Ol¨ªmpico Chino (la sustancia es considerada dopante). No ayuda la?tradicional opacidad de las autoridades chinas al respecto de los problemas sanitarios: cinco personas han confirmado al South China Morning Post de Hong Kong el haber recibido instrucciones del r¨¦gimen sobre c¨®mo cubrir la epidemia de peste porcina. "La principal preocupaci¨®n del Gobierno es que haya p¨¢nico", inform¨® uno de ellos.?

Todo esto lleva a que la poblaci¨®n ponga cada vez m¨¢s ¨¦nfasis en la trazabilidad de los productos; y, cada vez m¨¢s, prefiere la carne importada, cuando est¨¢ disponible. "La actitud de los consumidores chinos ha cambiado desde una demanda de cantidad a dar prioridad a la calidad y la seguridad", indica un informe de 2016 de Hao Dong, de la Universidad de Kentucky. "La desconfianza en el sistema chino de inspecci¨®n sanitaria es uno de los factores que explica sus preocupaciones a la hora de consumir carne de cerdo".

Si las tensiones inflacionarias son muy altas, Pek¨ªn acabar¨¢ abriendo las puertas a los productos extranjeros

Es ah¨ª donde entran las empresas internacionales. ¡°Llevamos a?os diciendo que China es un mercado estrat¨¦gico para Espa?a¡±, considera De Miguel. ¡°Porque son capaces de valorar la calidad de lo que hacemos y nuestra seguridad alimentaria, y se han dado cuenta de que Espa?a se lo garantiza¡±.?En 2018, la carne de cerdo congelada fue el tercer producto de exportaci¨®n desde Espa?a a China, por un valor de 238 millones de euros.

Esta ¨²ltima cifra es un 20% menos que el a?o anterior, pero los astros se alinean a favor de Espa?a y Am¨¦rica Latina. Estados Unidos, uno de los principales suministradores del pa¨ªs asi¨¢tico, se encuentra empe?ado en una guerra comercial con China. Y las relaciones de Pek¨ªn con Canad¨¢, otro gran exportador de productos agr¨ªcolas, se encuentran bajo m¨ªnimos en represalia por la detenci¨®n de la directora financiera del gigante tecnol¨®gico Huawei por las autoridades de Ottawa.?

La clave est¨¢ en que, si las tensiones inflacionarias son muy altas, el Ejecutivo del pa¨ªs asi¨¢tico acabar¨¢ abriendo las puertas a los productos extranjeros para garantizar el suministro a precios moderados. ¡°El Gobierno chino maneja el mercado en funci¨®n de la oferta¡±, explica De Miguel. ¡°Si los precios en China est¨¢n aumentando, el pa¨ªs importar¨¢ m¨¢s en beneficio de sus consumidores¡±. En octubre, el l¨ªder chino Xi Jinping y el Gobierno espa?ol firmaron un acuerdo abriendo el mercado asi¨¢tico a m¨¢s productos porcinos espa?oles.?

Pero una potencial consecuencia negativa es que las presiones globales se acaben reflejando en los mercados espa?oles. En la lonja mayorista de Lleida, el de referencia en Espa?a, la cotizaci¨®n del kilo de cerdo vivo ha sobrepasado los 1,30 euros, un alza de m¨¢s de un 30% desde el principio del a?o. Pero todav¨ªa, este alza no se ha revelado en los precios al consumidor: seg¨²n el INE, la carne porcina ha aumentado un 0,2% en lo que llevamos de a?o y un 0,6% en los ¨²ltimos 12 meses.