Todos quieren un ¨¢tico: una apuesta cara y escasa pero muy segura
El tir¨®n de la demanda, dispuesta a pagar entre un 30% y un 50% m¨¢s, provoca que en Madrid y Barcelona se agote la oferta de estos pisos
Si no fuera por su precio y porque apenas hay oferta, todo el mundo querr¨ªa comprar un ¨¢tico. Este tipo de vivienda, que corona los edificios y cuyo tesoro son sus terrazas, que van de 30 a 300 metros cuadrados, es la m¨¢s codiciada del mercado inmobiliario. Adem¨¢s de un capricho, es un activo casi blindado que capea como ning¨²n otro las ¨¦pocas de crisis. En la ¨²ltima, ¡°el precio de los ¨¢ticos baj¨® un m¨¢ximo de un 15%, mientras que el resto de viviendas se devaluaron entre un 30% o 40%¡±, dice Jos¨¦ Luis P¨¦rez Cremades, director general de Gilmar. ¡°Cuando la tendencia del mercado es alcista se aprecian mucho m¨¢s r¨¢pido, y cuando las propiedades caen de precio los ¨¢ticos se deval¨²an entre un 30% y un 40% menos¡±, a?ade Gonzalo Robles, consejero delegado de la firma Uxban.
Eso s¨ª, hay que estar dispuestos a desembolsar algo m¨¢s que por cualquier otra vivienda del mismo edificio. Se paga privacidad, vistas, evitar el ruido del tr¨¢fico y de los vecinos, el poder disfrutar de jornadas al aire libre en pleno centro de la ciudad y, por supuesto, ese estatus que siempre da ser due?o de un ¨¢tico. Por todo esto cuestan un 30% m¨¢s que un piso intermedio y, cuanta m¨¢s altura, m¨¢s puede subir este porcentaje, apunta Jes¨²s Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria. Adem¨¢s, ¡°esta cifra se puede disparar en zonas prime, en barrios como el de Salamanca en Madrid, donde el ¨¢tico puede tener un precio entre un 40% y un 50% m¨¢s alto. La exclusividad se paga y m¨¢s si tiene piscina privada¡±, explica Carlos Smerdou, consejero delegado de Foro Consultores Inmobiliarios.
Aunque eso son palabras mayores. Los hay razonablemente asequibles en barrios donde han regresado las gr¨²as, sobre todo de Madrid y Barcelona, y que van saliendo a cuentagotas ¡ªen cada promoci¨®n hay uno o dos¡ª. Por ejemplo, uno de obra nueva en Villaverde (Madrid), de cuatro dormitorios y terraza de 50 metros cuadrados, se vende por 378.000 euros (2.486 euros el metro cuadrado). Este es un ejemplo de que en muchas promociones las terrazas est¨¢n perdiendo metros cuadrados para evitar que se dispare el precio. Casi el doble, 775.000 euros, hay que pagar por uno con una terraza de 100 metros cuadrados en un barrio m¨¢s caro, como Valdebebas.
Luego est¨¢n los ¨¢ticos de lujo, esos que quitan el hipo, que est¨¢n en los barrios m¨¢s cotizados de las ciudades y que cuestan varios millones de euros. Lo m¨¢s caro se encuentra en Madrid, donde cada metro cuadrado se vende a 12.500 euros; por delante de Barcelona, que vende a 10.000 euros el metro, dice ?scar Larrea, director general de Engel & V?lkers Madrid. En la Ciudad Condal hay oferta en distritos como Eixample, Ciutat Vella, Sant Mart¨ª y Gr¨¤cia. Tambi¨¦n en la periferia, en Badalona y Sant Cugat. ¡°En Eixample tenemos ¨¢ticos por 1,2 millones; en Zona Alta, 1,9 millones; en Ciutat Vella, 850.000 euros; en Gr¨¤cia, 795.000, y en Horta Guinard¨®, 435.000¡±, comenta Paloma Infante, directora de ventas en Engel & V?lkers Barcelona. En Valencia, el coste baja hasta los 8.500 euros por metro cuadrado.
La b¨²squeda en el mercado de segunda mano suele dar algunas alegr¨ªas, m¨¢s que nada porque sus precios son un 35% m¨¢s baratos que la obra nueva, pudiendo llegar en alg¨²n caso a una rebaja del 50%. Pero tambi¨¦n puede dar muchos sustos. No todo lo que se anuncia como ¨¢tico lo es. ¡°Algunos no responden a la imagen id¨ªlica que tenemos sobre ellos debido a su mal estado de conservaci¨®n, y a que en origen, antes de la penetraci¨®n del ascensor en los edificios, era la parte menos atractiva de un edificio¡±, recuerda Robles. ¡°En muchos casos se trata de espacios ganados a la azotea, a la antigua casa del portero ¡±, puntualiza Duque, de Alfa Inmobiliaria, que recuerda que hasta hace pocos a?os los pisos m¨¢s codiciados eran los de la primera planta y no los m¨¢s altos. Por eso, en muchas ocasiones van a requerir de una importante inversi¨®n para su reforma, sobre todo en aislamiento.
Pero no es el precio el principal escollo para los que buscan estos inmuebles, sino la escasez cr¨®nica de oferta.¡°La demanda f¨¢cilmente triplica la oferta. Pongamos el ejemplo de Madrid, donde por cada 50 anuncios publicados en portales inmobiliarios, solo hay un ¨¢tico. En esta ciudad apenas representan el 6% de la oferta¡±, calcula Toni Exp¨®sito, director general de Comprarcasa.
En ocasiones, ni siquiera llegan a salir al mercado.¡°Hay promociones en las que los ¨¢ticos se venden antes de comenzar con la lista de espera. Incluso si hay varias fases, siempre hay gente esperando que no lo consigui¨® en la anterior. Tambi¨¦n puede ocurrir que el promotor prefiera dejarlos para el final. Es una joya por la que sabe que puede obtener mayor beneficio¡±, indica Smerdou. Es dif¨ªcil que puedan durar en el mercado m¨¢s de 60 d¨ªas, recuerdan en Gilmar.
Por 15 millones
En los ¨¢ticos de pata negra, este secretismo es mucho m¨¢s evidente. En la oficina de Engel & V?lkers en Madrid tienen unos 12 clientes que buscan estos pisos millonarios. Pero solo cuentan con tres a la venta y dos fuera de mercado ¡ªno se anuncian, se ofrecen a clientes elegidos¡ªpor 12 y 15 millones de euros. Uno de estos tesoros que tiene en cartera es un ¨¢tico situado en pleno barrio de Salamanca que se vende por casi cuatro millones de euros. Est¨¢ ubicado en la octava y novena planta de un edificio cl¨¢sico de 1956, con entrada se?orial y un solo vecino por planta. La propiedad cuenta con 276 metros construidos y 130 metros de terraza. Las ¨²ltimas visitas a este piso de cuatro dormitorios corresponden a familias latinoamericanas con uno o dos hijos que buscan vistas despejadas en una zona cotizada de Madrid.
Aunque el perfil de este tipo de vivienda es variopinto. Tambi¨¦n son parejas relativamente j¨®venes sin hijos que reclaman privacidad y terraza dentro de los cascos urbanos. Y matrimonios sin hijos o con hijos ya independizados que quieren una casa de reposici¨®n. ¡°Han criado a su familia en unifamiliares con jard¨ªn y ahora desean volver al centro, pero conservando una zona de esparcimiento al aire libre¡±, concluyen en Uxban. Eso s¨ª, todos tienen que hacer frente a algunos inconvenientes, como el coste energ¨¦tico, superior al de otros pisos. Pero esto forma parte del capricho.
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