La inflaci¨®n mensual en Argentina alcanza el 4,7% en marzo y agrava el desprestigio de Macri

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La inflaci¨®n argentina sigue al galope. En marzo super¨® todos los pron¨®sticos y alcanz¨® el 4,7%, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Censos, con lo que la cifra interanual se mantuvo por encima del 54%. En el primer trimestre sum¨® un 11,8%. Alimentaci¨®n y transportes fueron los rubros m¨¢s negativos. Cada aumento de los precios degrada el prestigio pol¨ªtico del presidente, Mauricio Macri, y a?ade incertidumbre al resultado de las elecciones del pr¨®ximo octubre. El hombre que lleg¨® a la Casa Rosada con la promesa de dominar la inflaci¨®n se ve ahora acorralado por ella.

Macri advirti¨® el lunes de que la inflaci¨®n de marzo supondr¨ªa ¡°un pico¡±, a partir del cual se percibir¨ªa un descenso gradual. El problema radica en que ya en enero afirm¨® que la fiebre estaba ¡°bajando¡±, con un dato mensual del 2,9%. En febrero admiti¨® que la batalla contra la inflaci¨®n le estaba ¡°costando m¨¢s de lo que imaginaba¡±, y el dato fue del 3,8%. Hay desaceleraci¨®n respecto al peor mes de 2018, septiembre, con un 6,5%, pero la mayor¨ªa de los t¨¦cnicos estiman que, como marzo, abril seguir¨¢ siendo un mes altamente inflacionario.

?Cu¨¢l es la causa de que los precios suban? Para empezar, la inercia. En una econom¨ªa hist¨®ricamente inflacionaria (durante los pasados 80 a?os, la media anual super¨® el 60%), las empresas anticipan el alza, la repercuten en los precios y consiguen lo que suele llamarse una ¡°profec¨ªa autocumplida¡±. Un factor muy relevante es la continua devaluaci¨®n del peso frente al d¨®lar, al igual que la brutal actualizaci¨®n en las tarifas de servicios, especialmente energ¨ªa y transporte p¨²blico, tras a?os de semicongelaci¨®n. La electricidad, por ejemplo, subi¨® este mes el 14% en Buenos Aires. El gobierno defiende los tarifazos: dice que sin ellos se producir¨ªan fen¨®menos de desabastecimiento similares a los de Venezuela.

El gobierno cuenta desde el lunes con un instrumento potencialmente eficaz para contener la devaluaci¨®n del peso. De forma diaria y durante casi todo el a?o, el Tesoro vender¨¢ 60 millones de d¨®lares cada d¨ªa. El dinero corresponde a una fracci¨®n (9.600 millones) de los 57.000 millones de d¨®lares prestados en septiembre pasado por el Fondo Monetario Internacional, y es m¨¢s o menos lo

que necesita el gobierno para hacer frente a sus gastos en pesos. Regando el mercado con billetes estadounidenses, se conf¨ªa en frenar su alza respecto a la divisa argentina. Tambi¨¦n puede ayudar el ingreso de divisas por la exportaci¨®n de una ¨®ptima cosecha agr¨ªcola. El lunes, los exportadores cambiaron unos 150 millones de d¨®lares en pesos.

?Bastar¨¢ con eso? Probablemente no. La apetencia de los argentinos por ahorrar en d¨®lares o especular con ellos est¨¢ hist¨®ricamente muy justificada. Y, como comprobaron las econom¨ªas de Estados Unidos y la entonces llamada Comunidad Europea en los a?os 70 del siglo pasado, cuesta much¨ªsimo salir de una ¡°estanflaci¨®n¡± (estancamiento econ¨®mico unido a inflaci¨®n). El caso de Argentina es m¨¢s dif¨ªcil a¨²n, porque los recortes impuestos por el FMI han provocado una recesi¨®n que proseguir¨¢ el a?o pr¨®ximo.

Para evitar que los precios de los productos b¨¢sicos, desde el mate hasta la pasta, prosigan su escalada, el presidente Macri tiene previsto anunciar el mi¨¦rcoles un plan de contenci¨®n pactado con las empresas productoras y distribuidoras. El plan deber¨ªa durar seis meses y afectar a unos 60 productos. Incluso la Casa Rosada admite que se trata de un ¡°paliativo¡±, y no cuesta mucho intuir tras ¨¦l una intenci¨®n electoralista: las posibilidades de que Macri salga reelegido dependen de que el poder adquisitivo de las familias, disminuido en casi un tercio durante el pasado a?o, no siga hundi¨¦ndose a este ritmo.

Macri utiliz¨® abundantemente la inflaci¨®n en los ¨²ltimos a?os del mandato de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner durante la campa?a electoral que le llev¨® a la presidencia. Dec¨ªa que la inflaci¨®n real de Argentina estaba por encima de la de Venezuela. No era cierto y sigue sin serlo. Pero un aumento de los precios cercano al 5% mensual, como el de abril, pulveriza los pron¨®sticos sobre los que se bas¨® el presupuesto para 2019. La inflaci¨®n se preve¨ªa en torno al 27% anual. Ahora ya casi nadie espera que termine el a?o por debajo del 40%. En 2018, un a?o catastr¨®fico, fue del 47,6%.