India, el tigre con dientes de leche
El pa¨ªs llega a las urnas con una econon¨ªa que crece r¨¢pido, pero que sufre graves desequilibrios
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Desde abril y hasta el 19 de mayo, uno de cada ocho habitantes del planeta tiene una cita con las urnas para decidir el futuro del pa¨ªs con el crecimiento m¨¢s r¨¢pido de 2018, en torno al 7,1%. India, gracias a este aceler¨®n, podr¨ªa superar este mismo a?o al Reino Unido como la quinta mayor econom¨ªa del mundo, seg¨²n las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI). La fortaleza de los grandes n¨²meros del gigante asi¨¢tico, sin embargo, no debe llevar a conclusiones triunfalistas. Se trata de un tigre que insin¨²a su gran potencial, pero que a¨²n tiene los dientes de leche. El Gobierno que surja de este marat¨®n electoral de seis semanas tiene el reto de completar la modernizaci¨®n econ¨®mica, adem¨¢s de lidiar con la herencia del ejecutivo saliente: un paro en niveles hist¨®ricos y un fuerte repunte de la deuda p¨²blica.
Aunque todav¨ªa no hay datos actualizados del mercado laboral ¡ªocultados por el Gobierno para evitar repercusiones electorales¡ª, las cifras extraoficiales apuntan a que el desempleo podr¨ªa rebasar el 6%, un nivel no visto en los ¨²ltimos 50 a?os. Cerr¨® 2018 con una deuda de m¨¢s de un bill¨®n de euros; un 51,89% superior a la que hab¨ªa hace cuatro a?os y medio. Entonces, el pa¨ªs ya crec¨ªa al 7%, un dato que los expertos consideran el m¨ªnimo exigible para una naci¨®n en desarrollo con una poblaci¨®n en r¨¢pida expansi¨®n. Durante los ¨²ltimos a?os, la bonanza econ¨®mica permiti¨® reducir la pobreza extrema, situ¨¢ndola en el 13,4% de la poblaci¨®n (el n¨²mero de habitantes supera los 1.300 millones). Pero los ingresos per c¨¢pita siguen siendo muy bajos, mientras que la desigualdad aumenta y las reformas, aunque numerosas, han sido menos rotundas de lo que auguraba el Gobierno m¨¢s fuerte desde 1984.
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En las elecciones de 2014, la alianza encabezada por el Partido Bharatiya Janata (BJP) obtuvo la mayor¨ªa m¨¢s amplia de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, avalado por el exitoso legado de su candidato, Narendra Modi, como exl¨ªder del Gobierno regional de Gujarat. Administrado por funcionarios honestos y estimulado por familias de negocios, este pr¨®spero Estado oriental de India ya ten¨ªa numerosas f¨¢bricas y trabajos legales; a lo que Modi contribuy¨® eliminando tr¨¢mites para nuevas empresas y modernizando las infraestructuras. Con ese cr¨¦dito, el nuevo primer ministro prometi¨® transformar el vasto subcontinente indio.
Pero una cosa es gestionar un Estado, y otra, eliminar la corrupci¨®n y formalizar la econom¨ªa de un pa¨ªs desigual de m¨¢s de 1.250 millones de habitantes. Medidas como la reducci¨®n de la burocracia, la apertura de cuentas bancarias para clases bajas o la atracci¨®n de inversi¨®n extranjera estuvieron encaminadas a esos objetivos, como lo est¨¢n la ley de bancarrota y la unificaci¨®n de impuestos; aunque sean reformas ya perfiladas por gobiernos anteriores. Sin embargo, al igual que sus predecesores, Modi ha evitado la compleja, pero imperiosa, reforma laboral, una ley del suelo o la privatizaci¨®n de empresas p¨²blicas mal administradas, mientras retrasaba la soluci¨®n para el problema de los pr¨¦stamos t¨®xicos del sistema bancario. Un balance moderado para un Gobierno con tal mayor¨ªa y cuya decisi¨®n m¨¢s innovadora fue la que peores resultados tuvo.
En noviembre de 2016, Modi anunciaba por sorpresa la retirada de circulaci¨®n de los billetes de 500 y 1.000 rupias, los de mayor uso y que representaban el 86% del efectivo total del pa¨ªs. La desmonetizaci¨®n de la econom¨ªa, de la que solo sab¨ªan el propio primer ministro y el presidente de la reserva federal (RBI), pretend¨ªa recuperar decenas de millones no declarados que alimentaban la econom¨ªa sumergida. Pero si la medida fue sorprendente, mayor asombro fue ver que un 99,3% del dinero retorn¨® a los bancos, seg¨²n un informe posterior del RBI.
¡°Todos los economistas coincidimos en el desastre de la desmonetizaci¨®n como forma de eliminar el dinero negro porque este ya no estaba en manos de la gente¡±, resume Abhijit Mukopadyay, profesor em¨¦rito del Centro de Observaci¨®n e Investigaci¨®n (ORF). Para cuando los ciudadanos depositaron su dinero en bancos, antes de que los billetes se convirtiesen en papel mojado, los ahorros no declarados ya hab¨ªan sido blanqueados en acciones, oro y bienes e inmuebles. Pero la nueva moneda no se imprimi¨® lo suficientemente r¨¢pido, dejando a millones de personas sin efectivo. Los m¨¢s cr¨ªticos, como el ex ministro de Finanzas P. Chidambaram, cifran las p¨¦rdidas en 29.000 millones de euros, junto al impago a 150 millones de jornaleros durante semanas y un centenar de muertos.
La desmonetizaci¨®n golpe¨® especialmente a la producci¨®n y a la construcci¨®n, sectores que acogen la mayor parte de la econom¨ªa informal ¡ªjunto a la agricultura¡ª, reduciendo el crecimiento al 6,1% durante la primera mitad de 2017 y ocasionando la p¨¦rdida de, al menos, 1,5 millones de puestos de trabajo, seg¨²n el Centro para el Control de la Econom¨ªa India. Tras las cr¨ªticas, el Gobierno justific¨® la medida como una forma de combatir la supuesta financiaci¨®n terrorista, adem¨¢s de formalizar y digitalizar la econom¨ªa.
Mercado negro
En un pa¨ªs en el que nueve de cada diez trabajadores se mueven en la econom¨ªa sumergida, la desmonetizaci¨®n aument¨® las declaraciones de impuestos en un 25% con respecto al anterior a?o fiscal, seg¨²n las cifras oficiales. Pero como ocurre siempre en India, la conclusi¨®n sobre el alcance de ese plan depende de la estad¨ªstica que se utilice. Un estudio econ¨®mico registraba solo 4,5 millones de nuevos contribuyentes ¡ªsolo el 1% del total¡ª, mientras que algunos medios locales suger¨ªan que, en realidad, el n¨²mero de declaraciones que dejaron de registrarse se multiplic¨® por 10 debido a la fuerte ca¨ªda del empleo causada por la retirada de efectivo.
La medida tambi¨¦n provoc¨® efectos positivos, como que los bancos abriesen 150 millones de cuentas, que, unidas a la base de datos biom¨¦trica que ya tienen 850 millones de indios (la tarjeta Aadhaar), han creado una estructura para ayudar a las familias pobres. El n¨²mero personal con identificaci¨®n digital permite controlar las prestaciones sociales como las raciones de alimentos; ahora gestionadas por una web gubernamental cuando antes el 40% de ellas eran vendidas en el mercado negro sin llegar a sus beneficiarios. El mismo sistema se aplica, por ejemplo, para los 140 millones de hogares que recib¨ªan subsidios del programa de bombonas de cocina, con el que el Gobierno ha ahorrado m¨¢s de 1.500 millones de euros cortando su compraventa fraudulenta. ¡°Este programa ha logrado un progreso tremendo, deteniendo las p¨¦rdidas al reducir las duplicidades y los beneficiarios falsos, mientras que los que lo necesitan reciben sus ayudas en los plazos previstos¡±, explica Bornali Bhandari, economista del Consejo Nacional para el Estudio de la Econom¨ªa Aplicada (NCAER). ¡°Pero hay tres desaf¨ªos principales para su ejecuci¨®n: la d¨¦bil red india, su infraestructura financiera y limitaciones en capacidad y coordinaci¨®n¡±, resume esta experta.
Balance burs¨¢til
Los inversores han aprobado con nota la legislatura del Gobierno de Modi. El principal ¨ªndice burs¨¢til de India, Sensex, se revaloriza un 65% en los ¨²ltimos cinco a?os.
Una de las medidas m¨¢s necesitadas en India era una ley de bancarrota, aprobada finalmente en 2016. Su ausencia imped¨ªa la r¨¢pida resoluci¨®n de casos de sociedades insolventes, cuyos largos procesos supon¨ªan la par¨¢lisis legal y la inmovilizaci¨®n de activos. La nueva norma puede ayudar a recuperar alguno de los 86.000 millones de euros que se estiman en pr¨¦stamos t¨®xicos del sistema bancario. Aunque, al paso que se procesan los casos pendientes, tardar¨¢ seis a?os en ponerse al d¨ªa, mientras el Gobierno ya ha condonado 30.000 de esos millones en los ¨²ltimos tres ejercicios.
Tan deseada como la anterior, aunque m¨¢s tard¨ªa ante lo que cab¨ªa esperar en una mayor¨ªa parlamentaria como la de Modi, fue la creaci¨®n de nuevos impuestos nacionales a bienes y servicios (GST); unificando en 2017 el mosaico de grav¨¢menes estatales y centrales. ¡°Permite la tributaci¨®n del enorme sector informal, reduce costes y la doble imposici¨®n, adem¨¢s de simplificar un sistema de impuestos indirectos complejo¡±, explica el economista de ORF Aparajit Pandey, quien reconoce que el nuevo sistema impositivo no ha conseguido las metas esperadas, a pesar de que el n¨²mero de firmas registradas para pagar impuestos indirectos aument¨® en un 50% en los primeros meses, hasta casi 10 millones. ¡°Adem¨¢s, la versi¨®n inicial del GST pretend¨ªa traer a la mayor parte de la peque?a empresa india bajo su paraguas. Pero su complejidad les puso una presi¨®n considerable para cumplir los requerimientos¡±.
Aunque sigue contando con un impuesto de sociedades de hasta el 30%, el Gobierno de Modi ha conseguido que India escalase 65 puestos en el ranking de pa¨ªses con mayores facilidades para hacer negocios del Banco Mundial. Por ejemplo, en Maharashtra, Estado que incluye Bombay ¡ªcapital financiera del pa¨ªs¡ª, hace cuatro a?os las empresas invert¨ªan 67 d¨ªas y deb¨ªan hacer siete gestiones administrativas para tener conexi¨®n el¨¦ctrica, lo que supuestamente se ha reducido a tres semanas y solo tres ventanillas. Pero el ¨²ltimo informe Doing business muestra que a¨²n se tardan 26 d¨ªas y 13 tr¨¢mites para iniciar un negocio, mucho m¨¢s que la media de los pa¨ªses del sur de Asia. ¡°India debe acelerar el desarrollo de sus cinco corredores industriales, nada estimular¨¢ m¨¢s que eso¡±, explica la investigadora de la ORF Renita D¡¯Souza sobre los proyectos que unir¨¢n puntos neur¨¢lgicos del pa¨ªs. ¡°Hay dudas sobre el impacto real de la mejora en el ¨ªndice [de hacer negocios], as¨ª como de los efectos de la campa?a Make in India¡±, a?ade.
En 2014, Modi convert¨ªa el nuevo programa, Make in India, en la punta de lanza para la creaci¨®n de empleo. La iniciativa busca aumentar al 25% del PIB el valor del sector industrial, donde se prometen 100 millones de trabajos para 2022. Aunque consigui¨® un repunte en el primer a?o, la participaci¨®n del sector ha seguido cayendo hasta el actual 15%, seg¨²n el Banco Mundial, un peso inferior al que tiene la industria en otros pa¨ªses asi¨¢ticos. El programa se acompa?a de reformas para incentivar la necesaria inversi¨®n extranjera directa. La subida hasta el 49% del l¨ªmite de la presencia de capital for¨¢neo en el sector de Defensa ha supuesto la entrada de 511 millones en una industria ¡ªla del tercer ej¨¦rcito m¨¢s grande del mundo¡ª que todav¨ªa importa el 60% de su equipo. El fin de las restricciones para la entrada de capital exterior en el sector asegurador tambi¨¦n ofrece potencial en una negocio a¨²n por desarrollarse. En cambio, la liberalizaci¨®n total de la construcci¨®n, por ejemplo, origin¨® una inversi¨®n extranjera directa de apenas el 6%; una contribuci¨®n insignificante frente al crecimiento del sector.
Guerra comercial
La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha sido una oportunidad perdida para el pa¨ªs. India es un aliado comercial de Pek¨ªn, que en los ¨²ltimos meses ha elevado las importaciones procedentes de su vecino del sur en represalia al proteccionismo estadounidense. Por su parte, Delhi ha elevado las tarifas a productos americanos para contrarrestar la imposici¨®n aduanera de Washington, mientras que este aumentaba su inversi¨®n directa en vecinos del sureste asi¨¢tico como Indonesia, Vietnam y Filipinas. ¡°Las medidas proteccionistas no ayudan a que el sector dom¨¦stico sea competitivo. La inversi¨®n y el tama?o del sector industrial en India se pueden mejorar con reformas en los factores del mercado como el trabajo, la tierra y la eliminaci¨®n del embotellamiento que hay en la red de infraestructuras¡±, analiza Bhandari.
Transformar India en un centro industrial requiere la compleja reforma de una legislaci¨®n laboral estricta y contradictoria; en la que hasta hace poco se manten¨ªa la ¨²ltima limitaci¨®n para que solo peque?os negocios produjesen bienes como muebles de madera, velas o cerillas, entre otros, lo que evitaba su crecimiento y el acceso a financiaci¨®n. Decenas de estas leyes hacen que peque?os negocios no progresen hacia la econom¨ªa formal, lo que da como resultado que solo uno de cada 20 empleados trabajen en empresas de m¨¢s de 25 personas
¡ªen comparaci¨®n con la ratio de uno de cada cuatro en China¡ª. Por su parte, en el cap¨ªtulo de infraestructuras, el levantamiento de casi todas las restricciones a la inversi¨®n en el sistema ferroviario deber¨ªa impulsar el programa para trenes de alta velocidad y l¨ªneas de ferrocarril que unir¨¢n puertos con canteras y minas.
Sin embargo, tanto para el desarrollo de infraestructuras como para el crecimiento empresarial, hay que reformar la ley de adquisici¨®n de tierras. Intocable por su calado popular, la norma actual requiere la aprobaci¨®n de, al menos, el 80% de los residentes de un terreno antes de comprarlo; lo que complica asignar parcelas para industrias e infraestructuras. Aunque el actual Ejecutivo aprob¨® su reforma en 2015, el borrador no pas¨® el filtro del Senado. Conociendo su impopularidad entre el campesinado, y ante la crisis del sector agr¨ªcola y de empleo, la medida dej¨® de ser una prioridad para Modi antes de las elecciones.
A comienzos de este a?o, India aprob¨® la propuesta de ley para garantizar un cupo del 10% en empleo y escuelas p¨²blicas para los m¨¢s desfavorecidos. La medida acompa?a los rumores acerca del bloqueo informativo del Gobierno sobre los datos del paro. A la espera de la ¨²ltima encuesta de poblaci¨®n activa de la Oficina Nacional de Estad¨ªstica (NSSO), el diario Bussines Standard ha filtrado, con fuentes de la NSSO, que el desempleo alcanza los niveles m¨¢s elevados del ¨²ltimo medio siglo, alrededor del 6,1%. ¡°Las noticias que indican que el Gobierno no quiere publicar los datos de empleo tienen credibilidad. La raz¨®n es evitar: el da?o electoral teniendo en cuenta su pat¨¦tica labor en cuanto a creaci¨®n de empleo¡±, opina Renita D¡¯Souza. Los datos del Centro para el Control de la Econom¨ªa insin¨²an la p¨¦rdida de 11 millones de empleos en 2018. Las cifras contrastan con la promesa de Modi de crear de 10 millones de puestos de trabajo anualmente y ponen en entredicho la labor del Ministerio para el Desarrollo Empresarial, que D¡¯Souza califica como ¡°fracaso miserable¡± por la calidad del sistema educativo.
En 2015, el Gobierno de Modi pon¨ªa en marcha su plan insignia para facilitar la capacitaci¨®n empresarial. Con un desembolso de 1.530 millones, el programa estaba destinado a formar a 500 millones de j¨®venes para 2022, una ambiciosa cifra reducida posteriormente a 150 millones. Seg¨²n la experta Bornali Bhandari, el plan de formaci¨®n a corto plazo, aunque puede ayudar a encontrar empleo, ¡°prepara de forma insuficiente a los trabajadores para los retos tecnol¨®gicos del futuro¡±, mientras que la formaci¨®n a largo plazo est¨¢ mal orientada y necesita una profunda revisi¨®n. En ambos casos, el reto supone encajar en este ecosistema a las peque?as y medianas empresas, espina dorsal de la econom¨ªa moderna india, con una contribuci¨®n del 45% a la producci¨®n industrial; m¨¢s del 40%, a las exportaciones, y un 8%, al PIB.
Seg¨²n el estudio sobre habilidades del NCAER, la paradoja de una econom¨ªa que suma al 25% de la mano de obra con enorme potencial para la producci¨®n y los servicios se debe a factores de oferta y demanda. La primera es inadecuada por la falta de profesionales capacitados, mientras que la segunda se ve lastrada por la poca flexibilidad laboral, el bajo coste del capital comparado con el trabajo y, sobre todo, la econom¨ªa sumergida. La formalizaci¨®n de la econom¨ªa iniciada por Modi mejorar¨¢ la proporci¨®n de los impuestos en el PIB, estancada en el 15% desde hace d¨¦cadas, lo que limita la inversi¨®n en educaci¨®n y salud.
Precisamente, estos dos aspectos son esenciales para el fortalecimiento de la econom¨ªa local. Amartya Sen, nobel de Econom¨ªa, ha criticado al actual Gobierno por reducir los ya pobres presupuestos en educaci¨®n y salud (ambos en el 3,8% del PIB) para centrarse en sectores como la defensa, con un gasto cinco veces mayor. Sin educaci¨®n y salud, el futuro es incierto para los 1,25 millones de j¨®venes que se unir¨¢n al mercado laboral del subcontinente cada mes en 2022. A pesar de crecer al 7,5%, una econom¨ªa no es tan prometedora cuando el salario per c¨¢pita se mantiene en 1,45 euros y al mismo tiempo el club de los millonarios ha engordado con 304.000 nuevos miembros desde 2000.
Puntos d¨¦biles
La urgencia del desarrollo o acabar con pobreza extrema hacen que la contaminaci¨®n o la degradaci¨®n del medio ambiente parezcan preocupaciones de las ¨¦lites indias. El pa¨ªs asi¨¢tico tiene, sin embargo, m¨¢s conflictos ecol¨®gicos que ning¨²n otro, seg¨²n el Atlas de Justicia Medioambiental. Pero la geograf¨ªa del vasto subcontinente indio promete soluciones sostenibles y rentables a muchos dilemas, tanto locales como internacionales, lo que convierte a India en ejemplo medioambiental global.
Copando las 20 ciudades m¨¢s contaminadas del planeta desde hace a?os, los efectos econ¨®micos de esta situaci¨®n en India son palpables cuando la poluci¨®n en Delhi suspende gran parte de la actividad de la capital cada noviembre. En los Acuerdos de Par¨ªs, Modi se comprometi¨® a instalar 175 gigavatios (GW) ¡ªsuficientes para alimentar 100 millones de bombillas¡ª de capacidad de producci¨®n de energ¨ªa renovable para 2022. ¡°El Gobierno ha sido capaz de capitalizar los m¨ªnimos hist¨®ricos del precio de las energ¨ªas renovables para alcanzar ya el 60% de sus objetivos¡±, dice Aparajit Pandey, director del programa en energ¨ªas renovables del Centro de Observaci¨®n e Investigaci¨®n (ORF).
Pero los antecedentes no son halag¨¹e?os. M¨¢s de 30 a?os despu¨¦s de que India hiciese su primera demostraci¨®n de energ¨ªa e¨®lica, el emplazamiento se ha concentrado en 4 de sus 20 Estados.
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