El empleado creativo es el rey de la oficina
Las tecnol¨®gicas cambian su cultura y, con ella, sus sedes corporativas. Buscan la singularidad y llenan de servicios a su plantilla. Las dem¨¢s se suben al carro
Desde que las grandes compa?¨ªas de Internet exhiben m¨²sculo, su manera de trabajar se extiende por todo el mundo y las firmas tradicionales est¨¢n replicando su modelo, modificando su cultura empresarial para dejar de ser anal¨®gicas. Solo otras compa?¨ªas m¨¢s modernas, las start-up, les est¨¢n enmendando la plana y ya suponen un foco de inspiraci¨®n con sus metodolog¨ªas ¨¢giles para las dem¨¢s, incluidas Google, Microsoft o Apple. Son las impulsoras de la revoluci¨®n en las oficinas.
Los espacios de trabajo son el mayor aliado para la transformaci¨®n interna de las compa?¨ªas. As¨ª lo cree Alejandro Poci?a, presidente de Steelcase, un fabricante de mobiliario de oficina y dise?ador de espacios, que se ha aplicado el cuento que vende a terceros y ha decidido cambiar su forma de trabajar reformando su sede. ¡°Queremos centrarnos en la consultor¨ªa y ejecuci¨®n de proyectos y que la producci¨®n solo suponga un 30% de la facturaci¨®n. Para ello ahora trabajamos por proyectos, buscando la colaboraci¨®n de los empleados y mejorando la productividad¡±, explica. Steelcase tir¨® tabiques, rompi¨® silos y no dej¨® despachos, ni siquiera para Poci?a. M¨¢s de 15 toneladas de papel se fueron al tiempo que llegaron las nuevas tecnolog¨ªas, que dejaron menos puestos de trabajo que empleados, zonas comunes en las que tomar un caf¨¦ y charlar, espacios de reuni¨®n, de concentraci¨®n, de innovaci¨®n, para trabajar con las manos o para comunicarse en remoto. En la firma no hay sitios designados para cada trabajador, sino un abanico de zonas diferentes para que este elija d¨®nde quiere ponerse. ¡°Es un cambio de cultura que supone que el trabajador se responsabilice y se organice por su cuenta¡±, dice.
Hasta hace poco triunfaba la doctrina colaborativa, hoy se expande la ¡®agile¡¯
CLH es uno de sus clientes y donde esta nueva cultura tambi¨¦n ha calado. ¡°La reforma de nuestras oficinas se enmarc¨® dentro del plan de transformaci¨®n cultural y est¨¢ sirviendo de palanca para implementarlo. El objetivo principal era acercar a las 300 personas que trabajan en la sede y generar espacios colaborativos. Adem¨¢s de aplanar la estructura jer¨¢rquica, derribando barreras f¨ªsicas; solo hay una sala de juntas y un despacho, el del presidente, y creando espacios flexibles para facilitar las reuniones. Compramos ordenadores port¨¢tiles y nos convertimos en una oficina sin papel¡±, indica Juan Rafael Bonilla, director de transformaci¨®n de la compa?¨ªa. La inversi¨®n en la obra y las nuevas tecnolog¨ªas fue de 2,3 millones de euros.
Cambio de h¨¢bitos
Algo semejante a lo que hizo Cepsa en su sede de Madrid, que ahora est¨¢ sirviendo de modelo para el resto de oficinas en el mundo y tambi¨¦n para sus entornos industriales, asegura Marta Salcedo, responsable de dise?o e implantaci¨®n de nuevos espacios de trabajo. Su nueva forma de trabajar se basa en los principios de agilidad, transparencia, colaboraci¨®n y trabajo en equipo, agrega. ¡°El cambio del espacio ayuda al cambio de mentalidad, de h¨¢bitos y trae beneficios en la motivaci¨®n del personal, que se autogestiona, y en su sentimiento de pertenencia¡±.
Tambi¨¦n Repsol est¨¢ dando un vuelco a sus oficinas. Ha empezado por su centro tecnol¨®gico que sirve de banco de pruebas, seg¨²n Ver¨®nica Pastor, gerente de innovaci¨®n, para los cambios posteriores en su sede, donde ya se han habilitado varias plantas abiertas en las que la gente trabaja por proyectos en un entorno colaborativo, sin puestos fijos; el futuro que acabar¨¢ extendi¨¦ndose al resto de la empresa, seg¨²n Pastor. Adem¨¢s, hay zonas de concentraci¨®n, de reuniones y ¨¢reas de descanso, donde tomar caf¨¦ en un corner de Starbucks o Mallorca. Porque las oficinas, dice, son ante todo el centro de interacci¨®n entre los empleados.
Las empresas ofrecen m¨²ltiples espacios para que el trabajador elija y zonas de concentraci¨®n
Pero ¡°hay mucho postureo en torno a los espacios de trabajo¡±, sostiene Francisco V¨¢zquez, presidente de 3G Smart Group. ¡°Modas como eliminar despachos o no asignar puestos que son muy peligrosas. Porque todo tiene que tener un por qu¨¦ y un para qu¨¦ y a menudo las empresas se quedan cortas o se pasan de frenada porque no est¨¢n preparadas culturalmente para estos cambios¡±, explica. ¡°Hasta hace alg¨²n tiempo estaba de moda fomentar la movilidad en la oficina para impulsar el trabajo colaborativo y ahora lo moderno es la metodolog¨ªa agile, que surge de lo colaborativo pero requiere mucho trabajo individual, lo que implica recuperar los espacios cerrados¡±, contin¨²a V¨¢zquez.
Las nuevas sedes necesitan muchas zonas flexibles, a las que puedan d¨¢rseles m¨²ltiples usos. Desaparecen las tecnolog¨ªas visibles, las grandes salas de videoconferencias y vuelven los corchos y las paredes donde se pueda pintar. El reto principal de las organizaciones es la singularidad y la co-creaci¨®n, que se trasladan a la cultura organizativa y se centran en que la persona est¨¦ a gusto, en que elija su forma y lugar de trabajo. Es un factor de atracci¨®n del talento que est¨¢n aplicando las compa?¨ªas tecnol¨®gicas, como Google y Oracle, y luego llegar¨¢ al resto, indica V¨¢zquez.
¡°Las tecnol¨®gicas han sido muy r¨¢pidas en captar que las oficinas van de dar servicios, tipo hoteles; est¨¢n despertando sobre el ¨¦xito de los centros de coworking y sus servicios¡±, agrega M¨®nica Soto, de 3G Office. Ahora todas quieren ser creativas y, para conseguirlo, introducen ambientes que fomenten la creatividad, el pensamiento divergente, zonas para trabajar con las manos, hacer maquetas con impresoras 3D o donde desarrollar un producto. ¡°Quieren que cada persona elija d¨®nde trabajar. Si trabajas mejor en una biblioteca y no la tengo, te la doy para que crees¡±, dice esta experta en dise?o de espacios de trabajo.
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